Ruth Tamayo Hernández
En Guerrero, arrecia la lucha por el poder
“Cuanto mayor es el poder, más peligroso es el abuso. Aquel que tiene más poder, es capaz de realizar las más grandes injusticias”: Edmund Burke.
Mis estimados, se calentaron los ánimos entre la clase política guerrerense, tanto del PRD-PRI, y Morena con sus aliados. Hay desazones entre los militantes de estos institutos políticos, pues varios de los seguidores de estos partidos están en desacuerdo con las decisiones de sus dirigentes nacionales y estatales.
Sin embargo, hay que establecer que el negocio de la política es de intereses. No en balde aprobaron los legisladores las alianzas interpartidistas, algo que antes eran impensables. En algún momento se dieron cuenta que la lucha entre partidos se recrudecería, en la medida en que fueran creciendo sus membrecías, y entonces ya no sería suficiente con el voto duro de cada instituto político para garantizar el triunfo.
Con las alianzas, coaliciones y candidaturas comunes, esa inercia se rompe y entonces se incrementa la competitividad de partidos y candidatos, quienes -ahora sabemos con claridad- siempre buscarán el poder por el poder y por eso olvidan sus principios ideológicos que antes los distinguían.
Se nos dice que nuestro sistema político es multipartidista y por eso la existencia de tantos partidos políticos a nivel nacional y aparte los del ámbito estatales. Los ciudadanos calificamos a este sistema como la “partidocracia”, pues en realidad vivimos una democracia secuestrada por los partidos y sus jefes políticos, que nos limitan la toma de decisiones al interior de ellos (ni sus militantes tiene el control), y se nos manda a las urnas a votar por las propuestas que ellos ya decidieron.
Los muchos partidos no garantizan, además, la democracia en México, porque en realidad tenemos grupos de poder enquistados en ellos, y cuando no les conviene simplemente migran de uno a otro, fenómeno que vemos en cada proceso electoral.
De esta suerte, siempre son un puñado de candidatos los que se lanzan por las candidaturas, por un partido u otro. Eso no importa. Aunque les digan “chapulines”, ellos van sin rubor por la conquista del poder.
No tienen caso que haya tanto partido político si al final van en coalición. Además, es un gasto multimillonario para los mexicanos, que no tiene caso que hagamos si al final van a simular y se van a unir.
Pero ya están en el campo de juego. Ya ustedes conocen la historia de cada alianza; ya saben quién va con quien. Saben qué partidos se unieron en los 15 que están en disputa en el proceso electoral de 2021, donde se renovarán gubernaturas, diputados locales, federales y alcaldías.
Cada alianza presume sus adhesiones. Por ejemplo, ayer Morena anunció que se suma a su coalición el partido Nueva Alianza, originalmente surgido del SNTE, bajo el liderazgo de Elba Esther Gordillo Morales. Hoy, La Maestra tiene su propio partido, por medio de su yerno, y falta por ver con quiénes harán alianza.
De entrada, la alianza de Morena-PVEM-PT-Nueva Alianza aplicará en Nuevo León, donde el PRD y el PRI van juntos, y el PAN y el MC por su cuenta.
Pero también aplicará a nivel nacional, y presumen que van por 4 de 4; es decir, que jugarán juntos por la gubernatura, diputados federales, locales y alcaldías. Ese ya es su eslogan de campaña en Nuevo León y seguro será el del Guerrero, donde también los dirigentes de Morena confirmaron la alianza con PVEM y PT.
Así mismo PRI-PRD, alistan sus cuadros para ir unidos también en las diputaciones y alcaldías guerrerenses. El plazo para registrar la candidatura de las coaliciones en los distritos electorales vence el próximo 30 de noviembre del presente año y los registros para ayuntamientos el próximo 15 de diciembre.
Sin embargo, como les decía, estos dos institutos políticos han sido muy criticados por su alianza, por parte de militantes y adversarios políticos, quienes juzgan esta coalición como “antinatura”, pero parece que se olvidaron que ellos también emigraron de esos dos partidos hacia Morena, donde la mayoría de militantes morenos antes fueron del PRD.
Incluso, muchos ex perredistas ocuparon cargos de tercer nivel por parte del partido del Sol Azteca, pero hoy son de los que hoy se sienten morenistas puros. Lo cierto es que les persigue una larga cola y por más que la escondan, se les mira de lejos; y hagan lo que hagan, ese estigma no podrá quitárselo fácilmente, así se afilien al Movimiento Regeneración Nacional y firmen el juramento de no robar, no mentir y no traicionar, pues eso no se quita firmando documentos, esos son valores que se maman, decía mi madre.
Pero, bueno, seguimos con el tema de las coaliciones. Puede que tengan razón los adversarios políticos que señalan que no se puede juntar el agua y el aceite, a propósito de la coalición PRI-PRD. Pero puede funcionar; estos dos partidos pueden ganar alcaldías y diputaciones locales, inclusive más que Morena, y tal vez por eso la guerra política contra esa coalición.
El PRD y el PRI están fuertes en Costa Grande y Costa Chica. Aunque digan que emigraron varios militantes perredistas a Morena, no es verdad, son más los amarillos que continúan en el Sol Azteca a pesar de los embates que han sufrido, y más en los municipios, en donde se vio la desbandada de perredistas hacia Morena.
Pero según dirigentes perredistas, se fueron a Morena los que ya obtuvieron cargos, y ahora van en busca de repetir. No están dispuestos a dejar que otros accedan al poder.
Pero lo malo de todo es en Morena no quieren a nadie que no sean ellos mismos, pues sienten que el Movimiento de Regeneración Nacional les pertenece y no dan cabida a otros. Existe un celo exagerado entre los militantes morenistas que iniciaron el movimiento en los municipios y que ganaron la presidencia de la República, con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza.
Y piensan los morenistas que van a lograr la misma hazaña que en la elección pasada, porque todas las encuestas ponen a Morena en los cuernos de la luna. Bueno, supongamos que así sea, que Morena se lleve la gubernatura en Guerrero, como indican las encuestas, pero la elección municipal es muy distinta a la estatal; en los municipios, la gente va a votar por el mono, pues en los municipios se conoce de cerca la gente y la mayoría sabe de qué pie cojea cada candidato, y eso influye mucho en una elección municipal.
Les pondré un ejemplo claro como el agua clara: en Zihuatanejo ganó la alianza PVEM-PRI, con Jorge Sánchez Allec a la cabeza, pese a que a nivel nacional Morena arrasó incluso en municipios donde no tenía candidato. También ganó en distritos donde sus candidatos se dieron el lujo de ni siquiera hacer campaña. Ganaron por default, gracias al Efecto Peje.
También es cierto que la gente está más despierta y ya saben votar, pues en la elección pasada varios electores votaron cruzado, y en lo local votaron por su candidato preferido, aunque en la elección presidencial y para diputados federales y senadores hayan votado por otra opción. Eso se refleja en los resultados en Guerrero, donde pese a que es el estado más lópezobradorista, PRI y PRD gobiernan más de la mitad de los municipios.
Lo que también es verdad es que, en lo local los presidentes municipales jalan al candidato a diputado local de su distrito, y el mayor ejemplo es Cervando Ayala, quien jugo el Distrito 12 por el PRD. No tenía nada con qué ganar; sin embargo, lo jaló Sánchez Allec, quien ganó el municipio de Azueta con al menos 23 mil 300 votos (un triunfo histórico presumió los tricolores).
Ahora van aliados los priístas y los perredistas, y ese puede ser factor importante para que el tricolor mantenga el poder en el municipio de Zihuatanejo. Si permiten que Jorge Sánchez se reelija y encabece la coalición PRD-PRI, tienen muchas posibilidades de mantener la presidencia azuetense, aunque en una entrevista el alcalde dejó ver que primero espera a que se defina el candidato a la gubernatura, para decidir si se reelige o no. Expuso que no eran los tiempos; “vamos esperar”, dijo.
Agregó: “Lo cierto es que tres años no son suficientes para que una administración resuelva los problemas que padecen los municipios, pero sí nos invitaran a participar y hay consenso de la gente y condiciones para una segunda vuelta, claro que sí, participo con mucho gusto.”
Pos sí, como decía mi padre, ni modo que no. Sánchez Allec tiene todas las condiciones a su favor, y puede ganar la reelección. Pero como le dije antes, en política no hay nada escrito, ni tampoco hay enemigo pequeño. La política es como el futbol, no hay un ganador hasta que pita el árbitro el final del partido. Así que nadie se sienta ganador en esta elección, pues ni siquiera sabemos cómo vamos a acabar con este canijo coronavirus que nos tiene paniqueados y quebrados a todos. Y aunque los tiempos son diferentes, nada volverá a ser igual que antes; entonces, más vale estar prevenidos.
Pues el panorama no pinta bien para ninguno, y peor si siguen dándose golpes bajos entre políticos y señalándose de ladrones en redes sociales mediante perfiles falsos. Eso no ayuda en nada en la democracia; por el contrario, se vuelva más tenso el ambiente político, y le mera verdad los tiempos no están para que estemos como perros y gatos peleándonos por todo y menos por un político. Ya ven lo que dice el dicho, los políticos son iguales en todas partes. Prometen construir un puente incluso donde no hay río. Jejeje. ¡Feliz jueves, mis estimados!