La Juventus tendrá que esperar para cantar el alirón, canción que entonó durante media hora en su visita a Údine. El conjunto dirigido por Sarri se adelantó en el marcador con un gol en el primer tiempo de De Ligt, pero se vio remontado por un laborioso Udinese donde anotaron Nestorovski y Fofana.
La primera parte se consumió con un ritmo alto de juego. Los dos equipos demostraron desde el pitido inicial lo mucho que había en juego y no dudaron en apostar por el ataque. La primera gran ocasión llegó por parte del conjunto local, un cabezazo perfecto de Okaka a centro de Sema que acabó golpeando en el palo. Fue el toque de atención de un Udinese que no iba a ser convidado de piedra y que lo intentó en varias ocasiones con disparos desde la frontal de Nestorovski y el propio Sema.
La Juventus, a pesar de dominar los tiempos y la posesión del balón, sudó para construir algo potente dentro del cerrojo defensivo local. Sólo el eléctrico Dybala y el incansable Cristiano parecían ser capaces de ver puerta, pero el gol llegó en el umbral del descanso con la firma de un defensa. De Light aprovechó el despeje a un centro lateral para coger el balón en línea de tres cuartos, acomodarse el disparo con la diestra y cruzar el cuero hasta mandarlo a la jaula. Jarro de agua fría para un Udinese que quizá hubiera merecido más.
El Udinese salió con más fuerza en la segunda parte y obtuvo pronto recompensa. Un centro desde la zurda de Suma fue rematado en plancha por Nesterovski al fondo de las mallas. Empate que hacía justicia y resaltaba el juego aéreo como una de las debilidades defensivas de la Juventus.
Fueron momentos de indecisión en el cuadro local, a quien los cambios (entraron Douglas Costa, Cuadrado y Matuidi) tampoco aportaron demasiado. El reloj se fue consumiendo a favor de un Udinese que se hizo fuerte en defensa e hizo daño a la contra. Hasta el punto de que en tiempo de descuento, Fofana aprovechó una indecisión del cuadro visitante en el centro del campo para irse en velocidad de los centrales, acomodarse el balón a su zurda ante la salida de Szczesny y hacer saltar la banca.
Quedan tres jornadas para el final y la Juventus aventaja en seis puntos al Atalanta y en uno más al Inter de Milán. El domingo volverá a tener la oportunidad de ganar el Scudetto, pero para eso hay que ganar a la Sampadoria y sólo podrá conseguirlo mejorando la imagen y el juego exhibidos en Údine.