fbpx

Derechairos, comunismo y derechos

Entre los opositores al actual Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en el que se destaca el Frente Nacional Anti AMLO (FRENAAA), y personajes conservadores va imperando una idea propagandística de acusar al mandatario mexicano de estar encaminando el país hacia el comunismo o el socialismo. Esta idea puede funcionar bien como propaganda para articular y movilizar a quienes no simpatizan con el Gobierno de la Cuarta Transformación, pero es falsa.

La idea de una parte de la derecha mexicana y de los llamados derechairos de que este Gobierno se está encaminando hacia el comunismo o socialismo no solo está equivocada sino que además está fundada en la ignorancia.

No se necesitaría leer extensos tratados de ciencia política para demostrar esa falsedad. Un repaso rápido por Wikipedia podría despejar esta idea ignorante. Basta analizar las principales políticas del actual Gobierno para confirmar que en realidad es una administración mucho más parecida, en sus políticas públicas, a los gobiernos anteriores.

De modo que es una falacia de los conservadores y de la derecha mexicana, y de personajes nefastos como el cardenal Juan Sandoval Íniguez, que el Gobierno de López Obrador se encamina hacia un régimen comunista.

Estos mismos personajes u organizaciones que aseguran que vamos hacia el comunismo, de otro lado, admiran países más desarrollados, pero parecen desconocer cómo llegaron a tener ciertos estándares de progreso y calidad de vida.

Quienes ven a países europeos o Estados Unidos como modelos a seguir casi con seguridad desconocen que buena parte del progreso y del desarrollo que existe en esos países provienen de luchas sociales que dieron sectores populares, muchos de ellos con orientaciones precisamente socialistas, comunistas, anarquistas.

Por ejemplo, el derecho a tener una jornada laboral de ocho horas. Probablemente los derechairos ignoran que es producto de luchas obreras radicales donde había diversas corrientes de izquierda y que incluso algunos anarquistas dieron la vida por ello (los Mártires de Chicago).

En México existen derechos laborales gracias a las históricas huelgas de los mineros de Cananea y los textileros de Río Blanco. Además no se tendría el régimen social de tenencia de la tierra ni el acceso a la salud y educación pública sin una revolución social en la que perdieron la vida más de un millón de mexicanos, en su mayoría campesinos pobres y trabajadores urbanos.

Los estados de bienestar desarrollados que la derecha admira de Estados Unidos, Francia o Suecia, en realidad se ganaron gracias a las luchas de movimientos socialistas o progresistas.

Este breve repaso confirma que la mayoría de los derechos de que gozamos, no solo en México sino en buena parte del mundo, no son concesiones de estados conservadores, ni mucho menos. Son producto de luchas sociales de los de abajo y de los explotados.

Al final de cuentas todos los estados nacionales, ya sea México, Estados Unidos o Suecia, son estados que sirven a la reproducción del capital, pues el capitalismo es el sistema-mundo que impera hoy en la moderna sociedad. Muy lejos de un sistema comunista que, ignorantemente, proclama una parte de la derecha mexicana.

About Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *