Ayer me estaba preguntando, qué pasará dentro de 100 años cuando la gente lea la historia sobre esta pandemia, un virus que llegó al mundo, que hizo que todo se parara y que los países cerraran fronteras, que muchas personas no creían en él y que otras seguían saliendo a restaurantes, reuniones o fiestas teniendo el conocimiento de que había gente muriendo en otras partes del mundo o incluso a tan solo unas cuantas calles, ¿qué es lo que pensarán de nosotros?
El pasado domingo 14 de junio el presidente de Francia, Emmanuel Macron dio un anuncio para toda la nación, declaró que a partir de el lunes 15 de junio en todo Francia, a excepción de Mayotte y Guyane, zonas que aún continúan estando en naranja, es decir con el virus muy activo ; podrán abrir los cafés y restaurantes, no solo las terrazas, se abren las fronteras en Europa y a partir del primero de julio, sera posible viajar fuera de la unión europea pero únicamente en los países en donde la epidemia esté controlada.
A partir del 22 de junio todas las escuelas recuperarán el ritmo escolar, obviamente con las medidas necesarias para mantener todo muy higiénico y la distancia necesaria entre las personas.
La segunda ronda de las elecciones municipales, la cual fue interrumpida, se realizará el 28 de junio, las visitas a los asilos y lugares de rehabilitación abrirán para poder visitar a sus seres queridos.
El presidente mencionó que es momento de regresar a la vida, cultivarse, divertirse y trabajar, « es momento de recuperar Francia », igualmente recalcó que el virus sigue, es probable que las personas puedan enfermarse, tendremos que vivir con él durante un tiempo y tomar las precauciones correctas para continuar, este verano 2020 será diferente y debemos estar preparados por si regresa con mayor fuerza el Covid-19.
Les recuerdo que el presidente de Francia anunció el 16 de marzo el comienzo del confinamiento, el 13 de abril extendió un mes y dio la fecha del 11 de mayo para terminar poco a poco con estas restricciones.
Después de esta fecha se fue retirando el permiso escrito para salir; en el cual escribías toda tu información, hora, fecha y motivo por el cual estabas saliendo, si no lo llevabas tenías una multa.
Comenzaron a estar permitidas las reuniones sociales de máximo 10 personas, abrieron las terrazas, crearon nuevas reglas como tener gel antibacterial en todas las tiendas, un número determinado de clientes en cada establecimiento, uso obligatorio de cubrebocas en el transporte público, adaptando a la población a las medidas que seguramente tendremos durante mucho tiempo.
En este periodo he vivido nuevas experiencias como ir al salón para cortarme el cabello y no poder quitarme el cubre bocas, esperar 20 minutos para entrar al súper por la cantidad de personas que hay dentro, tener nuevas reglas como el uso obligatorio de gorra para nadar en una alberca, ver como algunas personas entran en pánico por darles la mano, policías en los parques vigilando la distancia entre las personas, incluso en los famosos picnics o reuniones, la gente no quiere compartir salsas o deeps porque al morder el totopo y volver a meter en la salsa, la contaminas para todos.
Son cosas a las que nunca les puse atención, tengo la necesidad de sacar mi gel antibacterial y limpiarme las manos continuamente, llevo mi cubre bocas a todos lados, son nuevos hábitos que seguramente practicaré durante un largo, muy largo tiempo.
Sin duda alguna tendremos que regresar al ritmo normal de la vida, con nuevas reglas y con distancia, muchas personas no están siguiendo las reglas y otras llegan a casos extremos, es por eso que me pregunto que dirán dentro de 100 años, cuando lean nuestros compartimientos y medidas, ¿nos verán como nosotros vemos a los que practicaban sacrificios?, ¿estaremos en lo correcto de retomar el ritmo de nuestras vidas?, solo el tiempo nos dará la respuesta.
RUTH MOREL0S
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