Trinidad Zamacona López
“Este gobierno no ha sido ni será represor, es un gobierno de puertas abiertas, de dialogo y de conciliación con maestros, estudiantes, médicos y con toda la sociedad civil”
Hace algún tiempo eso que está en el encabezado lo expresó la Gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, y vaya que lo ha cumplido, recientemente los jóvenes estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, “Raúl Isidros Burgos” arremetieron contra las instalaciones de la 35 zona militar y contra el cuartel de los soldados en Iguala de la Independencia, sin que el ejército hiciera nada al respecto.
Existen voces que piden que se responda con balas, con la misma o quizás con más fuerza de que muestran los jóvenes al lanzar bombas molotov, en un gobierno que busca la paz la reconciliación no puede no debe de haber respuesta con más agresiones, la misma mandataria ha dicho que “el fuego no se debe de apagar con gasolina” Guerrero, no está para hacer una guerrera contra quienes buscan justicia, para quienes están inconforme con la desaparición de los 43 jóvenes en Iguala los días 26 y 27 del año 2014.
Quien busque la paz debe de tener en cuenta tres cosas; primero el reclamo viene de una injusticia, si bien los jóvenes no tenían mucho que ir hacer en Iguala, lo cierto es que nadie tenía el derecho de detenerlos y entregarlos a los grupos de la delincuencia en esa región, segundo; si bien ya está detenido Jesús Murillo Karam, y el General del Ejército, José Rodríguez Pérez, quien fue detenido por su presunta responsabilidad en los crímenes contra los normalistas de Ayotzinapa, por lo que se trata del primer militar de alto rango aprehendido por este caso, y de los que anuncio Encinas García, de que existían ordenes de aprehensión, contra mandos militares, ya está detenido uno pero no es suficiente, falta llegar hasta la persona que dio la orden de matarlos y desaparecerlos; y tercero antes que la represión el dialogo, antes que la reacción violenta, tolerancia; antes de juzgar hay que ponernos en sus zapatos; la sangre llama a la sangre, en este caso no se debe de dar.
En la mañanera de ayer el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, y el Subsecretario de Seguridad Pública Federal, Ricardo Mejía Berdeja, que el General del Ejército, fue detenido por su presunta responsabilidad en los crímenes contra los normalistas de Ayotzinapa, por lo que se trata del primer militar de alto rango detenido por este caso.
Este crimen es un tema obligado para todos, por ello es que las autoridades no lo sueltan, pero además anunciaron que el Juez que absolvió al ex alcalde de Iguala José Luis Abarca Velázquez y otros 97 implicados en los hechos será investigado conforme a los procesos establecidos en la ley, es decir que presentaran las quejas ante el Consejo de Judicatura del Poder Judicial Federal, para revisar la legalidad de los actos del juzgador, lo que deviene en buena manera de acuerdo a la justicia, la imparcialidad; queja que deberán de hacer quienes tengan el interés jurídico o legitimo para hacerlo, no este poder o estos funcionarios, sino los afectados, los padres de los 43, o bien los abogados defensores particulares, de lo contrario no será el camino jurídico que se debe de seguir para llegar a la verdad del porque la decisión de juez de absolver a los presuntos implicados en este caso.
Con el informe de Encinas Rodríguez, se ha reconocido que fue un “Crimen de Estado” muchas preguntas existen aún, con respuestas incompletas, pero ya se reconoció, aunque muchos dicen que es lo mismo; para el funcionario federal no lo es así, y dijo que “en realidad son 13 fuentes de investigación, entre ellas la Secretaría de Gobernación, Defensa Nacional, Secretaria de Marina, Secretaría de Seguridad Publica y Protección Ciudadana, el Centro Nacional de Inteligencia, la Guardia Nacional, procuraduría y fiscalía del estado de Guerrero, informes del GEI, CNDH”, entre otros, por ello sostuvo que es diferente a la verdad histórica, le daremos la duda razonable.
Pero además detalló en su informe que la llamada ‘verdad histórica’ se sustenta en que los estudiantes acudieron a Iguala a boicotear el informe de la presidenta del DIF en ese municipio, lo cual es falso, porque su objetivo era tomar camiones y al llegar a Iguala ya había concluido este evento e incluso el festejo en la plaza central, lo que había sostenido en el gobierno de Enrique Peña Nieto; el encierro en que se va a encontrar Murillo Karam, debe de dar por lo menos los primeros indicios de quien esta atrás de este atroz crimen, que tiene cansado a un pueblo del sur del país, metido en un sinfín de protestas, y que no aguanta más los actos de estos jóvenes; pero además encuentran en el Gobierno del Estado, dialogo y tolerancia para que no se agrave más el agravio de falta de justicia hacia los familiares de estos estudiantes.
El Subsecretario Encinas, dijo en su informe que la “verdad histórica” también señala que, tras esto, la policía entregó al grupo delictivo Guerreros Unidos a los estudiantes, quienes fueron ultimados e incinerados en el basurero de Cocula y sus restos depositados en bolsas de plástico vertidas en el río “San Juan”, lo cual, detalló el funcionario, no es cierto, “en ningún momento los estudiantes estuvieron juntos porque hubo un operativo que dispersó a los estudiantes en distintas regiones del perímetro de Iguala”.
Ahora bien con las protestas que hacen, comparto el reclamo de justicia, pero no compartiré jamás la forma de como la reclaman, con violencia afectando a terceros que nada tienen que ver, se comprende la indignación de los padres y estudiantes de esa escuela normal, sin embargo existen voces que piden que se cierre, según porque ahí existen grupos subversivos en esa institución, que no saben enseñar, que su fin es desestabilizar el gobierno, no importa de qué partido sean, lo importantes es hacerlo caer, nada más alejados de la realidad, este gobierno de la cuarta transformación les ha demostrado tolerancia, dialogo, comprensión, saben que este gobierno no es el responsable de lo que posó ese día, pero han encontrado un aliado de su reclamo y eso lo deben de valorar.
Reclaman justicia con violencia, con un ánimo de provocar al gobierno de que responda con más violencia, lo que no sucederá la Gobernadora tiene claro que el fuego no se apaga con gasolina, así lo ha declarado; por ello le apuesta a lo que acabamos de escribir.
Muchos de los que hoy leen mi columna no están en los zapatos de esos padres, no los voy a defender, pero si hablaré de la empatía que debemos de tener con ellos en su reclamo de justicia, la empatía es la “Participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona”
La paz comienza por una de las dos partes, ya comenzó por el gobierno, (no represión) (no persecución) no aceptarla seria como decir que se prefiere la guerra en donde no la hay, y no buscan la paz porque no son sus intereses, entonces si no se sientan a dialogar el pueblo no resistirá más, lo están provocando, y se descubrirá que los jóvenes son manipulados por otras personas y defienden esos intereses y no los suyo, que hay alguien atrás que no desea la paz, que no desea que llegue la justicia.
La paz es lo que anhelan los países que están en Guerra, aquí queremos que nos digan donde esta para que la protesta pare, o bien desaparezca, nada es imposible cuando se tiene un gobierno de puertas abiertas, que no caerá en provocación, es su mística, no agresión y no persecución.
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