Editorial

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By Despertar Redacción

February 11, 2020

Océanos y cambio climático

El cambio climático afecta prácticamente a todo contexto natural, social, y económico del planeta. Este concepto se asocia usualmente con temas terrestres, incluidos cuerpos de agua al interior de los continentes. Sin embargo, los océanos tienden a ser rezagados en la agenda temática y mediática, y es por eso que es importante difundir las afectaciones que los océanos experimentan y que tienen implicaciones directas e indirectas para la humanidad.

Son varios los casos. Uno de ellos corresponde a la acidificación, que es la problemática marina que mayor atención recibe en cuanto al cambio climático. Sucede cuando los océanos absorben dióxido de carbono antropogénico – aproximadamente un cuarto del total que se emite –, el cual reacciona con el agua de mar para formar ácido carbónico, reduciendo así el pH del agua. Este proceso tiene consecuencias devastadoras para varios organismos calcificadores, como corales, crustáceos y moluscos.

Por su parte, el incremento en la temperatura de la superficie del mar afecta diversos procesos biológicos de la vida marina, como la producción de huevos y el crecimiento; fomentando la expansión de organismos patógenos que pueden producir brotes de enfermedades en poblaciones marinas locales.

Otra consecuencia es el incremento en el nivel del mar, que es ocasionado por el calentamiento que ocasiona el derretimiento del hielo continental, lo que a su vez expande el volumen de los océanos y reduce su salinidad. En zonas costeras ocasiona inundaciones, erosión y contaminación de reservas de agua dulce por agua salada. Incluso, motivará a la reubicación de ciudades costeras.

La estratificación de los océanos es un proceso natural que ubica diferentes grados de salinidad, densidad y temperatura en capas. Si esta estratificación aumenta debido al cambio climático, hay menos suministro de nutrientes en las profundidades, lo que a su vez resulta en menos productividad biológica. Aunado a esto, existe preocupación por las alteraciones a la circulación termohalina que conecta cuencas y profundidades de todo el mundo, transportando calor en el proceso.

La hipoxia es otra consecuencia del calentamiento antropogénico de los océanos, y refiere a la disminución de oxígeno, afectando la respiración de diversos organismos; aunque este efecto también sucede por la eutrofización resultante del exceso de nutrientes que se vierten a los ríos y que provienen principalmente de actividades humanas.

Además de afectar a los organismos marinos, estas consecuencias también impactan en las cadenas alimenticias. De igual forma, propician cambios fenológicos, como los patrones migratorios y la abundancia de determinadas especies en ciertas épocas del año. Como efecto adicional está el cambio en la distribución de las zonas de pesca, que tiene complicaciones en materia social (mayor tiempo en traslado hacia la reubicación geográfica de bancos de peces y otros animales, y desventajas para pequeños pescadores en el acceso a recursos), económica (por el posible encarecimiento de los productos del mar derivado de escasez y mayor tiempo en traslado), y de seguridad nacional (la reubicación de bancos de peces puede ocasionar conflictos en límites marítimos entre países).

Es así que las afectaciones del cambio climático en los océanos van más allá de consecuencias de índole ambiental, de ahí la importancia de divulgar el tema.