(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
Conforme se acerca 2021, y a lo largo de 2020, iremos viendo cómo se recompone el ajedrez político de la entidad. Por lo pronto, hay por lo menos 2 arrepentidos en el horizonte, que pretenden que se les perdonen sus ofensas y traiciones, si bien ambos casos difieren entre ellos en algunos aspectos.
Me refiero al caso de Luis Walton Aburto, ex líder de Movmiento Ciudadano en Guerrero; y a Victoriano Wences Real, encargado del Partido del Trabajo en la entidad.
El primero ya renunció a su partido, desfondándolo, para congraciarse con Morena, pues busca la gubernatura por el partido lópezobradorista.
El segundo, sigue al frente del PT, y a pesar de su cruenta traición de 2018 para Morena, ahora anuncia que en caso de una alianza, ésta se daría naturalmente con el partido lópezobradorista.
Analicemos cada caso para entender quién tiene posibilidades y quién de plano debiera ir pensando en otra estrategia. Claro que este modesto análisis no cambiará nada, en caso de que los líderes se decidieran por uno y por otro, pero si cada uno fuese pesado por sus actos, estos dos de plano estarían descartados.
En el caso de Walton, es público que el MC fue un férreo opositor a AMLO. Y aunque ahora el gasolinero acapulqueño alegue que el presidente es su amigo, y que la alianza entre MC-PRD y PAN, se dio en un contexto nacional, no olvidar por favor que el López Obrador hizo un llamado a los liderazgos de todos los partidos en lo individual, para hacer una alianza con las bases. Walton no respondió a ese llamado, en cambio se mantuvo en un partido que era opositor al que ahora dice que es su amigo.
Con todo, pese a ese pequeño gran error, la alianza se trató a nivel nacional, y entonces el ex alcalde de Acapulco puede salirse por la tangente.
Pero el que sí de plano está para llorar es el tlapaneco Victoriano Wences Real, quien siendo aliado de Morena a nivel nacional, maniobró para salirse de la alianza en Guerrero, dejando a Morena solo en las elecciones para diputados locales y presidentes municipales, pero subiéndose al tren lópezobradorista, pues los petistas hicieron campaña engañando a la gente, en el sentido de que estaban apoyando a Morena.
El desastre de Morena en el nivel municipal, es debido a Wences en una gran parte, pues abandonó la alianza en los últimos minutos del plazo para hacer cambios, dejando tiradas las plazas que se le otorgaron, mientras que nombró candidatos propios en otras que ambicionaba.
A Morena ya no le dio tiempo para maniobrar, por lo que de última nombraron candidatos sin arraigo, sólo para cumplir.
Ahora dice Wences que la decisión no la tomó él solo, sino que fue algo colegiado. Lo que no puede negar es que él la propició, exigiéndole a su dirigencia nacional que le autorizara la salida, y lo logró.
Sus argumentos eran inválidos. Dijo que Morena se había agandallado municipios y diputaciones, cuando en la mesa nacional se les otorgó a los municipios aliados los espacios que pidieron, y que era obviamente donde tenían presencia.
Pero como en algunos municipios había candidatos con perfil ganador, que venían de otros partidos, pero que ya no tuvieron espacio en Morena, entonces él los apadrinó y los sacó de la alianza para que pudieran competir.
Hoy, para su vergüenza, Wences no puede presumir de nada, salvo que puso a su mujer como diputada plurinominal, ignorando a gente de la base que ya había hecho talacha, sobre todo presidentes municipales.
De estos dos casos, el que es más repugnante por su evidente ambición, es el de Victoriano Wences Real, a quien la mayoría de sus ahijados advenedizos ya se le salieron y andan o bien en Pro-AMLO, apoyando a Félix Salgado Macedonio, o bien volvieron a sus partidos de origen, pero ya con el poder en la mano que lograron gracias a que él les prestó las siglas del PT, desgarrando a Morena en muchos sentidos.
El tiempo de la verdad se aproxima. El próximo proceso electoral iniciará en septiembre, y ya la dirigencia nacional del PT encomendó a Wences trabajar para concretar una alianza entre las izquierdas.
Veremos si Wences deja de mentir a su gente, y al pueblo de Guerrero.