Agencias
Guanajuato.- La violencia desgarradora se apoderó de la ciudad de Celaya, Guanajuato, después de que los cadáveres de cinco jóvenes fueran descubiertos en el interior de un automóvil abandonado en un camino de terracería, a pocos metros del campus de la Universidad de Guanajuato (UG). El espeluznante hallazgo sugiere que las víctimas fueron sometidas a tortura antes de perder la vida de manera brutal.
El macabro descubrimiento fue reportado después de las 6 de la tarde en la calle Lombardo Toledano, un camino enlodado que conduce a la comunidad de Santiago de la Cruz, Celaya. Vecinos alertaron a la línea de emergencia 911 al percibir un olor fétido, llevando a las autoridades al vehículo donde yacían los cuerpos sin vida.
A la escena acudieron elementos policiales de Celaya, así como efectivos de la Guardia Nacional y del Ejército, acompañados por paramédicos en la esperanza de encontrar a alguien con vida. Lamentablemente, se confirmó que las cinco víctimas habían sido asesinadas, generando consternación en la comunidad.
Una de las víctimas fue identificada por una mujer que afirmó que estudiaba una especialidad en la Universidad de Guanajuato, siendo médico de profesión. La señora señaló que las otras víctimas también eran estudiantes de la UG, profundizando el impacto de este acto violento en la comunidad estudiantil.
Este atroz suceso se suma a una ola de violencia que azotó a otras partes del país. En Astacinga, Veracruz, los vecinos encontraron los restos regados de un bebé en una calle de la cabecera municipal. En Zacacoyuca, Guerrero, restos humanos fueron dejados en bolsas de plástico negro. En Chilpancingo, Guerrero, tres hombres perdieron la vida en un bar. Además, en Jalisco, se encontró un cuerpo que preliminarmente coincide con las características físicas de la venezolana Guillki Maika, quien fue reportada como desaparecida el 1 de diciembre.
Las autoridades locales se comprometen a realizar investigaciones exhaustivas para esclarecer estos crímenes y llevar a los responsables ante la justicia, mientras que la sociedad se sume en el luto y la indignación ante esta escalada de violencia.