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Con un tratamiento integral, que pueda incluir terapia respiratoria, física, nutricional, así como medicamentos especiales, y bajo la supervisión de un especialista, el paciente con fibrosis quística puede mejorar su calidad de vida.
De acuerdo con el neumólogo del Hospital General Regional (HGR) No. 1, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Guerrero, doctor Hugo Arancibia Vargas, esta enfermedad es genética y requiere atención de un especialista para lograr un control, ya que se considera un padecimiento complejo.
Este padecimiento puede causar daños en distintos órganos del cuerpo, como el aparato respiratorio, páncreas, hígado, glándulas sudoríparas y aparato reproductor.
En la conmemoración del Día Mundial de la Fibrosis Quística, 8 de septiembre, el especialista detalló que se trata de una enfermedad poco frecuente, de un caso por cada 3 mil nacimientos a nivel nacional, sin embargo, es necesario se conozca sobre el tema.
El padecimiento se detecta en hospitales de Tercer Nivel de Atención, donde se diagnostica a través de varias pruebas, tales como genes, sangre y pruebas de sudor; además, añadió que los tratamientos han mejorado mucho en los últimos años.
Arancibia Vargas mencionó que algunos pacientes que tienen el gen de fibrosis quística no presentan ningún síntoma a lo largo de toda su vida, pero posiblemente en su descendencia se tenga y se manifiesta abiertamente.
“Si hubiera un familiar con antecedes de esta enfermedad es estudiar a la pareja, porque eso se transmite en forma recesiva. No se considera un padecimiento común, es una patología rara”.
Detalló que los síntomas iniciales son respiratorios y conforme avanza la enfermedad se pueden presentar alteraciones gastrointestinales y, posteriormente, el desarrollo de los daños antes mencionados.
“Incluso después puede ocasionar un daño hepático o cirrosis y, dependiendo el desarrollo de la enfermedad, nuestros pacientes pueden colonizarse cierta bacteria a nivel pulmonar”, detalló.
El neumólogo destacó que el diagnóstico oportuno es importante, porque se puede retrasar el daño pulmonar y se mejora la calidad de vida de las y los pacientes.