Si algo tiene claro el Barcelona, desde hace mucho tiempo, es que Lautaro es su objetivo número uno para reforzar la plantilla la próxima temporada. La entidad culé ha llegado a un acuerdo con el jugador y lleva muchos meses negociando con el Inter de Milán, aunque aún sin entente. Pero la salida de Luis Suárez, al que Koeman ya le ha dicho que no cuenta con él, abre aún más las puertas del Camp Nou al delantero argentino, deportiva y económicamente. Le facilita el camino.
El principal problema para la llegada de Lautaro al Barça es financiero. Su fichaje implicaba aumentar de forma más que peligrosa y arriesgada el límite salarial. Pero la salida de Luis Suárez, que tiene una de las fichas más altas del vestuario (ronda los 16 millones de euros), permite a la Directiva de Bartomeu incorporar al delantero del Inter de Milán sin arriesgar su proyecto. Además, la marcha del internacional uruguayo también podría implicar la entrada de alguna cantidad en concepto de traspaso, aunque le van a facilitar su adiós.
Las últimas conversaciones entre los clubs apuntaban a una una oferta del Barcelona de 70 millones más un jugador, uno de los candidatos es Junior Firpo, pero el Inter, que es consciente que Lautaro desea jugar en el Camp Nou , quiere al menos ingresar 85 en metálico.
El adiós de Luis Suárez también justifica deportivamente el fichaje de Lautaro, sería su relevo en el centro de la delantera. Koeman cuenta con hombres en ataque: Messi, Dembélé, Griezmann, Pedri, Ansu Fati, Coutinho, Trincao… pero el heredero natural del 9 en el Barça es Lautaro.
El Barcelona arranca dentro de justo una semana la pretemporada y Lautaro todavía no estará fichado. Todas las partes coinciden en que esta semana es imposible que se cierre la operación, pero también confían en que dé un empujón casi definitivo porque están pendiente de negociar en las próximas horas.