Coyuca de Benítez

Desde la Costa Grande al corazón del país: José Guadalupe, orgullo de Coyuca y de la ingeniería mexicana

By Despertar de la Costa

July 29, 2025

Rebeca Tamayo

CHILPANCINGO, Gro.- Entre los muros solemnes de la Cámara de Diputados, una voz con acento guerrerense rompió la rutina del protocolo: la de José Guadalupe Marino Abarca, un joven de mirada firme, palabras humildes y sueños gigantes que acaba de recibir el Premio Nacional de Ingeniería 2025 en la categoría de Excelencia Académica.

Originario de Coyuca de Benítez, un municipio entre montañas y costa en la entrañable región de la Costa Grande, José Guadalupe no sólo alzó un reconocimiento: alzó también el nombre de su comunidad, de su familia, y de todos aquellos que creen en el poder transformador del estudio y la constancia.

“Hablar de mi municipio es hablar de raíces, de historia, de lucha”, escribió después en sus redes sociales. Y es que su discurso —más allá del acto protocolario— fue un mensaje de esperanza para miles de jóvenes que, como él, se forman en aulas lejanas al bullicio de la capital, pero llenas de talento y compromiso.

Estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Guadalupe dejó claro que la excelencia no está en la perfección, sino en la constancia. No se trata de tener siempre las respuestas correctas, dijo, sino de mantener la voluntad de seguir aprendiendo incluso en los días grises, esos en los que el camino parece más cuesta arriba que de costumbre.

Quienes lo conocen en Coyuca lo recuerdan como un joven sencillo, de familia trabajadora, con una libreta bajo el brazo y preguntas en la mirada. Hoy, ese joven regresa simbólicamente a su tierra con un reconocimiento nacional, como prueba viva de que en la Costa Grande también se forjan grandes ingenieros.

En medio de aplausos, cámaras y felicitaciones, su mensaje fue claro: “No hay lugar demasiado pequeño para soñar en grande”. Una frase que, más allá de la ingeniería, resuena como una fórmula magistral para construir un mejor futuro.