S.O.S Costa Grande

SOS COSTA GRANDE

By Despertar Redacción

April 06, 2020

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El modelo de rescate económico que anunció ayer el presidente López Obrador, no es -con mucho- el que los empresarios de este país esperaban.

Los sindicatos empresariales han pedido auxilio ante la crisis, que es real, pero que está golpeando a los sectores pobres del país. Y no me refiero a la gente, a los desempeñados, a los que carecen de todo, sino a la empresa micro, pequeña y mediana, que es muy extensa en todo el país, y que genera el mayor número de empleos; empleos que, aunque son insuficientes y si se quiere mal pagados, son seguros y están cerca de la gente. Son empleos que están disponibles en sus pueblos y comunidades, pues este tipo de negocios no anda buscando los nichos comerciales y de servicios, ni las comodidades de las ciudades, sino que sus dueños están dispuestos a sufrirla junto con la gente, y además no compran nada fuera, salvo lo indispensable para hacer funcionar sus negocios, pues todos sus ingresos los gastan en lo local, ingresos que vuelven a circular en municipios y regiones. Esto es fortalecer la economía local, por cierto. Y en momentos como estos, esto es hacer patria.

Este tipo de negocios son los que por su nivel de ingresos no tienen garantizado sobrevivir a la crisis por el Covid-19, que como ya hemos dicho en este espacio, no es sólo un problema de salud pública, sino sobre todo un problema económico, que hará que todas las naciones del mundo retrocedan y empobrezcan, porque por evitar la expansión del virus, paralizaron sus actividades productivas y comerciales.

Por eso el presidente enfocará el plan de rescate económico en este sector, algo en lo que está de acuerdo un reducido sector del mundillo empresarial, pues el resto, decíamos, aunque está pidiendo apoyos para paliar el cierre, se olvidan que son ellos los que están debilitando la economía nacional, al sacar sus millones para ingresarlos en dólares a bancos estadounidenses.

Y para muestra, Hacienda ha informado que el saqueo de divisas en el primer trimestre de este año es tan grave, que triplica la afluencia de inversión extranjera del año pasado.

Es decir, que los ricos de México ya sacaron en este primer trimestre del año, el triple de dinero que llegó al país vía inversiones el año pasado. ¿Qué tal? ¿Así o más patriotas los ricachones?

Por eso el presidente dijo que no repetirá el modelo de rescate financiero del Fobaproa, en la época de Zedillo, que endeudó al país y acabó por enriquecer más a los que sacaron sus arcas para asegurarlas fuera.

Los empresarios tienen razón cuando señalan que ante la magnitud de esta crisis, que no sólo será para México, sino que se enseñoreará en todo el mundo, y que podría ser 3 veces mayor a la gran depresión de 1929, es urgente e imprescindible la intervención del Estado.

Pero se entiende que lo que piden es que el país recurra al endeudamiento, que ha sido sistemático en los gobiernos anteriores, y aunque el pago de deuda nos absorba casi la mitad del Producto Interno Bruto, dejándonos muy poco margen de acción para crecer.

Los grandes empresarios desearían la inyección masiva de dinero, pero para la cúpula, y que sean los pobres lo que pierdan de nuevo. De hecho, ha trascendido que los técnicos economistas están espantados, pues se pretende dejar fuera del plan de rescate a las grandes empresas, y enfocarse en los pequeños negocios, vía micro-créditos.

Incluso ya alguien escribió por ahí que el primero en oponerse es el titular de Hacienda, Arturo Herrera, y que por lo tanto su cabeza está a punto de rodar.

Pero el presidente piensa distinto. Ayer ratificó que no se aumentará la deuda pública y tampoco habrá nuevos impuestos; que siguen sus proyectos de infraestructura y anunció un nuevo recorte de salarios y hasta aguinaldos de altos funcionarios.

¿Qué tal? Veremos cómo reaccionan este lunes Tirios y Troyanos, y cómo lo tomarán los gobernadores, que también esperan apoyos para resolver sus problemas locales.