Opinion

El gobierno no puede garantizar el derecho de vivir en un ambiente sano en Chilpancingo

By Despertar de la Costa

June 20, 2023

Guillermo Arteaga González

El asunto de la contaminación del Río Huacapa en Chilpancingo es, sin duda, preocupante y merece una atención urgente y seria, desde una perspectiva crítica, el gobierno esta incumpliendo con su deber fundamental de garantizar el bienestar de sus ciudadanos, particularmente su derecho a vivir en un ambiente sano, no necesitamos ser expertos para saber que es una fuente grave de contaminación, olores fétidos se desprenden a lo largo de todo su cauce.

En primer lugar, la persistencia de la contaminación del Río Huacapa pone de manifiesto un fracaso en el enfoque de la gestión ambiental, si bien la responsabilidad de cuidar el medio ambiente no recae únicamente en el gobierno, es su deber regular, supervisar y sancionar a quienes incumplan las normativas ambientales. La incapacidad o la falta de voluntad para hacerlo refleja una deficiencia en la administración pública que es inaceptable.

Además, es evidente que se necesita una mayor inversión en infraestructuras de gestión de residuos y en programas de tratamiento de aguas residuales, la falta de estas instalaciones y programas esenciales podría interpretarse como una falta de compromiso por parte del gobierno para abordar de raíz el problema de la contaminación, la capital del estado no puede ni debe tener un problema de esta magnitud.

La falta de educación y conciencia ambiental también es una falla grave, el gobierno debería estar haciendo más para educar a la población y a las empresas sobre las consecuencias de sus acciones y fomentar comportamientos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, sin embargo, no solo es suficiente con apuntar a lo que el gobierno no está haciendo, es importante tener en cuenta que la solución a la contaminación del Río Huacapa requerirá un esfuerzo colectivo, si bien el gobierno debe liderar el camino, los ciudadanos, las empresas y las organizaciones civiles también tienen un papel que desempeñar.

El artículo 4° constitucional en su párrafo cuarto establece que: “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley…” esto significa que el responsable principal de garantizar el desarrollo de la vida y el bienestar de los ciudadanos, es el Estado, mismo que no está adoptando las medidas necesarias para garantizar un entorno ambiental optimo.

Las políticas y programas ambientales parecen carecer de una implementación y seguimiento efectivo, las estrategias de sensibilización y educación ambiental no han logrado cambios significativos en la conducta de los ciudadanos ni de las industrias locales, las leyes y regulaciones no se hacen cumplir adecuadamente, lo que permite que la contaminación continúe y se multiplique haciéndose cada vez más evidente el problema de contaminación del Río Huacapa.

La falta de acción y la inadecuada gestión por parte del gobierno para abordar la contaminación del Río Huacapa, en primer lugar, amenaza la salud de los ciudadanos de Chilpancingo y las comunidades circundantes del cauce del rio, ya que la contaminación del agua puede conducir a una serie de enfermedades, así mismo, la degradación del ecosistema del río amenaza la biodiversidad y altera los servicios ecológicos de este, lo que puede tener impactos a largo plazo en la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.

La gestión de la contaminación del Río Huacapa por parte del gobierno ha sido inadecuada e insuficiente hasta la fecha, se requiere un enfoque más holístico y decidido para garantizar a los ciudadanos su derecho constitucional a un ambiente sano, esto incluirá no sólo la mejora de las infraestructuras y las regulaciones, sino también el impulso de una educación y una conciencia ambiental sólidas, la salud de los chilpancingueños, las comunidades aledañas y la del medio ambiente no deberían ser nunca consideradas como secundarias y debería de ser primordial y de preocupación para las administraciones gubernamentales en turno.