Aunque sufrieron el mismo estado de conmoción que el resto de aficionados cuando vieron la acción de Novak Djokovic, los tenistas sí entendieron la descalificación del serbio atendiendo a lo que explica la regla: “Los jugadores no abusarán físicamente en ningún momento de ningún oficial, oponente, espectador u otra persona dentro del recinto del sitio del torneo. El árbitro, en consulta con el jefe de supervisores de Grand Slam, puede declarar un incumplimiento por una sola violación de este código”.
Así lo entendió Tim Henman, que fue descalificado por el mismo motivo, aunque a una recogepelotas en 1995. “No hay otra salida que la descalificación”. Alexander Zverev, que justo en ese instante comparecía en rueda de prensa tras la victoria ante Alejandro Davidovich, apuntaba que era “muy doloroso que le haya dado a la jueza de línea, especialmente donde la golpeó. Pero hay una regla para ello. Los supervisores están haciendo su trabajo”. También dos leyendas como Billy Jean King y Martina Navratilova hablaban de una situación “estúpida”, pero en la que no cabía otra que la descalificación.
El torneo emitió un comunicado en el que indicaba que, además, del partido perdía todos los puntos acumulados, y será multado con el dinero que había acumulado hasta ahora en el torneo.