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Estado de los ESTADOS

Lilia Arellano

 *Insensibilidad de los gigantes del dinero

*Silencio de Slim, dádivas y gobierno paralizado

*IMSS vía para entregar salarios a trabajadores

*Hoteleros enriquecidos limpian el pasivo laboral

En tanto los pequeños y medianos comerciantes, fabricantes, empresarios en general ven de cerca la paralización de la economía y sus fatales consecuencias y buscan a toda costa evitar los cierres y los despidos haciendo acuerdos con los trabajadores arriesgándose, inclusive, a no pagar impuestos para poder mantener la nómina, los gigantes del dinero se muestran insensibles e inclusive aprovechan la oportunidad de deshacerse de los pasivos laborales despidiendo a miles de empleados. Una de esas ramas, para ejemplificar y no caer en especulaciones es la turística, la hotelera, la representante de grandes cadenas extranjeras cuya actuación es emulada por quienes tienen inversiones en ese sector y son mexicanos. El silencio de Carlos Slim, de los Servitge, de los propietarios de cadenas de tiendas comerciales, de los mineros, de los embotelladores, la dádiva de Coppel y algunos otros, todos ellos enriquecidos en estas tierras, nos muestra la inexistencia de una real solidaridad y no se pide sea esta con el gobierno, en caso de no estar de acuerdo con su conducción, sino con sus compatriotas.

Todas estas grandes empresas deberían mantener la plantilla laboral sin alteraciones, han ganado suficiente dinero durante muchos, muchísimos años. Es incomprensible que Bimbo en temporadas sin agudas crisis económicas pusiera sus productos a muy bajo precio, las distribuyera a través de camiones ubicados en puntos estratégicos, en zonas de clase media y baja y ahora hasta suban en las tiendas distribuidoras los precios. Esta empresa tiene capacidad no solo para liquidar puntualmente nóminas e impuestos, sino para presentar precios más accesibles y hasta hacer donaciones por miles de paquetes de pan. Ni qué decir de Carlos Slim sobre cuyos hombros recae la posibilidad de mantenernos informados y de cumplir con el mandato de permanecer encerrados y trabajar desde los hogares. No ha sugerido siquiera el dar meses de gracia para los usuarios de Internet, o de los celulares. ¿Qué sucederá cuando derivado de la crisis millones nos quedemos incomunicados por no pagar? Las ganancias obtenidas en esta tierra y con las cuales ha ingresado a las filas de los hombres más ricos del mundo lo obligan a ser total y absolutamente solidario.

Quienes recibieron las concesiones de televisión, los de antes, Televisa y TV Azteca y los nuevos, tienen aplicaciones y cableras y tampoco han hecho ninguna propuesta para mantener, en el caso de IZZI y Total Play, la posibilidad de que sus usuarios no cancelen los servicios en los cuales incluyen también el Internet. La posición de los dos gigantes ha sido encontrada; el primero mandó a sus empleados a guardarse, hizo turnos de apariciones en tanto que el segundo conminó a todos a salir a trabajar, a exponernos a la expansión de la pandemia haciendo prevalecer el terreno económico aún y cuando en ambos casos poseen fortunas suficientes para mostrar sensibilidad y solidaridad para con los mexicanos. Los concesionarios de minas deberían hacer lo propio y, aunque ahora no se hable sobre la ausencia de trabajadores bajo el subsuelo, llegará el momento en el cual habrán de responder.

Sería muy largo cuestionar cuantas de las fortunas conocidas son realmente producto del trabajo y el esfuerzo diario. Obviamente aquellas como la del “Maseco” han recibido concesiones a diestra y siniestra, aún sobre cosechas como la del maíz e igual puede señalarse a muchas otras. Nadie puede reprochar el esfuerzo de quienes se han enriquecido, pero seguirá siendo motivo de interrogantes y reproche quienes han acumulado fortunas cuyas cifras pueden sobrevivir hasta por 10 generaciones. Las dádivas como la otorgada por Coppel de ninguna manera revelan solidaridad ni con el gobierno y menos aún con los ciudadanos mexicanos. Sus tiendas han recibido permisos para convertirse en almacenes de todo tipo de ropa, accesorios tanto personales como para el hogar, pero también son prestadores de servicios de diversa índole, incluyendo los bancarios o cambio de moneda, y su oferta de 50 millones se ridiculiza aún más si se toma en consideración que una cifra similar ofreció Genaro García Luna a los Estados Unidos como fianza para ponerse a salvo de la contaminación de coronavirus durante su estancia en la cárcel.

Pero, si las exigencias pueden verterse hacia esos empresarios, también están sobre el gobierno y la ausencia de estrategias inteligentes. Al parecer no han tomado en cuenta puede llevarse a cabo una entrega formal, transparente, sin corrupción de por medio de los recursos supuestamente designados para atender necesidades básicas de los trabajadores, al tiempo de recaudar impuestos sin la irritación existente por las exigencias convertidas en “atenta misiva” enviada por el SAT. El IMSS sería el mejor conducto para respaldar una acción con la cual se beneficiara a millones de mexicanos. Si se registran y les otorgan incapacidad a quienes ganan menos de tres salarios mínimos y el dinero dispuesto para los apoyos se canaliza a través de ese Instituto, se mantiene la transparencia, se evita la consabida corrupción -tan experimentada en cada crisis ocasionada por fenómenos naturales o epidemias- y se brinda a quienes, inclusive, llevan años de estar haciendo aportaciones, ingresos acordes a sus pagos quincenales normales.

El gobierno dispone de organismos en donde existen registros y pueden entregar, sin los clásicos intermediarios abusivos y los líderes ladrones, los respaldos económicos que se verían reflejados en dos vías: empresarios y trabajadores. Sin la carga de las nóminas los empleadores, con toda seguridad, podrían mantener sus pagos tributarios. Hasta ahora se habla de estas entregas económicas pero sin ninguna estrategia y todavía están pendientes todos los ambulantes y los de los pequeñísimos comercios. A estas alturas ya deben haberse percatado del número de despidos realizados sin ninguna indemnización, finalmente ésta habla de entregar 3 meses de salario y 20 días por año. No hay disposición de cumplir con este mandato laboral porque si se cuenta con dinero para cumplir, bien pueden soportar pagar sin que el trabajador asista a su fuente laboral. Esta contingencia la han tomado grandes empresas de todo tipo para sacudirse el pasivo laboral y, sabedores del cierre de Juntas de Conciliación y Arbitraje, actúan con toda perversión.

Por otro lado ¿esperará el gobierno a dejarnos sin luz, sin agua, nos embargarán por no pagar los prediales? ¿qué sucederán con los arrendadores pero también con los arrendatarios? ¿Qué determinaciones se tomarán para quienes tienen sus pertenencias de valor en las casas de empeño? ¿Si los bancos se adelantaron a tomar decisiones, como lo hemos hecho los ciudadanos al entrar 15 días antes a la fase 2 de la contingencia, esperan que llegue la sangre al río? ¿La llamada al Ejército para intervenir en hospitales y el DNIII son para hacernos ver la posibilidad de su intervención en caso de alteraciones a la cada vez más débil paz social? ¿Hacia dónde vamos, si es que hay capitán y cuenta con timón?

Turismo

En el punto en donde se recibe el mayor número de turistas y cruceristas, el incluido durante algunos años dentro de los 10 sitios con el mayor número de visitantes en el mundo, tiene 60 centros de hospedaje cerrados. Durante el año anterior reportaron en el cierre cerca de 5 mil millones de dólares en ganancias producto de los cerca de 22 millones de viajeros recibidos. Las percepciones totales fueron 3 veces superiores, es decir más de 15 mil millones de dólares. Sin embargo, es ahí donde se están dando los despidos por miles. Los sindicatos solo tienden a las declaraciones de protección a los trabajadores de la industria pero, en las acciones, no se ve absolutamente nada. Cuentan con argumentos con los cuales piden a sus agremiados paciencia porque una vez que concluya esta etapa y regresen las Juntas de Conciliación a laborar se presentarán las demandas de rigor y no importa si pasan de los 90 días que se tienen para la recepción de reclamos por despido, porque este tiempo no se cuenta y por lo tanto ninguna de estas prestaciones prescribirá.

Otros empresarios han recurrido a los descansos solidarios y a ese tipo de decisión deben adaptarse más de 50 mil trabajadores, por lo cual se está perjudicando a igual número de familias con un promedio de 4 y 5 integrantes. Lo ganado les permitiría a los hoteleros sostener las nóminas cuyo monto es, de acuerdo con las cifras manejadas por el reino de esta paga, las outssourcing, de cerca 24 millones de dólares mensuales. A ninguno se le ha forzado a actuar con solidaridad y de nueva cuenta son los gobernadores quienes tienen que salir al paso ante la ausencia de ordenamientos federales.

Carlos Manuel Joaquín González, gobernador quintanarroense, hizo un llamado a los hoteleros fundamentalmente, para que le devuelvan a la entidad un poco de lo mucho que les ha dado, mostrándose solidarios. Solamente algunos hoteleros han aceptado mantener sus nóminas y otorgar apoyos directos para que las familias, cuyos jefes fueron mandados a sus hogares, puedan subsistir durante la fase más complicada de esta contingencia. Otros, y lo mencionó, muy claramente, se precipitaron y despidieron a sus empleados. Es cierto, hay

una fuerte crisis en ese sector, como existe en casi todos, pero muy pocos con las ganancias que éstos han recibido. El gobierno sigue sin atender las demandas, las propuestas, de quienes están afectados y tal vez por ello tampoco puede actuar en consecuencia porque solo puede recibirse aquello que se está dispuesto a dar.

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