Trinidad Zamacona López
“Si el árbitro de un partido no saca tarjetas o no amonesta a uno de los jugadores, el triunfo puede ser cuestionado por su parcialidad”.
Esto que he encabezado al inicio de mi opinión me refiero a que en las democracias modernas los árbitros que no se toman las molestias de amonestar a los demás contendientes, entonces diéremos que si existe algún ganador ese resultado puede ser cuestionado por los perdedores eso es lo que está pasando con el resultado de la elección del domingo 2 de junio.
La aceptación de un buen gobierno se demuestra en las urnas, que sea que se le ratifique o se le castigue, el famoso voto de castigo, ahora bien en las elecciones de este domingo 2 de junio, en las que resultó electa Claudia Sheinbaum como la virtual primera presidenta de México, después de 200 años, el nivel de participación ciudadana en urnas osciló entre 60 y 61.5% de los mexicanos en posibilidad de votar, un interés en las urnas menor que el de 2018, en el que resultó electo el hoy mandatario Andrés Manuel López Obrador, con él en la boleta electoral hace seis años participaron 63.4% de los ciudadanos en la Lista Nominal de Electores (LNE) y por tanto el abstencionismo en la elección presidencial fue de 36.6%. Este domingo entre 40 y 38.5% de los mexicanos enlistados no acudieron a las urnas, los motivos o razones son diversas.
El conteo rápido, que no fue tan rápido que digamos, pero que realizó el Instituto Nacional Electoral (INE) y dio a conocer la consejera presidenta Guadalupe Taddei ya muy noche el domingo, estimó que alrededor de 60 millones de votantes emitieron sus sufragios tanto a favor de Sheinbaum como de sus oponentes Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez. Por lo que se considera la votación más alta que se haya registrado en una contienda presidencial.
Se duda del árbitro, por las razones que los partidos encuentran no ajustado a derecho, la forma en que se tardó en dar los datos del Programa de Resultados Preliminares, por ello por salir tarde se empieza a sospechar que se pudieron manejar los datos de los resultados.
Existe la suspicacia en el sentido de que varios datos que tiene los representantes de casillas no coinciden con los que arrojó el PREP, pues en una revisión hecha por los partidos políticos estos no coinciden.
La candidata opositora Xóchitl Gálvez, pide el recuento de por lo menos el 80% de las casillas, la Presidenta del INE Guadalupe Taddei, dice que solo será del 60% de las mismas, he ahí en donde está también la duda, si el resultado es abrumador como se dio a conocer a que se le tiene miedo, la certeza es el principio fundamental del derecho electoral claro tiene otros pero este es al que se refiere a que todos los actos que realice la autoridad electoral deben de gozar de certeza, que no quede duda que lo que hace es apegado a la legalidad, lo que INE realizo de retardar el anuncio del PREP, eso es lo que ya no genera este principio en los resultados, porque tardar tanto, si se supone que las empresas contratadas para ese fin tienen la mejor tecnología para no fallar el día de las elecciones y en esta ocasión fallaron, por ello es que la oposición en su pleno derecho está pidiendo que se abran los paquetes electorales en el 80% de ellos y la autoridad dice que solo el 60% se podrá abrir, lo que conlleva a pensar mal en esa determinación.
Además de que seguramente van a invocar las más de 37 veces que el INE le pidió al inquilino de palacio nacional que no se metiera en la contienda o que modificara los videos en los que aparece hablando de la elección y de su candidata, por ello es que el árbitro no amonesto a uno de los jugadores en la cancha.
No veo como se pueda revertir ese gran porcentaje que le sacó Morena a los de coalición “Fuerza y Corazón por México” con el 95% de las actas computadas Claudia Sheinbaum se ubica con el 59% Xóchitl Gálvez con el 28% y Jorge Álvarez Máynez con el 10%; es decir la candidata guinda le sacó un 31% de ventaja y de las encuestadoras que más se acercaron a este porcentaje fue Covarrubias/Heraldo, Mendoza y Blanco y Demotecnia, la que si falló mucho fue Massive Caller que le daba a la alianza opositora un 1% en su favor, lo que seguramente ya no va a tener muchos clientes en los próximos procesos electorales.
Los de aposición aún se están preguntando por qué perdieron, la respuesta es fácil, jugaron con las mismas fichas que la sociedad rechaza y ya no quiere saber nada de ellos; insisto en las elecciones se premia o se castiga, aquí se castigó a los que han hundido al país, y se premió a quien les ha dado bienestar.
Aunque Xóchitl decía que no partencia a esos partidos, la gente no lo vio así, aunque ella manifestara que era una candidata ciudadana, ellos iban en las primeras posiciones para ocupar las curules en sus partidos, además de que muchos de ellos estaban siendo señalados de actos de corrupción en sus estados o en sus partidos, por eso la gente no los vio como la opción más viable para cambiar el rumbo del país, y prefirieron darle el voto a la continuidad, así de fácil.
Como partidos están muy lejos de ser la opción de una sociedad que se vio agraviada en sus gestiones, no representan a esa sociedad inconforme, no son la vía para hacer participar al electorado de su lado, lo que si veo a unos institutos políticos que están a punto de desaparcar por las malas decisiones que tomaron, súmele que desde otro lugar se les ha señalado de ser los culpable de todos los males del que se queja el país, así de cierto es.