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Piden sea reconsiderada la ruta trazada para la carretera Toluca – Zihuatanejo ya que afectaría gravemente a la zona serrana

RUTH TAMAYO

**Empresarios y ciudadanos expresan su preocupación por el cambio de ruta de la carretera Toluca-Zihuatanejo

El 16 de enero de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el Plan Carretero 2025, que incluye la construcción de la carretera Toluca-Zihuatanejo. Aunque la iniciativa fue celebrada inicialmente, el cambio de ruta propuesto ha generado decepción y preocupación entre empresarios y ciudadanos de la región de la sierra de Guerrero.

En un principio, se planteó que la carretera mejoraría la ruta existente Coyuca de Catalán-Zihuatanejo, atravesando la sierra de la región Tierra Caliente y la Costa Grande. Sin embargo, el proyecto actual contempla un trazo diferente, pasando por Paso de Arena-Aratichanguio-Bejucos-Coahuayutla y finalmente conectando con la carretera Zihuatanejo – Lázaro Cardenas en el tramo del municipio de La Unión.

Esta modificación ha generado diversas reacciones. Empresarios de la zona serrana, empresarios turísticos y un ingeniero han expresado su opinión al respecto.

El ingeniero y empresario Francisco Sotelo Luna, quien estuvo presente en el evento donde se anunció la obra, expresó su entusiasmo inicial por la ampliación de la carretera, destacando los beneficios que traería para la región. “Cuando escuché el anuncio, pensé en la necesidad de ampliar la carretera hacia el cerro, ya que no hay otra dirección posible”, comentó Sotelo.

Sotelo mencionó algunas posibles rutas que se han barajado, como Coahuayutla, La Unión o incluso Cuatro Caminos. Sin embargo, enfatizó que lo importante es que la carretera se desarrolle considerando tres aspectos fundamentales: el desarrollo económico de la región, el impulso al turismo y, en algunos casos, por cuestiones políticas.

El ingeniero explicó que la construcción de carreteras tiene un impacto directo en el desarrollo económico de una región, ya que facilita el transporte de productos y estimula el comercio. Asimismo, destacó el caso de Cancún, cuyo crecimiento turístico se vio impulsado por la construcción de carreteras que mejoraron su conectividad.

Sotelo también mencionó que la ampliación de la carretera podría generar un mayor flujo de turistas provenientes de Toluca, lo que beneficiaría a la economía local. No obstante, advirtió que es importante considerar el impacto que esto podría tener en la sierra, donde se encuentran comunidades que podrían verse afectadas por el nuevo trazo.

Un empresario del ramo turistico comento que la carretera actual, construida hace más de 35 años, ha quedado obsoleta y representa un riesgo para los usuarios debido a su deterioro y la inseguridad. La nueva carretera se presenta como una oportunidad para impulsar el desarrollo social y económico de la región, que ha sufrido un rezago histórico.

Sin embargo, el cambio de planes en el proyecto, que ahora evitará las zonas más necesitadas, ha generado dudas sobre su impacto real. Si bien la carretera podría beneficiar a Ixtapa-Zihuatanejo, se teme que no impulse el desarrollo de los poblados más marginados de la sierra y Tierra Caliente, que carecen de vías de comunicación seguras y eficientes.

La concentración de la actividad económica en el centro del país hace de Toluca un punto estratégico para conectar regiones rezagadas con oportunidades. La carretera, de haberse construido según el plan original, habría sido un detonante de inversión, proyectos productivos, empleo y turismo para estas zonas, mejorando la calidad de vida de sus habitantes.

Ahora, con el cambio de rumbo, se corre el riesgo de que la autopista beneficie principalmente a destinos turísticos ya establecidos, como Ixtapa-Zihuatanejo, sin atender las necesidades de las comunidades más rezagadas.

La comunidad de Vallecitos tenía la esperanza de que la construcción de la carretera Toluca-Zihuatanejo mejoraría significativamente la conectividad y el desarrollo económico de la región. Sin embargo, la noticia de que la autopista se desviará hacia la Unión ha generado gran decepción.

“No entendemos por qué se tomó esta decisión”, expresó Bulfrano Bravo Espino, empresario de la zona serrana. “La autopista beneficiaría enormemente a Zihuatanejo y a todas las comunidades de la sierra, impulsando el turismo y facilitando el transporte de mercancías”.

Los tres empresarios entrevistados coincidieron en que se debería crear una comisión entre hoteleros, asociaciones civiles y autoridades para dar seguimiento al proyecto, expresar sus opiniones y asegurar que se tomen en cuenta las necesidades de la población local.

Es fundamental que las autoridades reconsideren el proyecto y tomen en cuenta las necesidades de las comunidades más marginadas. La construcción de una carretera moderna y segura podría ser un detonante para el desarrollo de la Costa Grande, generando inversión, empleo y turismo.

Es importante que el gobierno federal reconsidere el proyecto y priorice el desarrollo de las regiones marginadas. La carretera Toluca-Zihuatanejo podría ser una herramienta poderosa para combatir el rezago histórico y brindar oportunidades a quienes más lo necesitan. No obstante, para lograrlo, es fundamental que se construya de manera que beneficie a todas las comunidades, no solo a unas pocas, concluyeron.

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