(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
Al concluir el periodo para que los partidos políticos reafiliaran a sus militantes, lo que sigue para todos son los cambios en sus dirigencias, organizaciones y consejos políticos, como una etapa previa para los comicios de 2021.
Este año es un año preelectoral; y, por lo tanto, es un año para colocar los cimientos de la siguiente elección, en la que se renovará la gubernatura, el congreso local y los ayuntamientos, además de que se elegirán a los 9 diputados representantes de Guerrero en la Cámara de Diputados.
Son, por lo tanto, elecciones sumamente importantes en las que veremos a todos los partidos configurando escenarios harto interesantes, pues se espera que haya de todo, como en botica.
El PRI anunció que cumplió sus metas en cuanto a la reafiliación ordenada por el Instituto Nacional Electoral (INE), para validar sus padrones electorales.
Y aunque los partidos pueden seguir registrando militantes, vía su plataforma digital, estos ya no contarán como refrendos ante el INE. Se trataba solamente de crear listados confiables para cada partido, a fin de ir saneando esa parte que es muy susceptible de ser manipulada por las dirigencias.
Tan sólo a nivel nacional, es una vergüenza lo que sucedió, pues a falta de un padrón real y confiable, el PRI no pudo celebrar una elección abierta y optó por hacerla interna. Mientras que Morena de plano abortó su plan de elección de su nueva dirigencia, porque pretendía trabajar con base en el padrón de 2015, negando sus derechos políticos de los militantes que se agregaron después de ese año.
Aún ahora, Morena se quedó muy corto en sus expectativas, pues aunque tuvieron todo el año pasado para reafiliar a sus militantes, parece que los dirigentes no se ocuparon de ese asunto, dando por sentado que el INE les aceptaría su proyecto electivo interno con un padrón mutilado.
Todo lo contrario, tuvieron que meterse de última hora a crear un padrón, pero sus metas quedaron incumplidas, al grado de que el padrón de Morena está por debajo del padrón del PRI y del PRD, esto en el plano nacional.
En lo estatal, seguramente sucedió lo mismo, porque los dirigentes están confrontados, metidos en mil asuntos siendo el chile de todos los moles, menos en lo que les compete.
Eso es una lástima, porque de los padrones depende casi toda la vida interna de un partido. Por primera vez en la historia, el INE está dándoles la debida importancia a los militantes, a diferencia de lo que sucedía en el pasado, cuando los partidos presentaban como miembros de sus filas incluso a gente muerta, para justificar sus altas votaciones.
Hoy por hoy, queda demostrado que en realidad los partidos son enanos, y que hay mucho más gente fuera de ellos que dentro, con lo cual se pervierte el principio de la democracia partidista, en la que los institutos políticos son entes de interés público, simple y llanamente porque a través de ellos un ciudadano puede ejercer su derecho constitucional a votar y ser votado.
Con estos ejércitos electorales tan minados, no se justifica por lo tanto las altas sumas de dinero que se invierte en sostener a los partidos políticos en México, y no tarda que esto se refleje en una drástica reducción de sus prerrogativas, algo a lo que ahora aún se resisten.
Y es que ¿cómo es posible, que recibiendo carretillas de dinero cada año, tanto de la Federación como de los gobiernos estatales, los partidos ni siquiera cuenten con padrones confiables y completos, sino que sigan enanos y restringidos, pero sobre todo controlados por una dura minoría?
Entre tanto esto se resuelve, el llamado es a los militantes, para que se preparen para los procesos de cambio de dirigentes, en primer lugar; y para la selección de candidatos a puestos de elección popular, para julio de 2021, en segunda instancia.