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SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Todavía dentro del plazo, el gobernador Héctor Astudillo se reunió ayer con el titular del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi), con el propósito de crear este instituto en el estado de Guerrero.

Recordemos que el gobierno federal dio como plazo el último día de este mes para que los gobernadores decidan si se adhieren al nuevo sistema de salud para población abierta o sin seguridad social, mediante la firma de convenios.

Y aunque la diputada local por Morena, Nilsan Hilario Mendoza, denunció el fin de semana que el gobernador Astudillo no había firmado el convenio para el Insabi, con lo cual se corría el riesgo de que Guerrero se quedara fuera de esta estrategia, como sucedió con los gobernadores panistas, este lunes el mandatario viajó a la Ciudad de México para reunirse con Juan Antonio Ferrer Aguilar, titular del Insabi, junto con en el secretario de Salud estatal, Carlos de la Peña Pintos.

La intención, dijo el gobernador en un comunicado oficial, fue revisar, coordinarse y asegurar la atención médica a la población de Guerrero a través del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).

Aunque también trataron otros asuntos, como el abasto de medicamentos para el cáncer que se suministran en el Instituto Estatal de Cancerología, lo primordial es establecer el Insabi en Guerrero, en sustitución del Seguro Popular.

A partir de la firma del convenio, entonces, los guerrerenses podrán pedir su alta en el Insabi, sin mayores requisitos, más que demostrar que no tienen ninguna otra cobertura de seguridad para la salud.

Lo decimos porque hay múltiples quejas de personas que han acudido a lo que antes eran los centros de operación de Seguro Popular, para registrarse, pero les han dicho que no hay manera de hacerlo.

A otras les siguen pidiendo los requisitos que se tenían con el Seguro Popular.

En cuanto a la atención médica en centros de salud y hospitales, se les está dando pero sin aceptarles ya su registro al seguro popular, porque en los hechos ya no existe, y tampoco se había formalizado el Insabi.

Cabe decir que el gobernador Astudillo dijo desde los primeros días del mes de enero, que Guerrero se adheriría al Insabi, que se le daría el beneficio de la duda a esta nueva estrategia, y que se esperaría el tiempo prudente para ver resultados.

A diferencia de los gobernadores panistas del país, quienes se negaron a firmar los convenios e incluso ya anunciaron que van por su cuenta con un sistema de salud exclusivo, que también garantiza la gratuidad de la salud para los habitantes de sus entidades federativas, Astudillo sabe que la salud es algo que el gobierno estatal no podría jamás resolver por sí solo, mucho menos la parte laboral, que es lo que también está ofreciendo el presidente de la República, para resolver las basificaciones de miles de trabajadores que están en calidad de eventuales.

Claro que la población debe saber que la entrada en vigor del Insabi en Guerrero, a partir de la firma del convenio de la Federación, no significa que los problemas de desabastos de medicinas, infraestructura y todas las deficiencias que presenta el sistema de salud estatal, no se resolverán en automático. El presidente ha pedido todo este año para afinar detalles, con la garantía de que en diciembre próximo la gratuidad de la salud para todos los mexicanos será una realidad.

Incluso los organismos de seguridad social como el IMSS y el ISSSTE están firmando convenios con el Insabi, para consolidar compras de medicinas e insumos, pero también para homologar criterios de terapias a las diversas enfermedades que padecen los mexicanos, algo en lo que se descubrió que no había orden, dando pie a una serie de desajustes en materia epidemiológica.

Por ejemplo, en el tratamiento del Sida seguían comprando fármacos ya descontinuados a nivel mundial, y se tenían más de 700 fórmulas y combinaciones para tratar los cánceres, dando una manga muy ancha en cuanto a protocolos de atención y tratamientos.

Es decir, que el Insabi vendrá a regular muchos aspectos negativos del sistema nacional de salud, pues no sólo se trata de garantizar la gratuidad de la atención, sino mejorarla, al tiempo que se mejora la infraestructura y se regulariza el estatus laboral de los trabajadores.

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