Trinidad Zamacona López
“No es demócrata ni mucho menos hombre de Estado, aquel que utiliza las instituciones para conservarse en el poder, aun por encima de la voluntad del pueblo que representa”.
Habíamos dicho que “Ningún método en los partidos políticos, deja satisfecho a sus militantes, la encuesta, el consejo político, la insaculación, la consulta a las bases, convención de delegados, y el dedazo, este último se acostumbraba mucho en el Partido Revolucionario Institucional” pero ya se vio que Morena es una copia al carbón en esas viejas prácticas de los demás partidos, no me cree? Vea su elección interna.
Lo que pasó en Morena, una elección de Estado en su proceso interno, es lo que va a pasar en el 2024, tendrán 24 gubernaturas en su poder, en el 2017 Morena no tenía ni una.
Marcelo Ebrard, dio fe de que Morena en el 2024, haráuna elección de Estado, y el gerente de la campaña estará en Palacio Nacional, y las instituciones como el Instituto Nacional Electoral, no harán nada, no diránnada, porque él es el que los puso ahí, por ello es que tendremos a un INE, pasivo, permisivo y sobre todo complaciente de los más bajos atropellos en materia electoral (Coacción del voto). Coaccionar el voto en materia electoral significa “amenazar, presionar, intimidar o violentar al elector para influir en el sentido de su decisión”. Eso fue lo que paso en la elección interna de Morena, y es lo que vamos a ver ahora en el 2024.
Una elección de Estado, en materia electoral, significa que, quien está en el poder se va a entrometer para influir en el elector, que utilizara todos los recursos que estén en su poder y a su alcance para gastarlos a favor de su partido o del candidato de su partido, con tal de no perder el poder, esa es la definición de lo que es una elección de Estado, aquí en México y en cualquier parte del mundo.
En la elección interna de Morena, se utilizaron más recursos de los que les autorizó el Instituto Nacional Electoral, Morena les había ofrecido cinco millones, pero estoy seguro que esos se los gastaron en los primeros días del proceso interno.
El INE, emitió acuerdos para frenar a los Morenos, (demasiado tarde) no porque haya querido, fue por una resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, por propia iniciativa no lo hizo, y eso no lo hace confiable para un proceso electoral como el del 2024.
Nadie que se diga estadista o demócrata, puede ser considerado de esa forma al utilizar el poder para ayudar a su partido o a su candidato para conservar el poder, influyendo en el electorado, ya sea presionando con los programas sociales, o bien utilizando grupos criminales para poder influir en el voto o en la preferencia del elector a favor de su partido o de su candidato.
La elección del 2024, será sin dudas una elección de Estado, en donde el partido en el poder hará uso de todos sus programas sociales, para influir en el voto del electorado, súmele que tiene el presupuesto de 23 gubernaturas, en donde se verán involucrados servidores públicos de las estructuras de los Estados, de los servidores públicos de elección popular, poder sacar más de 15 0 20 millones de votos, pero no van a igualar lo que sacó el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Votaran los programas sociales en el 2024, lo harán de una forma descarada, más que en los tiempos del PRI o del PAN, el bastón de mando ya se lo dieron a Claudia Sheinbaum, falta que el elector le refrende esa confianza en las urnas, si la elección fuera mañana seguramente que no se obtendrían los 15 millones de voto que refrendaron su confianza en la revocación de mandato a Andrés Manuel López Obrador.
De donde sacaran los votos? La respuesta es sencilla de los beneficiarios de los programas sociales, seguramente no entraran los apoyos el día de la elección, pero si lo harán con meses de anticipación, adelantando pagos, eso es coaccionar el voto, entonces si es así, si se convierte en una elección de Estado, aunque se le quiera llamar de otra manera.
Ellos saben el nombre, el domicilio, y la cantidad de recursos que reciben cada una de las familias en México, será casi imposible ganarles a la buena, es decir con la pura saliva, ellos no se dejaran fácilmente,la marca -López Obrador- volverá a salir a hacer campañas, el mismo Presidente lo hará desde Palacio Nacional, todos los días a favor de su partido y a favor de su candidata, será el elector el que decida si le da la confianza a la continuidad, o bien le da la confianza a la alternancia.