Lilia Arellano
*Tatiana y su cantinflesca exposición.
*No hay plan de reactivación económica en el gobierno federal
*Orfandad ciudadana frente a los embates de grupos criminales
Tras la estrepitosa caída de la economía el año pasado, la perdida de millones de empleos y el cierre de más de un millón de micro, pequeñas y medianas empresas, con lo cual se incrementó la pobreza en el país y la pobreza extrema o miseria, la recién estrenada titular de la Secretaría de Economía, Tatiana Clouthier, admitió el gobierno carece de un plan de recuperación económica de largo plazo, porque creyeron la pandemia sería más corta y tendría efectos distintos. Sin embargo, ahora, asumió necesario impulsar un plan para cuidar la salud de las personas y las empresas elaborado entre distintas dependencias de la administración federal, el Poder Legislativo y la iniciativa privada. Si una por una no hay logrado cumplir con sus responsabilidades, ahora en conjunto y con los enfrentamientos entre los integrantes del gabinete, el panorama empeorará.
Durante una reunión pública con empresarios del sector transformación, la funcionaria indicó: “me quedo con la tarea de seguir llevando y tener una reunión con la Secretaría de Hacienda y los legisladores para buscar todavía mecanismos y ver qué es viable para poder implementar algunas medidas de incentivar que podamos hacer, que se mueva la economía en el país, desde la perspectiva que no se planteó, en su momento, porque las circunstancias avecinan, porque así se creyó, que la pandemia sería más corta y tendría efectos distintos”. Si Cantiflas viviera estaría enojadísimo por ser imitado y tan mal por esta singular fémina.
A nueve meses del primer plan presentado por el ahora convaleciente inquilino de Palacio Nacional, la titular de la Secretaría de Economía dio a conocer, el pasado 18 de enero, otro planteamiento de reactivación económica, el cual fue calificado por especialistas de la IP como insuficiente, lo vieron como “un listado de buenas intenciones”. Se estipularon cuatro ejes: mercado interno; empleo y empresas; fomento y facilitación de la inversión; comercio internacional; y regionalización y sectores, pero no precisa presupuesto o recursos económicos para implementarlo. Ahora, una semana más tarde, en una reunión con los empresarios de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Clouthier sostuvo: ningún plan presentado es la “solución per sé ni un trabajo finito” para salir delante de la crisis económica y sanitaria actual, “sino es simplemente un bosquejo de entrada para seguir enriqueciéndolo y poder ir trabajando de la mano para mejorarlo, para hacerlo viable y para poder ir caminando con más velocidad”. O sea, como dicen una cosa, dicen otra y nada es verdad, nada es mentira, todo depende del cristal con que se mira.
Las decisiones siempre han estado en manos del presidente López Obrador, quien se opuso a un plan de largo alcance para la reactivación y dejo a su suerte a los empresarios y los trabajadores en el transcurso de la pandemia y la agudización de la crisis económica resentida el año pasado y cuyos efectos seguirán, seguramente, el resto del sexenio. Los secretarios de Estado, como el de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, no tienen ni voz ni voto, sólo se limitan a cumplir los deseos del tabasqueño. El pasado 20 de enero, durante su participación en el foro virtual Credit Outlook 2021 Latin America, organizado por la calificadora Fitch Ratings, el funcionario intentó explicar: no fue “terquedad” que el gobierno no optara por endeudamientos para sobrellevar la pandemia global, ya que de lo contrario tendría que afrontar costos fiscales de casi 500 mil millones de pesos al año. Argumentó: “No es terquedad, hemos aprendido de la manera más dura (…) los que vivimos las crisis de los 80 y 90 sabemos lo que sucede cuando se nos olvidan cosas como la disciplina y le apostamos al lado optimista”.
Arturo Herrera también admitió se tiene mucho por hacer en materia de recuperación económica para el país y señaló no será posible alcanzarla sin un programa efectivo de vacunación, el cual arrancó de manera irregular y privilegiando a los promotores del voto de Morena, los denominados “Servidores de la Nación”, para alcanzar rentabilidad electoral rumbo a los comicios intermedios federales próximos, por encima de la salud de la población en general.
Seguridad
abandonada
A pesar de que, según el presidente López Obrador, todos los días se realizan reuniones con el gabinete de seguridad pública para analizar los temas en la materia, y sobre la militarización para presuntamente combatir al crimen organizado, la realidad muestra la seguridad pública en este sexenio ha sido abandonada. El país es cada día más sanguinario, lo dicen las estadísticas y lo constata la población en las calles y en los reportes en los medios de comunicación. El derramamiento de sangre es constante y se agudiza día a día.
El año pasado, periodo en el cual los mexicanos, según las promesas de AMLO, alcanzaríamos la paz y la tranquilidad, fue un periodo de luto permanente, marcado por los muertos y por la saña de los asesinos, particularmente en estados como Guanajuato, Chihuahua, Tamaulipas, Michoacán, Guerrero, Puebla, Estado de México e incluso la Ciudad de México.
En 2020, hubo jornadas de hasta 117 homicidios al día como sucedió el pasado 7 de junio. La organización “Causa en Común”, especializada en seguridad pública, identificó a Guanajuato como la entidad número uno, en ejecuciones atroces, con 352, seguida por Chihuahua, con 224; Guerrero, con 182; Puebla, con 173; y Baja California, con 162. En el estudio “Galería del Horror”, la organización presidida por María Elena Morera, definió un acto atroz como el uso intencional de la fuerza física o de poder para causar maltrato, desfiguración extrema o destrucción del cuerpo, para causar la muerte de un alto número de personas o para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político.
Así, de acuerdo a su recuento, entre enero y noviembre de 2020, ocurrieron al menos 4,937 atrocidades a nivel nacional. En ese repertorio aparecen las masacres, de las cuales en ese periodo se cometieron 654, es decir, dos masacres cada día. Y este año el panorama no cambia. Apenas una semana después de que iniciara, Guanajuato, por ejemplo, ya había registrado dos masacres y los efectos de la creciente violencia en el estado durante 2020 se dejaron ver en las cifras de homicidios. El primer ataque tuvo lugar el 4 de enero, cuando un grupo de sicarios ingresó a un edificio de la calle Congreso de Chilpancingo en el municipio de León y asesinó a cinco miembros de una familia, cuatro fallecieron en el lugar y uno de camino al hospital.
También el ataque a un funeral en la colonia Arboledas de San Rafael dio la vuelta a las redes sociales horrorizando a los internautas. En la noche del 7 de enero, un comando armado llegó a un velorio, presuntamente, de un narcomenudista del Cártel Santa Rosa de Lima, cuyo líder, José Antonio Yépez Ortiz, “El Marro”, fue detenido el año pasado. El pasado fin de semana, del viernes 22 al domingo 24 de enero, se perpetraron 274 homicidios, con lo cual se ubica como la jornada más violenta del poco tiempo transcurrido este año. Y las autoridades mexicanas, este año, se siguen haciendo bolas con los datos duros. Por ejemplo, la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, dijo que “por ningún motivo”, el hallazgo de 19 cuerpos calcinados en Reynosa, Tamaulipas, es igual a la matanza de San Fernando en 2010, en la que asesinaron a 72 migrantes. Sin embargo, tras darse a conocer el hallazgo, la ONU-DH señaló que “estos hechos recuerdan a las masacres ocurridas en San Fernando, Tamaulipas, en 2010, y Cadereyta, Nuevo León, en 2012, donde los familiares de las víctimas siguen en búsqueda de verdad, justicia y reparación”.
De los pasillos
Tedros Adhanam Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, alertó en la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, que el 75% de las vacunas ya puestas se concentran en sólo diez países y reclamó que la campaña de vacunación sea igualitaria. “La situación se agrava por el hecho de que la mayoría de los fabricantes han dado prioridad a la aprobación reglamentaria en los países ricos, en lugar de presentar expedientes completos a la OMS para el listado de emergencia”, denunció el funcionario quien señaló que los acuerdos bilaterales entre compañías y países están provocando una carrera de precios…¿Alguien consideró no irían las farmacéuticas, los laboratorios, tal el jugoso negocio de las vacunas?