Ricardo Castillo Barrientos
La problemática socio-ambiental no es un tema relevante o prioritario en la agenda pública e institucional, y tampoco interesa a los políticos y funcionarios, menos a los dirigentes de los partidos políticos.
Hay otros temas de suma relevancia que también pasan desapercibidos como la cultura, con asignaciones irrisorias en los presupuestos públicos.
Vayamos al principal tema de orden mundial, tema del que todo el mundo habla, pero muy poco se hace, o casi nada, en México y en Guerrero, referente al cambio climático producido a causa de los gases de efecto invernadero; la destrucción de ecosistemas terrestres y la deforestación; la destrucción de ecosistemas marino; así como el aumento exponencial de la población.
Estos factores negativos han sido determinantes en la variedad de fenómenos naturales y sociales, provocando el aumento de la temperatura, tormentas y huracanes devastadores, incremento-decremento del nivel de los océanos y calentamiento de las aguas marinas, extinción de especies marinas y silvestres, consecuentemente estos fenómenos contribuyen a la generación de la pobreza y a los desplazamientos humanos.
En la Agenda 2030 de las Naciones Unidas se contemplan cinco objetivos de radio de atención a que deben de avocarse los gobiernos del mundo, afín de contrarrestar los efectos nocivos de la aguda problemática ambiental. En los hechos son desconocidas las políticas públicas en la materia, porque de manera burocrática solo emiten informes estadísticos de los “avances” del cumplimiento de los objetivos de la agenda mundial.
En 2017 se estableció en México, el Consejo Nacional de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, órgano colegiado del Poder Ejecutivo encargado de coordinar las acciones de gobierno y llevar el seguimiento de los avances y contribuciones a los Objetivos de la ONU, Este esquema de trabajo se reproduce en las entidades del país. En la entidad se reactivó el Consejo Estatal de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Guerrero, bajo la presidencia de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.
Este organismo estatal tiene como propósito la vinculación del Gobierno del Estado con los poderes legislativo y judicial, los ayuntamientos, el sector privado, la sociedad civil y la academia.
Este Consejo debe dar resultados concretos, ejecutando una planeación a corto, mediano y largo plazos, que establezca las más altas prioridades en la atención de los desafíos ambientales presentes en la realidad cotidiana.
La contaminación de las aguas marinas de las bahías de Acapulco y Zihuatanejo, el rio Huacapa y otros cuerpos de agua, tendrán que definirse en sendos proyectos del medio ambiente y avanzar en ese sentido como el programa de saneamiento de aguas residuales, afín estas sean procesadas hasta su destino final y se evite la alta contaminación marina.
Otro aspecto de singular importancia es el de la deforestación indiscriminada de los bosques, cuyos efectos se resienten en amplios territorios. Se observa con frecuencia en diferentes carreteras, el traslado de cientos de árboles talados, sin que autoridad alguna logre evitar que los talamontes continúen con su espíritu depredador.
Con tristeza e impotencia, los defensores de los bosques o ecologistas, son perseguidos, masacrados o encarcelados por defender a la madre naturaleza cada vez más devastada, lo cual no debe continuar así.
Marea Baja.- Estuvo en grande la comilona de la gastronomía calentana, el pasado domingo, en el zócalo de la capital del estado, donde se degustaron deliciosos platillos como el pollo en chiliajo, frijoles puercos, chimpa, birria de chivo, aporreado huaco, guilota en chiliajo, combas con queso y chiles, la calabaza dulce, etc.
La plaza cívica “Primer Congreso de Anáhuac” se vio repleta de familias calentanas radicadas en la ciudad y de cientos de personas que se dieron cita al magno evento para saborear la rica y variada cocina calentana.
Marea Alta.- Un fuerte movimiento social se está gestando en la región de la Costa Chica, con motivo de la ampliación de la carretera federal Acapulco-Cuajinicuilapa, que deberá concluirse a finales de septiembre, por órdenes del presidente López Obrador.
Este inminente movimiento social es auspiciado por ejidatarios de varios municipios costachiquenses, que tienen planeado el bloqueo de la carretera federal en el punto del entronque San Juan de los Llanos, debido a que todavía no les han pagado el derecho de vía, al ceder parte de sus terrenos a la federación para tan importante proyecto.
Participarán en el bloqueo ejidatarios de Juchitán, Huehueta, Tenango, Talapilla, El Sepudo, San Isidro, Vista Hermosa, Milpillas, entre otras comunidades.
Los inconformes desaprueban la actitud pasiva del director de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, en Guerrero, ingeniero Ricardo Alarcón Abarca, pues consideran que está a punto de concluirse la ampliación de la carretera y todavía no les pagan el derecho de vía, cuando debió liquidarse desde antes del inicio de las obras y temen que no les paguen como ya ha sucedido en otras ocasiones.
Maremoto.- Los hechos de violencia ejercidos antes, durante y después de la jornada electoral, han dejado una terrible experiencia en este tipo de actividades políticas, que para participar en lo sucesivo, habría que pensarlo más de dos veces.
El lamentable saldo no termina aún, como sucedió con los casos recientes de los asesinatos del alcalde electo de Copala y del presidente municipal de Malinaltepec.
Por lo visto no hay poder humano que pueda frenar de tajo estos acontecimientos delictivos, que solo logran además de acabar con sus objetivos, una percepción de inseguridad generalizada, lo que está lejos de suceder.