Ruth Tamayo Hernández
En Guerrero en vez de retroceder al confinamiento, endurecer las medidas
“Educar la mente sin educar el corazón no es educación en absoluto”: Aristóteles.
Mis estimados, como balde de agua fría cayó a los guerrerenses lo dicho por el gobernador Héctor Astudillo Flores, en el sentido de que Guerrero se encuentra en el límite entre semáforo naranja y rojo, y que si no paramos los contagios por Covid-19, nuevamente pararemos las actividades.
Y es que el coronavirus sigue avanzando en algunos municipios del estado, y cobrando nuevas víctimas cada día.
Las cifras de contagiados están al alza en prácticamente todos los municipios, pero preferentemente Acapulco, Chilpancingo y Zihuatanejo.
En el municipio de Azueta, el esfuerzo de mucha gente durante casi 100 días, se fue a la goma, pues muchas personas guardaron la cuarentena, y hoy el puerto de Zihuatanejo está a centímetros de volver a semáforo rojo. De verdad, qué lamentable
En este espacio lo advertí. El puerto es chico, hay mucha pobreza en Zihuatanejo, en la periferia viven las familias en casitas de madera pequeñas que no cuidan la sana distancia, por el lugar que es chico; y por otra parte, por la necesidad de salir a buscar el pan de cada día.
Sin embargo, ya ni llorar es bueno. Zihuatanejo está entre los tres municipios de Guerrero con cifras altísimas de contagios de Covid-19, y también somos un municipio que puede regresar a semáforo rojo, en cuanto las autoridades determinen que eso es lo que procede para frenar la pandemia.
Lo triste del cuadro es que eso significa retroceder al encierro y volver a cerrar los negocios con actividades no esenciales, así como las actividades turísticas, como hoteles, restaurantes y, desde luego, las playas, que a lo largo de 2 semanas se han visto poco a poco saturadas de visitantes, que simplemente no tienen idea de lo que es guardar sana distancia o usar cubrebocas, como si en sus lugares de origen no hubieran tenido que cumplir con esas normas.
Aunque expertos en la materia afirman que el virus no se irá pronto, que seguirá entre nosotros por largo tiempo, pero lo más seguro es que hasta dentro de tres años podamos tener un respiro, pues es el tiempo en que se espera se desarrolle una vacuna, que nos ayude a evitar los contagios.
El tema sigue siendo complicado, ya que la estrategia de cerrar ambos sectores en México, aunque fue positiva para frenar la curva de contagios y a la vez se salvaron vidas humanas, hubo pérdidas incuantificables y daños irreparables en la economía.
Sin duda que, al levantar el confinamiento en el estado de Guerrero, el incremento de casos era un riesgo que debíamos asumir, tanto el gobierno como la sociedad.
Sin embargo, como sociedad, no lo asumimos y hoy el estado suriano está a centímetros de volver al encierro, pues el dato de los expertos cimbró al gobierno y a la sociedad, ya que el virus no es algo temporal y por lo mismo tenemos que aprender a disciplinarnos.
Tres años es demasiado. En lo encuentran una vacuna, seguirá siendo un riesgo; entonces, las autoridades están obligadas a buscar otras estrategias para detener el alza de los contagios del virus en estados y municipios, sin obligar a la sociedad a volver al confinamiento.
Pueden, por ejemplo, endurecer las medidas sanitarias, pues al volver a cerrar ambos sectores, podría haber un colapso social y económico mayor al que dejó el confinamiento de casi tres meses, cuando por orden federal pararon las actividades en ambos sectores.
Las pérdidas económicas son incuantificables y hay más de 500 mil desempleados.
Además, que el sector de la micro y mediana empresa, así como hoteles, restaurantes, entre otros, y la misma sociedad, no acatarán la orden de volver al encierro, al menos en los municipios del estado. Seguramente querrán seguir dando servicios, aunque corran riesgo de contagios, porque ya tocaron fondo.
Guerrero, pues, y los guerrerenses, se cuecen aparte. Varios no acataron la orden de confinamiento la primera vez, ahora menos van a obedecer para volver al encierro.
Imposible que la gente acepte volver a encerrarse. Y es que, en algunos municipios del estado, en donde cerraron por completo los pueblos, de todos modos hay contagios del virus. Eso quiere decir que, aunque se guarde la gente, la pandemia les va a llegar, porque es algo invisible, porque es un virus que no vemos, y solamente podemos ver sus estragos en la enfermedad, pero sus síntomas se parecen a los que producen otras infecciones, y además son distintos en cada persona. Entonces, imposible que podamos frenar algo de ese tamaño.
Hay personas contagiadas de coronavirus, aún en los pueblos que se encerraron; incluso fallecimientos. Solamente se tienen 4 municipios de los 81 del estado, libres de contagios, y eso está en veremos, porque lo más seguro es que mueran “de otra cosa”.
Con esto no quiero decir que se pueda infringir la orden oficial, pues el tema es de salud pública, es salvar vidas.
Pero si bien es cierto que con el plan del confinamiento por parte del gobierno disminuyeron los contagios en varias partes del país, pues fueron varias semanas de encierro y pánico, según expertos aún estamos muy lejos del final del Covid-19.
Por tanto, el escenario del virus se complica demasiado y volver a encerrar a la gente no garantiza que paren los contagios del virus. Repito, aunque sabemos que es con la finalidad de salvar vidas humanas, la disposición oficial de retornar al color rojo del semáforo epidemiológico, es riesgosa sobre todo en lo económico y social.
Entonces, el retroceso no es buen consejo para los gobernantes. Apostar al buen comportamiento de la gente también es riesgoso, es posible que no funcione, por la indisciplina de la gente; sin embargo, si el gobierno tiene que endurecer las medidas, que las endurezca, pero que no vuelva el encierro, pues se agrandarían las pérdidas, sobre todo en la industria turística, que ha sido una da las más afectadas por la pandemia.
Por eso, la iniciativa privada pide al gobierno que incentiven la recuperación del sector turístico, el presidente de la Asociación de Secretarios de Turismo de México (Asetur), Luis Humberto Araiza, expuso que el sector turismo en México ha sido el más afectado por la crisis causada por el Covid-19; dijo que la pandemia limitó el capital de trabajo del sector.
El dirigente indicó que, desde el inicio de las medidas de confinamiento y aislamiento social a la fecha, el consumo turístico ha caído cerca de 1 billón 600 mil millones de pesos y está en riesgo de perderse 1 millón de empleos.
Por cierto, la Secretaría de Turismo estatal, refirió que el destino Ixtapa-Zihuatanejo, en la nueva normalidad alcanzó el 20.4 por ciento de ocupación hotelera el pasado sábado, ya poco a poco vuelve el turismo al destino; sin embargo, también llegan las desgracias, pues en cuanto abrieron las playas se ahogaron dos vacacionistas en playas de este puerto.
Es increíble que los vacacionistas vengan al destino y entren a la playa a nadar, aun cuando ven las olas altas, por el mar picado y porque es mar abierto. No miden el peligro los turistas y no respetan las banderas.
Muy lamentable noticia, pues de a tiro fueron dos los ahogados: uno en playa de Ixtapa y otro en Playa Blanca.
Tristemente hay turistas que vienen a suicidarse al destino de playa, no miden el peligro, y luego de las tragedias culpan al gobierno, se quejan que no hay salvavidas; no obstante, aunque haya salvavidas, los vacacionistas no obedecen cuando les piden que no entren al mar; peor si están alcoholizados, no entienden, se meten de todos modos. Incluso, olvidan que llevan niños por estar bebiendo y los peques andan solos en la alberca. Han ocurrido varios incidentes con los niños, porque sus padres los dejan solos, se han ahogado los peques. Por eso empresarios y restauranteros exigen que las autoridades empleen un reglamento para vacacionistas que sea riguroso, y el que ande alcoholizado en la playa y quiera entrar al mar, sea retirados de la playa con la fuerza pública. Mejor que terminen su cruda en la cárcel y no ahogados, pues cuando se ahogan perjudican al destino, dijeron.
Bueno, ya encarrerados, que armen las autoridades dos reglamentos uno para los bañistas alcoholizados, y otro para que las personas usen cubrebocas y gel para evitar contagios del coronavirus. Que haya medidas drásticas para todos, multas altas. Es el bolsillo el que más duele a la gente, todo sea por no regresar al confinamiento, y siga abierto el destino. Recuerden, es por el bien de Ixtapa-Zihuatanejo ¡Feliz lunes para todos!