IRZA
CHILPANCINGO. Policías ministeriales impidieron que familiares de desaparecidos llevaran a cabo una misa en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Por ello unas 40 personas pertenecientes a colectivos de familiares de desaparecidos decidieron que la misa fuera celebrada frente al acceso al auditorio de la FGE, en donde la homilía estuvo a cargo del sacerdote José Filiberto Velázquez Florencio, en el marco de El Día Internacional de la Desaparición Forzada.
Durante este evento se honró la memoria de la señora María Guadalupe Rodríguez Narciso, quien los últimos años de su vida los dedicó a buscar a su hijo desaparecido, pero sin éxito, además de que fue pionera en la fundación de colectivos que ahora mismo buscan a sus seres queridos que un mal día desaparecieron.
Durante estas actividades estuvo presente la visitadora de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Micaela Cabañas Ayala, hija del extinto guerrillero Lucio Cabañas Barrientos.
Gema Antúnez Flores, del Colectivo de Familiares en Búsqueda ¨María Herrera”, explicó que esta actividad tiene el propósito de recordar que en Guerrero no hay justicia, ni acciones claras y concretas de la FGE para esclarecer el paradero de centenares de desaparecidos, de centenares de cuerpos sin reconocer en las morgues y menos de castigar a los culpables.
El sacerdote, Velázquez Florencio dijo que en el país hay funcionarios “buenos y malos, los que cumplen con su labor de servidores públicos y otros que solo disimulan y son hasta cómplices de estos crímenes atroces. Muy pocas veces hay servidores que se preocupan por las personas y por sus familias para proporcionarles justicia y acceso a la verdad”.
El sacerdote expresó durante la misa que cuando una familia inicia un proceso de búsqueda de su desaparecido, “terminan dando la vida porque las condiciones en que realizan esta búsqueda no son las más humanas, la mayoría de estas mujeres que están aquí han tenido que ir a buscar a sus hijos en condiciones de riesgo, buscan en territorio donde hay crimen organizado, donde hay peligro al rescatar los cuerpos”.
Además, le pidió a la gobernadora electa Evelyn Salgado Pineda que vigile que en la FGE nombre a funcionarios que estén “al servicio del pueblo, al servicio de las víctimas, porque los policías resguardan a funcionarios y no a las víctimas”.
Agregó que se trataba de una “protesta social, una protesta pacífica, no estamos agrediendo a nadie y nos impidieron el paso en un edificio público, lo cual es más que lamentable; queremos un Guerrero mejor y donde no haya un desaparecido más, una desaparecida más”.
La activista María Luisa Garfias Marín dijo que en estos actos “sentimos un vacío por la falta de doña Lupita y seguimos acompañando a las familias de los desaparecidos, como lo hizo doña Lupita en la búsqueda de su hijo y lo hizo hasta la muerte, hay y habrá otras mujeres que continuarán con su ejemplo y será recordada su lucha mientras haya un desaparecido en Guerrero”.
Marta Obeso Cazares, viuda de Armando Chavarría Barrera, manifestó que la desaparición forzada en Guerrero “sigue siendo uno de los flagelos más grandes y más graves, sigue derramándose sangre, sigue habiendo violencia y pareciera que no hay autoridad que haga frente a esta grave situación”.
Recordó que la señora Rodríguez Narciso organizó a unas 300 familias que buscan a sus familiares: “encabezó una lucha férrea contra autoridades corruptas e indolentes, encabezó la búsqueda de personas y encontró cuerpos en fosas clandestinas, de los que exigió su identificación y lo hizo a nombre de otras madres que buscan a sus hijos y ella en especial a su hijo Josué Molina Rodríguez”.
Posteriormente los Colectivos se trasladaron a la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac, donde colocaron una exposición de fotografías de sus familiares desaparecidos y donde hicieron un llamado a las autoridades federales y del estado para que se apliquen en una búsqueda efectiva y que se haga justicia.