Víctor M. Alvarado
Empresario en la industria de reservaciones y exdirector de turismo Juan Bureos Oliva, destacó que, con el semáforo epidemiológico en verde, crecen las expectativas de reservaciones para el turismo de bodas en este puerto.
Los fines de semana repunta la ocupación y para las vacaciones de diciembre, hay hoteles que tienen vendido, hasta el momento, más del 50 por ciento de sus habitaciones, lo que es un indicativo importante por la derrama económica que esto representa.
Hay agencias que se dedican a organizar bodas en las entidades que son mercados naturales para Ixtapa y Zihuatanejo, y es ahí la oportunidad para atraer esos eventos y este destino de playa es elegido de entre muchos, destacó el entrevistado.
Dijo que es una industria importante porque llegan grupos numerosos, por lo menos 40, a lo que se le suma el evento en la playa y otros gastos que hacen para la organización.
El concepto de boda en playa ha estado creciendo y aunque durante los meses más críticos de la pandemia se frenó, ahora se está retomando y con mucha más “fuerza” quizá en un 30 por ciento en comparación a los años pasados.
Son los meses de septiembre y octubre cuando más bajan estas reservaciones, pero a partir de noviembre y diciembre, es el pico más alto de las bodas en playa y lo tanto la temporada está por comenzar y con el semáforo epidemiológico en verde, hay buenas expectativas.