Trinidad Zamacona López
“El gobernar un país siempre tiene sus riesgos, los apodos los insultos pero sobre todo, cuando el mismo mandatario da motivos para que se lo diga, físico, estatura, leguaje, son muchas las razones para hacerlo, lo bueno sería el respeto”.
Por muchos años los gobernantes llegan al poder con cierta popularidad, al paso de los días, los meses y años, ese cargo empieza a hacer sus estragos, es decir existe un desgaste, el poder absorbe, vuelve soberbio a ese ser humano que en campaña a todos mundo saludaba, abrazaba y hasta besaba con tal de ganar la simpatía.
De ahí que el físico, la forma de hablar, la estatura, la forma de vestir y sobre todo el cómo trata a los que gobierna es que se le ponen los apodos, como una forma de burlarse de él, pero en si es una forma de decir que no se está agusto con su forma de dirigir el país.
Recientemente salió a los medios de comunicación, una iniciativa de los diputaos federales, en el que se pedía o proponía que a cada ciudadano que insultara al Presidente Andrés Manuel López Obrador, se le multara por ese hecho de hacerlo.
Aunque el mismo –Presidente– se dijo sorprendido por la aprobación de la iniciativa que pretende cuadruplicar las multas a las personas que injurien al mandatario federal, así como a otros servidores públicos, como son los Ministros, legisladores, gobernadores de los Estados y los secretarios de Estado.
Basándose en que el promueve la libertad de expresión, “en cuanto llegue a mis manos la voy a vetar” así lo sentencio en la mañanera del día 15de febrero.
Esa propuesta está en la Ley sobre delitos de imprenta, la cual promueve sanciones por ataques a la moral de funcionarios púbicos.
Según ese proyecto de decreto que hizo irritar a López Obrador fue aprobado por la Comisión de Gobernación y Población de la Cámara de Diputados que preside el priista Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito” la tarde del 14 de febrero.
Esto daría cabida para reformar diversas disposiciones de la Ley sobre Delitos de Imprenta, vigente en nuestro país, y para actualizar las multas establecidas en pesos y que las mismas sean cuantificadas en Unidades de Medida y Actualización (UMA), que equivale en la actualidad a 103 pesos 74 centavos, por insultar al –Presidente– multa que no se sabe que autoridad la debería de imponer, como se haría el cobro y a donde iría ese dinero.
Para esto el Diputado Ignacio Mier Velazco, afirmó que la iniciativa para incrementar las multas a quien injurie al –Presidente– de la Republica “no pasará” y no se aprobara en el pleno de San Lázaro.
De hasta cuatro mil 149 pesos a quien injurie al mandatario, si lo propone el artículo 33 de dicha ley, en el acto de ejercer sus funciones o con motivo de ellas.
Desde el año de 1824, hasta la actualidad nuestro país, ha tenido 67 Presidentes, incluyendo a Andrés Manuel López Obrador. Hablamos desde el primer Presidente oficial que fue Guadalupe Victoria, cuyo nombre verdadero fue el de José Ramón Adaucto Fernández y Félix.
Según registra la historia, el mejor Presidente que ha tenido México, fue Benito Juárez García. “por la leyes de reforma” eso fue un conjunto de normas promulgadas después de la revolución de Ayutla, con el fin de separar a la iglesia del Estado.
Pero echemos un vistazo a los mandatarios federales, como o de qué forma se les ha insultado, según Max Carranza, de sopitas.com; a Francisco I. Madero, le decían o llamaban “Panchito” o el “Enano de Tapanco” según el articulista “Tapanco” es un lugar en donde se guardan las cosas inútiles, también le apodaban el Pingüica, en honor a una planta que no crece mucho, es enana, según escribe.
Al jefe de la Revolución Mexicana, Venustiano Carranza, el “barbastenango” esto en burla de su barba, ya que fue asesinado en Tlaxcaltenango, además de que según el periodista le gusta lo ajeno, es decir robar, por ello es que a la fecha se puede decir que Carrancear, es sinónimo de robar.
Al mandatario Álvaro Obregón, le apodaban el 15 uñas, era la burla por haber perdido un brazo.
A Plutarco Elías Calles, le apodaron el “Turco” por su ascendencia Libanesa.
A otros les apodaron el pelele I, pelele II, y pelele III, estos fueron los mandatarios del Maximato, que van de 1928 a 1934. Otro más Abelardo Rodríguez, el nopal, por baboso, a Pascual Ortiz Rubio, “El problema de Einstein”, Emilio Ortiz Rubio, “ahí viene el Presidente, pero el que manda vive en frente”, esto porque Plutarco Elías Calles, vivía en el mismo Castillo de Chapultepec.
Lázaro Cárdenas, le apodan el trompudo, el tata, el agarrista, porque repartía la tierra; a Manuel Ávila Camacho, el “Buche” por su gran papada. A Miguel Alemán Valdez, le apodaban “el cachorro de la revolución” su adversarios lo llamaban el “cacharro” además a él le empezaron a llamar “corrupto”. A Adolfo Ruiz Cortines, le apodaban “La Antigua Reliquia Colonial” esto por su avanzada edad al asumir el cargo.
Al Presidente Adolfo López Mateos, según el autor le apodaban el “Mangotas” por sus brazos cortos, y su sastre siempre que se compraba un traje se lo arreglaban a la medida de sus brazos. A Gustavo Díaz Ordaz, le apodaban el “Pozole” por lo que este guiso solo trae trompa y oreja. A Luis Echeverría Álvarez, le apodaban el “Baboso” y decían que en los pinos era la casa de los sustos, porque la rondaba un hombre sin cabeza, en referencia al mandatario.
A José López Portillo, le apodaban “El Tractor” porque vino a reemplazar al buey. También el té de manzanilla, porque caía bien pero no servía para nada, también el “Perro” por la frase de que “defenderé el peso como un perro”
A Miguel de la Madrid, “El licuado de 100 pesos, porque el de a 200 si llevaba huevos, “el ratón miguelito o el Morelos I, en relación al satélite mexicano por estar siempre en órbita. A Carlos Salinas de Gortari, el “Hormiga Atómica” por su calvicie, Topo Gigio, por sus orejas, el Químico, porque de físico no tenía nada. A Ernesto Zedillo, le decían “Snoopy” por ser el perro de Carlitos, también “Titino” por ser muñeco de ventrílocuo, la esfera por adornar los pinos.
Llegó Vicente Fox, “la Cebra” por ser burro que se rayó con la presidencia. A Felipe Calderón, le apodaban el “Medio Metro” por su estatura, -López Obrador- le puso el mote de espurio, pelele, lipe, porque todo mundo le perdió la fe, y el Tomandante Borolas.
A Enrique Peña, le apodaban el “Copetón, Henry Muster o Gel Boy” pero al actual mandatario se le han apodado de diferentes maneras, pero uno que ha pegado muchos es el “cacas” “el cabecita de algodón” “el mago” en fin son muchos los apodos que aún tiene que aguantar el mandatario federal, gracias al artículo de Max Carranza, supimos de los apodos que se le han puesto a los mandatarios de México.
La libertad de expresión debe de prevalecer, es un derecho humano, decir lo que se siente de los gobernantes, el único límite es no meterse en su vida privada, y eso lo deben de entender. Gobernar un país siempre tiene sus riesgos, los apodos los insultos pero sobre todo, cuando el mismo mandatario da motivos para que se lo diga, físico, estatura, leguaje, son muchas las razones para hacerlo, lo bueno sería el respeto.
Pero
contempla un castigo para quienes cometan ataques contra el orden y la paz pública y propone sancionar las injurias al presidente de la República con multa que va de cinco a 40 UMAs; es decir, una multa de hasta cuatro mil 149 pesos.
ello es que muchos integrantes de la sociedad, piden que los abogados, debe de tener ética, y se entiende por este concepto como la “Actuar éticamente implica, entonces actuar acorde con las normas y reglas de comportamientos impuestas por la sociedad que nos rodea, por eso la ética vive en cada ser humano sea cual sea su profesión y su entorno” esto aplica a toda los seres humanos.
Ahora diremos que “El abogado debe obrar con probidad y buena fe. No ha de aconsejar actos dolosos o afirmar o negar con falsedad, hacer citas inexactas, mutiladas o maliciosas, ni realizar acto alguno que estorbe la buena y expedita administración de justicia”.
El día de ayer dijimos que los efectos del fallo del plagio de la tesis de la Ministra en funciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, son que sus actos o resoluciones son nulas de pleno derecho, y que los afectados pueden recurrir al amparo, con la declarado de la FES Aragón, y con el comunicado de la UNAM, sus actos dependen de un procedimiento político, en caso de que no quiera renunciar por ética profesional.
Sigo sosteniendo que la UNAM, está escurriendo el muerto, ya que son las instituciones de educación superior las que otorgan el título, porque el alumno cumplió con todos los requisitos, cursó las materias, termino los ciclos escolares, y de ahí viene las modalidades en las universidades públicas y privadas, si el estudiante tuvo una calificación de 10, 9 o bien 8, no realiza tesis, se va a titular por promedio, sucede en muchas de ellas, si no es así, tiene el EGEL, o bien la tesis, que fue el caso de la estudiante Esquivel Mossa, y Edgar Ulises Báez Gutiérrez; la UNAM en este caso, siendo la institución que otorga el título de licenciado, por facultad de su legislación, si puede declarar nulo dicho documento y en su defecto cancelarlo por lo fraudulento de su obtención, con todas las consecuencias que esto traiga, vale más el prestigio, que ser señalado de corruptos y fraudulentos.
Sin embargo la cedula profesional, que es el resultado del proceso de titulación, le correspondería a la Secretaria de Educación Pública, porque es la Dirección General de Profesiones la que otorga dicho documento, mismo que registra en un libro de gobierno, porque quien hace el trámite, presentó el título que le otorgó una institución de educación superior. Por eso es que la UNAM, escurrió el muerto de nuevo, al enviar el expediente a la SEP, para que esta en el uso de sus facultades actué en consecuencia, cuando pudo ser la misma casa de estudio el determinar lo que acabamos de escribir, pero no lo hizo, y sus razones tendrá, no quiso entrar al conflicto con el jefe de Palacio Nacional, por ello no declaró nulo el proceso para obtener el título, así como el mismo documento, lo que dejaría huérfana la cédula profesional, y con eso la SEP cancelaria en su libro de registro dicha cedula con carecer de los requisitos para su otorgamiento.
Bueno pues con la determinación del día miércoles, el mismo jueves en la mañanera, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, no hizo esperar, en la respuesta a tal determinación, mañanera de ayer dijo, “como Poncio Pilatos, el Rector Enrique Graue, se lavó las manos” sin embargo aseveró que esperan tener una resolución el día lunes, esto para que les dé tiempo de ver legalmente como está la situación, pero no vamos a evadir si tenemos responsabilidad de actuar” e incluso dijo que el Tribunal Universitario debió emitir una recomendación si es válido o no el título, quieren que seamos nosotros los que decidamos, pero no hay ningún problema lo vamos a analizar” hasta aquí la cita, y tiene toda la razón debió haber sido la UNAM, después de tener el dictamen del Comité de Integridad Académica y Científica, mediante un proceso en el Tribunal Universitario, iniciar el proceso con las garantías al debido proceso, declarar nulo el título, pero cabría decir que el mismo rector dijo que no tiene facultades para quitarlo, quizás se refiere a que Esquivel Mossa, ya no es alumna en activa de la UNAM, quizás no, lo que quiso decir en realidad es que no pueden porque no quieren conflictuarse con el mandatario federal.
Por otro lado, algunos juristas como Eduardo Rusconi, dicen que si tiene facultades la UNAM, de acuerdo al artículo 97 fracción II, el cual establece que; Artículo 97.- Los alumnos serán responsables particularmente por el incumplimiento de las obligaciones que les señalen los reglamentos que menciona el artículo 87, y por actos contra la disciplina y el orden universitario: II. El alumno que haya prestado o recibido ayuda fraudulenta en las pruebas de aprovechamiento, será suspendido hasta por un año, sin perjuicio de la nulidad del examen sustentado;- mismo que se encontraba vigente en el momento del plagio, pero en este caso habla de alumnos, la Ministra ya perdió esa calidad. Otra opinión fue la de Eduardo Andrade, ex funcionario de la UNAM, declaró a los medios que la UNAM, no tiene facultades y de un marco legal apropiado para revocar el título profesional de Esquivel Mossa.
Pero se van en sus declaraciones de Rusconi, en la fracción VII del artículo 3º de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, señala lo actos administrativos, y dice que el título que expidió la universidad tiene ese carácter, y que deben ser expedidos “sin que medie error sobre su objeto, causa o motivo, o sobre el fin del acto”. Claro si tomamos en cuenta que la expedición de los documentos de las universidades del país, son actos administrativos, solo que hay que tener en cuenta que son entes autónomos, en donde el Estado, respeta ese principio constitucional.
De crear una norma la UNAM en estos momentos para retirar o cancelar el título que ostenta actualmente la Ministra Jasmín Esquivel Mossa, no podrá aplicársele, pues trastocaría el artículo 14 de la Constitución Federal, el cual establece que “a ninguna Ley se le dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna” principio de irretroactividad de la norma.
De iniciarse un procedimiento en el Tribunal Universitario, solo por el dictamen que emitió la FES, Aragón, ratificado por la UNAM, deberán de brindarle las garantías al debido proceso A Jasmín Esquivel Mossa, pero nos preguntamos, ¿Qué norma le van a aplicar? Por eso es que escurrió el muerto el Rector de la UNAM, ya dijo que es plagio, pero que resuelva la SEP, para que contra ese acto se ampare la Ministra, es mejor exhibir a la dependencia federal que al Tribunal Universitario.
Sin embargo la separación de la Ministra ya dijimos son dos caminos, que ella renuncie, o que se le inicie el juicio político, lo que sería el camino más viable, pues ahí se le aplica la Constitución Federal, el capítulo de responsabilidades de los servidores públicos; de ahí explorar otras formas de separarla solo sería allanarle el camino de las impugnaciones, que resolverían sus compañeros del Poder Judicial de la Federación, y se duda que actúen con imparcialidad, como es el caso de la SEP, dependencia que tiene en sus manos la papa caliente, que soltara solo para darle gusto al de Palacio Nacional.
Los Ministros han guardado un silencio sepulcral de un problema mayor de una de sus compañeras, no quieren cargar con la culpa, mejor calladitos se ven más bonitos, no vaya a ser que la UIF les arme un expediente en 6 horas y lo resuelva en seis días, como fue el caso de la denuncia que inició la Fiscalía Capitalina, veremos cuanto aguantan el desprestigio de la sociedad de México.
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