Trinidad Zamacona López
“Un modelo educativo que fracasó frente a la pandemia del COVID-19, y un gobierno que no le invierte a la tecnología”
México, como todos los países del mundo sufrieron con el (COVID-19) SARS-CoV-2, primero porque no nos esperábamos la pandemia, segundo nuestro país al igual que otros no estaba preparado, ni con medicinas, ni con tecnologías, ni mucho menos con un modelo de educación a distancias.
Todos los sistemas educativos sufrieron lo que fue la deserción escolar, tanto en el sector público, como el privado, la educación después de la pandemia ya no fue, ni será la misma.
Primero nos encontramos de que muchos profesores no manejaban las tecnologías, escuelas sin internet, comunidades incomunicadas, sin luz eléctrica, niños y jóvenes de escasos recursos económicos que no tenían un celular, una Tablet, una computadora, familias en donde existen más de dos o tres jóvenes o niños estudiando, lo que imposibilitaba el tener clases en línea todos al mismo tiempo.
El papá o la mamá que perdió el empleo porque la empresa cerró, quebró, recorto el número de personal, o despidió personal o mano de obra porque el gobierno no le dejó de cobrar los impuestos, los incentivitos fueron insuficientes para que el empresario siguiera conservando a ese número de personal o mano de obra.
La encuesta de medición del impacto de la pandemia, que realizó el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, reveló que la falta de recursos económicos que la principal causa para que los estudiantes no se inscribieran en el ciclo escolar actual, por ello la pandemia dejó a cinco millones de estudiantes fuera de la escuela en México.
La Encuesta para la Medición del Impacto de la Covid-19 en el país, los resultados de que cinco millones de jóvenes ya no regresaron a las aulas, nos habla de un problema educativo que ya traía arrastrando nuestro país, ahora con la pandemia se agrava mucho más.
Pero cuál es el concepto de la deserción escolar, de acuerdo con Christian Díaz Peralta, en su trabajo el estudio del “Modelo conceptual para la deserción estudiantil universitaria chilena, la deserción escolar estudiantil es definida como el abandono voluntario que puede ser explicado por diferentes categorías de variables; socioeconómicas, individuales y académicas, sin embargo menciona que la forma de operar tales variables depende del punto de vista en el que se realice el análisis, es decir, individual, institucional, nacional.
Sin embargo el gobierno de México, manejo el semáforo epidemiológico de diferentes colores, rojo, naranja, amarillo y verde, en algunos estados intentaron regresar en color verde, pero al momento de estar ya en las instalaciones en clases presenciales se contagiaron, lo que trajo que se volviera a regresar a clases a distancias.
En el ciclo escolar actual se inscribieron a nivel general, 32,9 millones de estudiantes, el 60,6% de la población de entre los 3 a 29 años, según dicho estudio, por motivos asociados al covid-19 o por falta de dinero o recursos no se inscribieron 5.2 millones de personas (9,6% del total de 3 a 29 años) al ciclo escolar 2020-2021, según la institución que realizó el informe.
Además de los millones de estudiantes que se quedaron fuera de clases en el actual ciclo escolar, la encuesta muestra que 1,8 millones no concluyeron en ciclo escolar anterior (2019-2020), y que 58,9% de ellos argumentó alguna razón asociada a la covid-19, mientras que 8,9% aseguró que dejaron las clases por falta de dinero o recursos. De ese número de estudiantes, 1.5 millones corresponde a escuelas públicas y 243.000 a privadas.
En nuestro país, ante lo desastroso que resultarían las clases a distancia, con los impedimentos y limitaciones que se tenían, las autoridades de Educación anunciaron en agosto que el ciclo escolar, que comenzó el 24 de ese mes, se iba a realizar con clases a distancia y con cursos por televisión.
Para ello el Gobierno propuso y firmó un convenio con las grandes televisoras privadas del país (Televisa, Azteca, Grupo Multimedios y Grupo Imagen) para retransmitir los contenidos escolares, lo que dio pocos resultados, otra vez porque los hogares en donde estaban confinados los niños y jóvenes habían de diferentes niveles educativos.
Con ese modelo que estaba a prueba el presidente Andrés Manuel López Obrador lo calificó como un proyecto de “histórico” expreso que “Somos pioneros, esto no se lleva a cabo en ningún país del mundo”, afirmó, por lo que solo era un paliativo para no dejar caer el sistema educativo en nuestro país.
Sin embargo la encuesta del Inegi muestra que el 26,6% de los estudiantes dijo que uno de los motivos asociados a la covid-19 para no inscribirse en el ciclo escolar es que “las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje”, mientras que el 25,3% señaló que alguno de sus padres o tutores se quedaron sin trabajo y el 21,9% carece de computadora, otros dispositivos o conexión de internet, lo que habíamos expuesto en párrafos anteriores, como muchos de los motivos que generó la deserción escolar en México.
Los resultados de la encuesta de medición del impacto de la pandemia, revelo las cifras que muestran que más de 16 millones de hogares en México no tienen conexión a internet, el costo que habría que pagar era muy alto por el servicio, lo que indica la brecha digital que impide a millones de estudiantes acceder a contenido educativo en línea, además de la falta de las herramientas como son el celular, Tablet o computadora, súmele el desempleo, las rentas del hogar, la cantidad de hijos en los diferentes niveles educativos, trajo aparejado que se incrementara la deserción escolar.
El cierre de las escuela en México también representó un gasto extra para las familias, insistimos que en varios hogares existen estudiantes de diferentes niveles, la encuesta reveló que el 28,6% de las viviendas con población de 3 a 29 años que sí se inscribió en el ciclo escolar hizo un gasto adicional para comprar teléfonos inteligentes para que los estudiantes siguieran los cursos a distancia, un gasto que no se tenía previsto, por la falta del fomento del ahorro en las familias mexicanas, además de que muchos de los trabajadores ganan menos del salario minino con hijos en diferentes niveles educativos, a los que habría que comprarles su teléfono celular, Tablet o computadora con acceso a internet, lo que también impidió que se tuviera unas eficientes clases a distancia.
De ahí las familias que representaron un 26,4% tuvieron que contratar algún servicio de internet fijo y un 20,9% adquirió mobiliario “como sillas, mesas, escritorios o adecuar espacio para el estudio”. Dentro de sus posibilidades económicas.
Al regresar a clases presenciales fue otro gasto más, ya que las escuelas durante la pandemia estuvieron en abandono, siendo en algunos casos victimas de robo de equipo de cómputo y mobiliario.
Las herramientas tecnológicas más usadas fueron, Google Classroom, Google Meet, zoom, Facebook, sin embargo en la encuesta el 58,3% de los encuestados ha asegurado que “no se aprende o se aprende menos que de manera presencial” por lo que se le debe de sumar que algunos profesores no sabían usar las tecnológicas, por ellos la deficiente de los estudios desde casa, mientras que el 27% resiente la falta de seguimiento al aprendizaje de los alumnos y un 24% ha dicho que un problema es poca capacidad técnica o habilidad pedagógica de los padres o tutores para transmitir los conocimientos. Aunado a que muchos salían a trabajar, los alumnos que quedaban con los abuelos, familiares o conocidos para asumir el papel de profesor sustituto.
Agréguele que los papás tampoco en su mayoría sabían utilizar las herramientas tecnológicas, motivo por el cual la deserción escolar se incrementó. Según el reportaje del periódico el País. “Los resultados de 2018 de la prueba estandarizada Planea muestran que el 80% de estudiantes de primaria no alcanzaban los conocimientos esperados en matemáticas, lectura y escritura” y después de la pandemia se agudizara más la brecha de la desigualdad educativa.
Según el INEGI, “de los 54.3 millones de personas de 3 a 29 años en el 2020, se reportó que el 62.0% (33.6 millones) estuvo inscrita en el ciclo escolar 2019-2020; por sexo, la población inscrita de hombres fue 62.3% y para las mujeres 61.7%, por tipo de escuela, se identifica que 89% de la población de 3 a 29 años se declaró inscrita en instituciones públicas, y el 11% en privadas para las mujeres 61.7%.
El Sistema CONALEP opera en dos niveles: El federal el cual es representado por el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica y sus Órganos Desconcentrados en la Ciudad de México y en el Estado de Oaxaca, así como los planteles de adscripción; y el estatal, constituido por los Organismos Públicos Descentralizados denominados Colegios Estatales de Educación Profesional Técnica, los Planteles y los Centros de Asistencia y Servicios Tecnológicos (CAST) ubicados en su territorio. Iguala, Chilpancingo, Chilapa, Tixtla, Ometepec, Buena Vista de Cuellar, Tlapa de Comonfort, son los planteles con los que cuenta el subsistema Conalep.
En el ciclo escolar 2020 al 2021 fueron inscritos al Conalep Guerrero 2,620 alumnos, y del año 2021 al 2022 fueron inscritos 2,277 a lo cual dejó sin duda alguna que el descenso de alumnos fue notoriamente debido a la pandemia puesto que tuvo un gran impacto en cuanto al nivel de jóvenes que decidieron no inscribirse en el ciclo posterior a lo que se vieron obligados a perder el año escolar o en su defectos tomaron la decisión de dejar perderlo.
Según datos de la institución en el caso de los estudiantes encuestados indicaron que dejaron de asistir al Plantel por motivos personales, las razones más destacadas en voz de los encuestados fueron: Problemas de salud con un 86.7%, problemas familiares con un 33.0% y aquellos a los cuales no les es interesante estudiar, un 31.6%. Es importante hacer mención que el factor personal que tuvo más peso en el abandono escolar, se refiere a problemas de salud, lo cual podría empatar con el número de casos positivos de COVID-19 en nuestro país a lo largo de la pandemia, o de familiares que se contagiaron y que por algún motivo ya no tuvieron ingresos económicos.
Urge medidas urgentes para adecuar el modelo educativo en todos los niveles pero sobre todo en los niveles Conalep, Bachilleres entre otros para que el rezago que ya se traía, se nivele después de la pandemia, de lo contrario México será de los últimos países en nivel educativo, lo que no lo hará competitivo con otros países se Latinoamérica.