¿En qué gastan los ricos?
No pagan impuestos, no invierten lo suficiente, apenas creen en la filantropía. ¿Qué hacen entonces con su dinero? Depende del gusto personal de cada quién. Entre sus preferencias están animales exóticos, colecciones de obras de arte y autos de lujo, pero para los más cosmopolitas no hay mayor privilegio terrenal que los yates y aviones ejecutivos.
En 2014, había cinco mexicanos con cruceros de lujo inaudito. Hoy son nueve.
Con una riqueza neta que Forbes estima en 5.6 mil millones de dólares, María Asunción Aramburuzabala, la segunda mujer más rica de México, es la última debutante en este peculiar club de yates. “Halo”, como se llama su nuevo juguete, tiene un valor aproximado de 60 millones de dólares (mdd). Con capacidad para alojar 12 pasajeros en seis cabinas, más una tripulación de 14 personas, “Halo” mide 57 metros de largo (Superyacht/Fan). Fue fabricado por Feadship en los Países Bajos en un tiempo récord de 33 meses y entregado a su dueña en 2015 (Feadship).
Estos son los otros mexicanos dueños de yates, los nombres de estos y su valor estimado: Carlos Slim Helú, “Ostar”, 40 mdd; Alberto Bailleres, “Mayan Queen”, 200 mdd; Carlos Salinas Pliego, “Azteca”, 80 mdd; Bruce Grossman, “Forever One”, 45 mdd; Alfredo Chedraui Obeso, “Tsumat”, 20 mdd; Javier Sordo Madaleno, “O”, 10 mdd; Salómon Juan Marcos Villarreal, “Tutto le Marrane”, 15 mdd, y Carlos Ancira Elizondo, ”Domani”, 15 mdd. El valor colectivo de los yates es de 485 mdd (Superyacht/Fan). En 2016, Emilio Azcárraga Jean tuvo que bajar el precio de su yate “TV” a 102 mdd para poder venderlo. No hay registro de si el CEO de Televisa lo haya reemplazado por otro.
Si se conocen las identidades de los verdaderos dueños de yates es gracias al trabajo de investigación y resguardo de datos del sitio Superyacht/Fan. Dar con ellos no es tarea fácil ya que los yates están registrados a nombre de empresas fantasmas en paraísos fiscales. “Halo”, de Aramburuzabala, por ejemplo, nominalmente pertenece a Athena Limited, de las Islas Caimán; “Azteca”, de Salinas Pliego, a Okris Limited, en las Islas Marshall; “Ostar”, de Carlos Slim, a Bilmore Management, en las Islas Vírgenes Británicas, y “Forever One”, de Bruce Grossman, está registrado por SeaHawk Yachts, también en las Islas Caimán.
Seis de los dueños de yates también vuelan en jets privados. Slim es dueño de un jet ejecutivo Gulfstream G550 (valor estimado 65 mdd); Aramburuzabala de un Bombardear Challenger 350; Bailleres tiene un Gulfstream G650; Salinas Pliego un Gulfstream G-V; Chedraui viaja en un Gulfstream G450 (Superyacht/Fan). Los Gulfstream (entre más alto la numeración del modelo mayor su potencia, comodidad y precio) son de fabricación estadounidense, con capacidad hasta de 19 pasajeros.
Aramburuzabala (Grupo Modelo/Tresalia Capital) Slim
Helú (América Móvil, Inbursa, Inversora Carso), Salinas Pliego (Banco
Azteca) y Grupo Televisa de Azcárraga, aparecen en la lista de personas
físicas y morales a las que el SAT condonó- perdón definitivo del pago de
impuestos–y canceló adeudos fiscales por un monto de hasta 567
millones 861 mil 423 pesos. (SinEmbargo, 02/10/2019). Si bien la condonación de
impuestos técnicamente no es ilegal, sí es inmoral y ofensiva.
En un país donde la mitad de la población vive por debajo de la línea de pobreza,
no extraña que los súper ricos escondan sus extraordinarios lujos materiales
para no hacer visualmente más evidente la inequidad económica y social.