Por Ricardo Castillo Barrientos
Las ciencias exactas son precisas e incuestionables, pero cuando se aplican en las ciencias sociales tienen diversas variables por la complejidad de la problemática que se trate y en consecuencia, los resultados no son plenamente convincente en primera instancia.
Así sucede con los resultados electores donde el factor humano, en este caso, los funcionarios de casillas, son adiestrados con una capacitación al vapor e históricamente no han estado exentos de errores y pifias, en infinidad de actas de escrutinio y posteriormente, son detectados cuando se llevan a cabo los cómputos finales.
La otra consideración se refiere a la existencia de un plan preconcebido de alterar resultados de una elección como la realizada el domingo 2 de junio, así sucedía en elecciones de antaño y se imponían a toda costa, sin mayor reclamo, a excepción de los procesos electorales de 1988 y 2006.
En este proceso de 2024, las irregularidades visibles provocaron justificadamente una serie de impugnaciones ante el Instituto Nacional Electoral (INE), como siempre ha sucedido, en esencia, no modifican sustancialmente los resultados definitivos.
Los observadores internacionales que se dieron cita en nuestro país, entre ellos la Organización de Estados Americanos (OEA), han avalado los resultados preliminares, mismos que se habrán de confirmar con los resultados de los 300 cómputos distritales.
En Guerrero se dio una votación del 71%, favorable a la candidata de MORENA, muy superior al 68% obtenido por Andrés Manuel López Obrador en 2018, cifra récord nunca vista en procesos anteriores, Xóchitl Gálvez soló logró un 19%.
No pasemos por alto que esta entidad federativa ha mantenido una ferviente inclinación hacia la izquierda, así se ha volcado en los comicios desde hace más de tres décadas, en las tres candidaturas de Cuauhtémoc Cárdenas y las tres candidaturas de López Obrador y con Claudia Sheinbaum, no sería la excepción como quedó manifiesto de manera amplia y contundente.
MORENA y sus aliados se reposicionaron en Guerrero y en el país, los partidos tradicionales fueron avasallados en toda su dimensión, en casi todas las posiciones de elección popular, Presidencia de la República, senadurías, diputaciones federales y locales y presidencias municipales, lo cual no resultó ninguna novedad porque los resultados fueron apabullantes.
Los candidatos ganadores han adquirido una enorme responsabilidad que habrá de traducirse en el cumplimiento de los compromisos adquiridos en las campañas electorales, a fin de satisfacer la confianza y expectativas de la población por mejorar sus condiciones de vida y un mejor desarrollo como sociedad.
Los cómputos electorales que se están desarrollando no deben dejar lugar a dudas, la transparencia en el recuento de votos con la observancia de los representantes de los partidos, debe concluir a plena satisfacción de todos los involucrados en el proceso final.
En las recientes elecciones Guerrero continuó siendo bastión de MORENA, reflejando la aceptación y simpatía de la gente por el proyecto de la Cuarta Transformación, iniciada hace seis años por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Marea Baja.- Plausible desde todos los ángulos la Campaña de Reforestación Guerrero 2024, en el Parque Papagayo, con una inversión inicial de 50 millones de pesos, principal pulmón del puerto de Acapulco.
La iniciativa de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, estará presente en todo el estado, debido a consecuencias de la devastación de los incendios forestales y por el Otis en Acapulco.
Estamos en el mejor momento de intensificar las tareas de reforestación que habrá de nutrirse con la temporada de lluvias, facilitando las labores que se realicen en las zonas de la entidad con mayor daño ecológico.
Marea Alta.- Ante la debacle de los partidos nacionales tradicionales, PRI, PRD y PAN, sus dirigentes y consejos naciones se verán obligados a una profunda reflexión para reconstituirse o quedar definitivamente eliminados del escenario político, como el caso del PRD, que se quedará sin registro como partido político.
Sin embargo, en el PRI y PRD, sus dirigentes Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, quedarán dueños de sus franquicias, como Alberto Anaya del PT y Jorge Emilio González Martínez del PVEM, que mantienen el férreo control político desde hace varias décadas. Ese es el destino que les depara a esos partidos en plena decadencia.
Maremoto.- Al final de cuentas, el Movimiento Ciudadano (MC), resulto el “ganón” en los comicios electorales, al incrementar notablemente su votación, desplazando al PRI y PRD, convirtiéndose en la tercera fuerza política nacional y en Guerrero, se reposicionó notablemente parda elecciones venideras.
El MC guerrerense quedó en manos del ex gobernador Héctor Astudillo, del ex candidato a senador Mario Moreno Arcos y del joven político acapulqueño Yoshio Ávila González, quienes en breve tendrán que ponerse de acuerdo para determinar la dirigencia estatal, debiendo mostrar ante el respetable público una férrea voluntad unitaria para fortalecer este instituto político, que al parecer cobrará mayor fuerza en el país y en Guerrero.