La lucha por la Champions en la Premier está al rojo vivo. La derrota del Chelsea ante el West Ham (3-2) deja, a la espera de que se ratifique la sanción al Manchester City, a cuatro equipos separados por tres puntos luchando por dos plazas.
El Leicester, tercero, acumula 55 puntos. El Chelsea, cuarto, suma 54. Por detrás, empatados a 52 unidades, están Manchester United (quinto) y Wolverhampton (sexto). Las seis jornadas que restan se presumen apasionantes.
El West Ham, un punto y dos puestos por encima del descenso, arrancó bien. Antonio avisó en el 13′ con un disparo cruzado que salió desviado. Pulisic replicó con un tiro que marchaba la escuadra pero se marchó alto en el 20′.
Del 1-0 se pasó al 0-1 en dos decisiones arbitrales. El VAR anuló en el 34′ el tanto de Soucek que ponía por delante al West Ham. El checo estaba en fuera de juego cuando remató, por partida doble, el córner botado por Boken.
El penalti que adelantó al Chelsea en el 41′ ofreció muchas menos dudas. Diop se ‘tragó’ un quiebro de Pulisic en el área y le derribó. Willian no titubeó y, tras la pertinente ‘paradinha’, batió a Fabianski.
Pero el Chelsea no había aprendido la lección y en el añadido de la primera mitad vio cómo Soucek empataba en el 47′. Nuevamente centró Bowen desde la esquina y, otra vez, el checo ganó la partida para anotar.
El 2-1, en el 51′, también tuvo su ‘miga’ arbitral. Antonio cayó en el área -pareció tirarse-, pero Martin Atkinson no pitó penalti y optó por continuar la jugada para marcar a placer a pase de Bowen.
El Chelsea, con la salida de Giroud, comenzó a amenazar la meta del West Ham y encontró su recompensa en el 72′. Una falta provocada por Pulisic sirvió para que Willian, de libre directo, anotara el 2-2. Nadie podrá dudar del compromiso del brasileño, que acababa contrato con el Chelsea el 30 de junio y optó por renovar hasta final de temporada.
Con los de Lampard volcados llegó el definitivo 3-2. El West Ham aprovechó una contra muy bien lanzada por Antonio para que Yarmolenko decantara la balanza en el 89′ tras romper a Rüdiger. El Chelsea se complica y el West Ham sonríe.