Isaac Castillo Pineda
Aunque la temporada oficial de avistamiento inicia el 15 de diciembre, en las costas de Zihuatanejo ya han comenzado a observarse ballenas jorobadas, tanto adultas como crías, lo que ha encendido las alertas de las autoridades ambientales, que planean reforzar la vigilancia en la zona.
Frédéric Bouchet, guía certificado en avistamiento, explicó que los cetáceos arriban tras recorrer más de tres mil kilómetros, por lo que llegan exhaustos y en proceso de adaptación. Subrayó que durante esta etapa es crucial no acercarse, mantener una distancia mínima de 240 metros y evitar cualquier tipo de intervención en su ruta migratoria.
Entre las recomendaciones emitidas, se pide a las embarcaciones no atravesarse en su camino, evitar nadar o bucear cerca de ellas, así como suspender cualquier tipo de pesca en presencia de ballenas para no ponerlas en riesgo.
La Capitanía Turística, la Semarnat, la Profepa, la Dimaren y otras dependencias han anunciado operativos de vigilancia para garantizar un paso seguro y tranquilo de los mamíferos por el litoral guerrerense.