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Radiografía de Seguridad

Armando Ríos Piter

EXCELSIOR

29.06.2020

Por una #SociedadHorizontal.

Desde que Calderón movilizó al Ejército en Michoacán, hasta el atentado de la semana pasada a Omar García Harfusch, secretario de Seguridad Pública en la CDMX, la crisis de violencia ha mantenido un incremento sostenido. Según el Inegi, entre 2007 y 2018 hubo poco más de 250 mil homicidios violentos durante las administraciones de FCH y EPN, a los que habría que sumar los 34,582 asesinatos ocurridos en 2019 ya con AMLO a la cabeza.

Frente a un cáncer que lastima a todos por igual, se mantienen dos posiciones plagadas de polarizante infantilismo. El “oficialismo digital” argumenta que el atentado contra el secretario capitalino es una muestra clara de que el gobierno federal está lastimando intereses de la delincuencia organizada; por su parte, la oposición señala que el país está fuera de control y que los hechos demuestran que AMLO no tiene capacidad de hacer algo al respecto.

Al arrancar la actual administración, se plantearon ocho vertientes en materia de seguridad. La estrategia proponía -además de la vertiente de seguridad con la Guardia Nacional- terminar con las causas sociales que originan el problema; desde la corrupción, la falta de educación y salud, hasta la construcción de una nueva política de drogas. Como en otros ámbitos, el gobierno de Morena tuvo el diagnóstico correcto, pero políticas públicas incorrectas.

En lo estructural, se presentaron contradicciones entre lo que se propuso y lo que se ha hecho. Se creó la Guardia Nacional para contar con una fuerza civil armada, pero tras permitir el apoyo del Ejército en tareas de Seguridad Pública, en los hechos se desatendió el mandato constitucional de la rectoría civil sobre la castrense. Aunque se dijo que se atenderían las causas que generan la violencia, hasta hoy el gobierno sólo se ha refugiado en transferencias y dádivas que tienen mas un tufo clientelar y electorero, que el de un cambio social de raíz.

En lo operativo, la liberación del hijo del Chapo Guzmán en Culiacán y el saludo a su madre en Badiraguato, han generado la percepción de un sesgo en beneficio del Cártel de Sinaloa. El sentir popular da cuenta de ello cuando las madres de desaparecidos en Veracruz le gritan al no bajarse a dialogar con ellas: “¡sólo atiendes a la mamá del Chapo!”.

Adicionalmente, se percibe un cambio de la política de “abrazos, no balazos” a uno de mayor confrontación contra los cárteles, tal vez en acuerdo con los Estados Unidos. Las reacciones empiezan a sentirse. Tras el golpe al CJNG mediante la operación “Agave Azul” en que la UIF bloqueó las cuentas de mas de mil 700 sujetos vinculados a esa organización criminal, el grupo delictivo asesinó a un juez y a su esposa en Colima. Tras la detención de familiares del líder huachicolero del Cártel de Santa Rosa de Lima, éste pone un coche bomba para hacer explotar la refinería de Salamanca.

La dinámica ha cambiado. Si originalmente la administración apostó por la negociación para apaciguar al país, hoy queda claro que ese equilibrio era totalmente inestable. Con un poder público fragmentado en municipios, estados y gobierno federal, no queda más que fortalecer las capacidades institucionales de inversión y coordinación, que cimienten el predominio permanente del Estado por sobre los grupos delictivos. No hacerlo, sería cometer el mismo error de los gobiernos anteriores.

Una propuesta puntual para complementar los esfuerzos federales, sería acordar a nivel nacional un impuesto especial que permita contar con recursos suficientes destinados a la contratación, capacitación y equipamiento de policías locales (estatales y municipales). Para que un esfuerzo así sea sostenido, será indispensable recuperar la confianza de la gente en los cuerpos policíacos y en la propia estrategia nacional. Las nuevas tecnologías pueden ser un gran aliado para promover información, comunicación y organización vecinal, especialmente en la generación de inteligencia preventiva, así como en el seguimiento y evaluación de los avances de una estrategia consensuada.

La #SociedadHorizontal que hoy crece en presencia, puede ser el verdadero aliado de un esfuerzo de largo aliento para combatir la inseguridad y acabar con la violencia imperante en el país. Trabajar con ella sería la única ruta que hoy le queda al presidente, si realmente quiere construir algo diferente.

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