Ruth Tamayo
Bulfrano Bravo Espino, empresario de la zona serrana de Zihuatanejo, ha alzado la voz para denunciar el grave estado de las vías de comunicación en esta área de Guerrero, especialmente el tramo de la carretera que conecta Altamirano con Zihuatanejo, y la restauración de los puentes destruidos por las lluvias y huracanes de noviembre pasado.
“Los puentes que conectan Vallecitos con otras comunidades están destruidos. El puente hacia Real de Guadalupe está en ruinas, y aunque la gente ha colocado grava para poder pasar, tememos que con las próximas lluvias todo se derrumbe”, señaló Bravo.
La situación empeora en otras zonas, como el puente del Ídolo y el del Lindero, que también se encuentran colapsados. Los habitantes han tenido que improvisar soluciones para cruzar, pero la falta de una solución definitiva los mantiene en constante riesgo.
“La carretera que va hacia Altamirano también está en pésimas condiciones, con tramos donde apenas cabe un carro. Hay derrumbes y hundimientos que representan un peligro latente para los conductores”, agregó Bravo.
De acuerdo con Bulfrano, el aumento de tráileres que transportan minerales de Altamirano hacia Zihuatanejo ha incrementado la preocupación debido a la fragilidad del terreno. “En cualquier momento, un tráiler podría irse al barranco”, advirtió.
Ante esta situación, la comunidad de Vallecitos hace un llamado urgente al gobierno federal para que tome cartas en el asunto y destine recursos para la reparación de las vías de comunicación.
“Necesitamos que se arreglen los puentes y las carreteras antes de que sea demasiado tarde. No podemos seguir viviendo así, incomunicados y con el temor de que un día ocurra una tragedia”, concluyó Bravo.