Lilia Arellano
*Violencia, inseguridad y desapariciones
*Grave crisis de Derechos Humanos: Segob
*En Q. Roo: “eran muchos y parió la abuela”
“La verdad no está de parte de quien grite más”: R. Tagore.
Junto con la irresoluble crisis económica existente y agravada la cual ha impedido a México alcanzar los niveles de crecimiento de los llamados gobiernos neoliberales -insuficientes también para cubrir los requerimientos de la población y las capacidades del país-, la inseguridad pública, la ola de violencia, los constantes incrementos de ejecuciones y las desapariciones forzadas, son las asignaturas pendientes más urgentes del régimen del presidente López Obrador. Su equivocada política de “abrazos no balazos” ante las actividades de las organizaciones criminales, principalmente dedicadas al tráfico de drogas, se convirtió en los hechos en un acuerdo de “dejar hacer, dejar pasar” y con ello potenciar la creciente impunidad con la cual operan en esta administración. El sangriento saldo del fin de semana fortalece esta crítica.
El propio Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, reconoció ayer durante la visita oficial del Comité de las Naciones Unidas contra la Desaparición Forzada la grave crisis humanitaria y de derechos humanos presente en México dando conocer de manera directa la realidad del país ante este fenómeno, cuyo saldo acumula a la fecha 94 mil casos de desapariciones forzadas reportadas. El funcionario hablo de la desaparición forzada en nuestro país, en donde se tienen elementos de corte histórico y social en los cuales aparecen la lucha política asociada a la violencia del Estado, a la lucha armada adquiriendo una dimensión mayor durante la guerra sucia y la llamada guerra contra el narcotráfico en 2007, la cual desató el fenómeno de la desaparición entre particulares vinculada a la corrupción de las policías ligadas al crimen organizado.
La gravedad de la ola de violencia llevó a un grupo de líderes de diversos partidos de oposición, investigadores y periodistas de distintos medios de comunicación a exigir a las autoridades de los tres niveles de gobierno tomar cartas en el asunto frente a la agudizada violencia resentida en todo el territorio nacional. En una carta dirigida al gobierno federal, señalan: desde hace una década el país se encuentra hundido en una crisis de violencia en donde tan sólo en 2019 y 2020 se han registrado 70 mil homicidios equivalentes a un promedio de 100 muertes violentas diarias. A la fecha, el número de ejecuciones supera las 103 mil víctimas, y la cifra sigue creciendo pese a de acelerada militarización de México.
En la misiva, destacan los asesinatos de un ex gobernador, seis periodistas, tres alcaldes en funciones, cerca de medio millar de policías, más de mil menores de edad y alrededor de 3 mil 500 mujeres. También subrayan dentro de las últimas elecciones políticas fueron ejecutados 102 políticos y miembros de partidos de los cuales 36 eran aspirantes a distintos cargos, lo anterior supera, según esos datos, en un 37.7 por ciento a las agresiones registradas en las elecciones de 2017-2018. Investigadores y periodistas recalcan la gravedad de la violencia registrando por cada 100 mil habitantes 25.7 personas asesinadas, mientras otros reportes en la actualidad y a nivel mundial revelan son ejecutadas 6.1 personas por cada 100 mil habitantes. A lo anterior se le suman más de 85 mil personas desaparecidas o encontradas sin vida entre el 2006 y 2020, según datos de la Comisión Nacional de Búsqueda así como también la existencia de más de 4 mil fosas clandestinas-
Los autores de esta carta piden a las autoridades expliquen estas cifras y lo que las está causando. “¿Esto es un conflicto armado o una crisis de seguridad pública?”. También demandan a los líderes de las cámaras de Diputados y Senadores la presentación de acciones a tomar para ponerle fin al ciclo de violencia actual. “¿Qué rol jugará el Congreso en la construcción de la paz?, cuestionan los investigadores y periodistas, quienes señalan el número de desaparecidos registrado en el país duplica el número de desparecidos en Colombia tras cinco décadas de conflicto armado interno o las dictaduras militares que se vivieron en Sudamérica durante el siglo pasado.
Desapariciones
Por la inútil y sangrienta guerra contra el narcotráfico detonada por el entonces presidente Felipe Calderón para alcanzar una legitimidad que se le negó en las urnas, para el 2013 las cifras de desapariciones ya se proyectaban como alarmantes: 26 mil personas. Ante la gravedad de la situación, el Comité de Naciones Unidas contra la Desaparición Forzada (CED, por sus siglas en inglés) requería entonces a México formalizar una invitación para visitar el país. El gobierno de Enrique Peña Nieto negó esa solicitud.
En esta administración a cargo del presidente López Obrador, inició este lunes la visita oficial de expertos de la ONU, la primera que se realiza en el mundo. Se prevé la delegación ofrezca una conferencia de prensa el 26 de noviembre. En los últimos ocho años, el CED continuó con sus evaluaciones a México: en 2015, cuando sumaban 29 mil 203 desapariciones (según el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro) se emitieron las primeras recomendaciones; en 2018 el crecimiento incesante disparó la cifra a 69 mil 556; mientras, la renuencia mexicana se mantuvo, pese al “enérgico” llamado del CED, enviando nuevas observaciones.
Actualmente, de acuerdo al más reciente reporte del Sistema Nacional de Búsqueda, se contabilizan 94 mil 406 personas no encontradas, pero además existe el reconocimiento oficial de la existencia de una grave crisis de derechos humanos. Según Idheas, Litigio Estratégico en Derechos Humanos, quienes presentaron ante el CED el primer caso mexicano de desaparición, el país ocupa el segundo lugar mundial en acciones urgentes ordenadas por este organismo, Con cerca de mil casos, sólo está detrás de Irak.
Los programados encuentros con autoridades y fiscalías federales y de 12 estados, así como con colectivos de víctimas, tienen como precedente el diagnóstico sobre México del CED en 2018: “El Comité lamenta profundamente se mantenga una situación de desapariciones generalizadas en gran parte del territorio y que imperen la impunidad y la revictimización. Observa con preocupación la falta de datos confiables sobre desapariciones forzadas, el escaso número de condenas, la emergencia que constituye el alto número de cadáveres sin identificar y fosas clandestinas sin atención adecuada. Hay obstáculos para la participación efectiva de las víctimas y sus organizaciones”.
El Centro Prodh subraya entre los grandes pendientes –porque es el contexto donde continúan graves violaciones de derechos humanos, incluidas las desapariciones-: “tenemos serias preocupaciones sobe la política de seguridad que ha profundizado la militarización con una Guardia Nacional compuesta en gran parte por militares”. También destaca y lamenta “en determinados estados sí ha ocurrido (una política sistemática de desaparición forzada), por lo que deberían asumirse como crímenes de lesa humanidad: Nayarit, Veracruz, Tamaulipas, Coahuila; en pasadas administraciones, Jalisco, Guerrero”. Otros ámbitos de preocupación son el deficiente desempeño de las fiscalías, la falta de una política integral de Estado que genere coordinación adecuada.
Durante la visita de los integrantes del Comité de las Naciones Unidas contra la Desaparición Forzada, Alejandro Encinas garantizó la apertura del Gobierno de México a los expertos para ofrecer toda la información. “Estamos abiertos al escrutinio internacional y más en particular, para enfrentar el enorme reto que tenemos para restaurar un estado de derecho que nos permita garantizar el pleno respeto y las garantía a los derechos humanos de todas las personas de nuestro país”. Por su parte, Carmen Rosa Villa Quintana, presidenta del Comité y jefa de la delegación, recordó esta visita a México había sido solicitada desde 2013 y hasta hoy se pudo concretar. A partir de este lunes y hasta el próximo 26 de noviembre, los cuatro integrantes de la CED sostendrán encuentros en 12 entidades federativas con autoridades federales y estatales, como la SER, Segob y la FGR.
De los pasillos
Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, descartó la necesidad de firmar un pacto de no agresión con aspirantes a la candidatura presidencial de Morena. La funcionaria, quien ha negado ser la apuesta del presidente López Obrador para la sucesión en 2024, expresó se lleva bien con el senador Ricardo Monreal y el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, quienes también son mencionados como aspirantes presidenciales…
“Éramos muchos y parió la abuela” reza el viejo y sabio refrán aplicable a los registros hechos en las seis entidades en donde habrán de tener el clásico proceso electoral sexenal. En el caso de Quintana Roo, se apuntaron 15 personas. Un cuarteto de féminas aparece bajo los nombres de Laura Esther Beristain Navarrete, Maria Elena Hermelinda Lezama Espinosa, Beatriz Anahí Mendoza Samos y Freyda Marybel Villegas Canché. Las dos primeras aparecen y se califican en los municipios en donde han gobernado o dicen gobernar, como impresentables y se duda tengan capacidad para enfrentar los retos existentes en la entidad porque sus administraciones han resultado fallidas, fatales y con un gran sello de corrupción. Anahí tiene su historia y aún siguen perplejos con el triunfo obtenido, inclusive es un elemento al cual no debe perdérsele la vista. Doña Marybel seguirá en pie de luche y podría resultar la carta de uno de sus anteriores partidos, el más probable: PRD…Los del sexo masculino son: dos Rafaeles: uno Murillo Bueno y el otro Ojeda González; Manuel Aguilar Ortega, Victor Manuel Alcérreca, Luis Javier Alegre Salazar, Sergio Benjamín Carbajal Rejón, Luis Fernando Chávez Zepeda, Alfredo Antonio Kanter, José Luis Pech y Germán Felipe Ramírez Villegas. Si acaso tres son reconocidos, el resto pudieran lograr los votos de sus novias o novios. Aunque según refieren los morenitas irán 3 y 3, pero nada impide sean 4 o 5 o 6 las féminas convertidas en candidatas porque la equidad de género solo es para beneficio del sexo débil. O sea, machucón a los de pantalones o ¿se atreverán a pelear por esas mismas cuotas? De no ser por la importancia de la entidad, tanto en el nivel económico-turístico, como geográficamente, los registros muestran lo alejado de los pretensos de la realidad y, en algunos casos el cinismo de pretender seguir en la política y en el poder arrastrando una cola más larga que la Cuaresma. Ninguno -obligadamente debe ponerse: ninguna- le garantiza a los quintanarroenses, a los fuereños e inclusive a los turistas un mínimo de seguridad, menos aún de gobernabilidad. Morena tiene solo un delegado jodido.