IRZA
Acapulco, Gro. (IRZA).- Este jueves por la mañana el arribo de un contingente de normalistas de Ayotzinapa a la zona Diamante generó alarma entre empleados, autoridades, ciudadanos y dueños de negocios de esa área.
Los normalistas salieron de su escuela, en Ayotzinapa, a bordo de autobuses Estrella de Oro y Futura, entre otros, hacia la sede del Poder Judicial de la Federación, en la zona Diamante, donde estaba prevista, a las 10:00 horas, la audiencia de vinculación a proceso de dos de los tres policías estatales implicados en el asesinato del joven Yanqui Kothan Gómez Peralta. El tercero, que es el presunto homicida, se encuentra prófugo.
Pero el trayecto de los normalistas hacia el puerto, del que se dio seguimiento por plataformas de Facebook y grupos de WhatsApp, provocó que empleados de delegaciones federales, municipales, del estado y del Palacio Federal fueron desalojados por temor a que llegaran a vandalizar.
Lo mismo ocurrió en la Fiscalía Regional, en la colonia Progreso, donde además se tomaron medidas de seguridad ante la posibilidad de que llegaran a irrumpir los normalistas.
Muchos comentarios se hicieron en redes sociales, como “Ya llegaron a la caseta de La Venta”, “Entraron por el viaducto de Metlapil”, “Ya están en la zona Diamante” y “Eviten circular por la zona, son unas bestias salvajes”, entre otros.
Pero los normalistas, embozados en su mayoría, llegaron y descendieron de los autobuses embozados ante la sede del Poder Judicial de la Federación, en la zona Diamante.
Los acompañaban la señora Lilia Vianey Reyes, madre del normalista asesinado, Yanqui Gómez, y el director del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, Filiberto Vázquez.
El párroco preguntó al personal que estaba en el acceso del inmueble federal: ¿Ya entró la defensa? A su vez, le cuestionaron: ¿Usted viene como asesor de ellos? “Sí, yo soy el padre Filiberto Vázquez”, respondió.
Enseguida preguntaron: “quién es la mamá (del normalista asesinado, Yanqui Khotan), y la señora respondió: “Lilia Vianey, mi nombre es reservado”, contestó la señora.
El párroco comentó: “es qué están los medios aquí’, y luego los comunicadores fueron retirados hasta un cerco que formaban unos 20 normalistas embozados, quienes más tarde lanzaron cánticos, consignas y dieron lectura a un documento, no sin antes criticar a los medios a los que calificaron de amarillistas por haber publicado que Yanqui Gómez, aquella trágica noche del 7 de marzo, iba alcoholizado, drogado y, supuestamente, habría disparado un arma.
Y cuestionaron: “Cómo es posible que este gobierno morenista que prometía una cuarta transformación, haya sido culpable y testigo de estos hechos (el ataque y muerte de un estudiante) provocados por la policía estatal”.
“Es esta misma policía encargada supuestamente de velar por los derechos de todos ciudadanos, pero es la misma encargada de sembrar evidencias para culpar a estudiantes”, aseveraron.
Y más tarde, casi a las 17:00 horas, el sacerdote Filiberto Vázquez y la señora Lilia Vianey salieron de la sede de los juzgados federales, y se refirieron a las renuncias del secretario General de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, y del secretario de Seguridad Pública estatal, Rolando Solano Rivera, y de la exigencia de destitución de la fiscal Sandra Luz Valdovinos Salmerón, y se pronunciaron porque no sean militares quienes los sustituyan.