RUTH TAMAYO
Zihuatanejo, Gro.- En un sector históricamente dominado por hombres, Guadalupe Paloma Martínez Ortiz, licenciada en derecho y policía de género, ha logrado destacar con firmeza y empatía en su labor. Desde hace tres años, ocupa un cargo clave para la protección de las mujeres, que, lejos de ser un simple desafío profesional, se ha convertido en una misión personal llena de retos, emociones y aprendizajes.
En una entrevista, Paloma compartió cómo llegó a este puesto y los desafíos que enfrentó al comenzar. “Fue algo nuevo para mí”, relata. A pesar de no saber que existía una policía de género en el municipio, aceptó el reto de formar parte de esta causa. “Empecé a leer e investigar sobre nuestras funciones y me empezó a gustar. He sentido que hemos hecho buenas acciones a favor de la policía de género”, asegura.
Entre las experiencias que más marcaron su trayectoria, Paloma recuerda el caso de una mujer gravemente lesionada que, gracias a la pronta intervención de su equipo y la línea directa de la policía de género, logró sobrevivir. “El llegar a tiempo, darle atención médica y apoyo jurídico hizo que ella aún esté con nosotros. Eso es lo más satisfactorio de mi trabajo”, expresó con orgullo.
El trabajo de una policía de género no es sencillo, y Paloma lo sabe. La violencia hacia las mujeres, los abusos y las situaciones extremas, como las agresiones físicas, son parte de su día a día. A pesar de los miedos que confiesa sentir, reconoce que su deber es más grande que cualquier temor. “Cuando una mujer se acerca a mí pidiendo ayuda, sé que tengo que brindársela, aunque tenga miedo”, señala.
Una de las innovaciones que ha marcado su gestión es la creación de una línea directa de atención para víctimas de violencia de género, que ha permitido reducir los tiempos de respuesta y mejorar la eficacia en el auxilio. “Gracias a esta línea, las mujeres se sienten más confiadas y pueden recibir ayuda de inmediato”, afirma Paloma.
Además de su labor operativa, Paloma también ha sido testigo del cambio en la percepción social de las mujeres en cargos de responsabilidad. En su municipio, ahora se reconoce la importancia de la equidad de género tanto en la policía como en el ámbito político. “Hoy en día, vemos a mujeres ejerciendo cargos de relevancia, como la primera presidenta municipal mujer. Hay un avance hacia la igualdad de oportunidades, aunque aún falta mucho por recorrer”, asegura.
Sobre los desafíos que aún enfrenta la mujer en la sociedad, Paloma reflexiona sobre cómo el machismo sigue siendo una barrera cultural. “Este comportamiento viene desde la educación en casa. Nos enseñaban que la mujer debía ser ama de casa, pero poco a poco hemos demostrado que no solo podemos desempeñar esos roles. Las mujeres somos capaces de realizar cualquier tipo de trabajo”, explica, mientras destaca que hoy en día las mujeres están rompiendo estereotipos, como las mujeres taxistas o bomberos.
La labor de la policía de género también enfrenta la adversidad de ser reconocida y valorada en su justa medida. Sin embargo, Paloma, con su dedicación y esfuerzo, ha logrado desmentir la creencia de que el cargo de seguridad es solo para hombres, lo que, además, ha fortalecido su compromiso con la causa. “Lo más importante es que el trabajo se haga bien, sin importar el género”, afirma.
Paloma deja un mensaje claro para todas las mujeres: “No importa cuántos obstáculos haya, nunca dejemos de luchar por nuestros sueños. Como mujeres, tenemos mucho que ofrecer, y debemos ser el ejemplo para que otras se atrevan a seguirnos”.
La funcionaria compartió su visión sobre el poder transformador de la Policía de Género, y cómo este servicio le ha permitido tocar la vida de cientos de mujeres víctimas de violencia. “Mi sueño más grande es que la policía de género sea más reconocida y crezca, porque es una oportunidad única para ayudar a quienes más lo necesitan”, declaró Paloma.
La funcionaria destacó que el trabajo como policía de género le ha proporcionado no solo una profunda satisfacción personal, sino también la oportunidad de ver cómo muchas mujeres, que inicialmente llegaron buscando ayuda, hoy son ejemplos de superación, independizándose y emprendiendo sus propios proyectos. “Es hermoso ver cómo, tras recibir apoyo, algunas mujeres comienzan a emprender su propio negocio y compartir sus historias de éxito”, señaló.
Al hablar directamente con mujeres que están atravesando dificultades, especialmente aquellas que se encuentran en procesos de separación o divorcio, Paloma envió un mensaje claro: “No tengas miedo. Sal, busca ayuda y recuerda que primero estás tú. La sociedad o lo que digan los demás no debe detenerte. Tienes el derecho de ser feliz y vivir sin violencia”.
Además, enfatizó la importancia de no permanecer en relaciones tóxicas y buscar el respaldo de las instituciones y servicios disponibles para quienes se sienten atrapadas. “Si te encuentras en una situación donde no eres feliz, no tengas miedo de dar ese paso. Hay mucha ayuda a tu disposición. No estás sola”, agregó con una profunda empatía.
Finalmente, Paloma reflexionó sobre lo que para ella es la verdadera recompensa de su labor: el cariño de las personas a las que ha ayudado. “El salario no es lo que me llena; es el cariño, los abrazos, y el agradecimiento de quienes han superado su crisis. Esa es la verdadera satisfacción de mi trabajo”, concluyó.
A lo largo de su carrera, Paloma ha demostrado que con determinación y coraje se pueden romper barreras, logrando un impacto significativo en la vida de las mujeres que más lo necesitan. Con empatía, fortaleza y un sentido profundo de justicia, Paloma Martínez Ortiz se ha convertido en una referente de la lucha contra la violencia de género, demostrando que las mujeres, cuando se lo proponen, son realmente “todo terreno”.