Muñoz Ledo, el crítico

Fortalecido y animado tras la primera encuesta del Instituto Nacional Electoral (INE) en la que superó al supuesto favorito, Mario Delgado, rumbo a la dirigencia nacional de Morena, el Diputado Porfirio Muñoz Ledo lanza a bocajarro, muy a su estilo: “Yo estoy cambiando señales: no somos el partido del Presidente, somos el partido en el poder. Soy ‘obradorista crítico’, me llaman, porque creo que la crítica conviene dentro de Morena”.

“Cuando ganemos el partido –sentencia optimista– la primera decisión es auditar al partido, auditar la Cámara de Diputados, iniciar procesos rápidos de reforma constitucional” y, según anuncia, hacer los cambios pertinentes para desaparecer al “totalmente corrupto” Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) e ir en busca de una nueva Constitución. Piensa en un partido que, ceñido a sus principios, “no tenga un pensamiento único”, que sea un partido de la diversidad, un partido de los migrantes, un partido crítico, “porque eso es fundamental para mí, un partido que discuta y sea deliberativo”. Pero también piensa en un partido moderno y digital que involucre a los jóvenes a partir de la creación de un Instituto de Formación Política y Ciudadana con el deber de “crear soberanía”, que tiene que ver con prácticas y debates públicos.

Casi con la mano en la cintura, el hombre que a lo largo de sus 87 años ha dirigido nacionalmente otros partidos, como el PRI (1975-76) y el PRD (1993-96), se muestra confiado en la elección interna y, en entrevista telefónica desde la Ciudad de México, aclara que el Presidente Andrés Manuel López Obrador no ha metido las manos en el proceso interno, del mismo modo en que, dice, tampoco influyó en el resultado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación donde, con seis votos a favor y cinco en contra, se aprobó la solicitud de consulta para enjuiciar a los expresidentes y cuya votación se llevará a cabo en agosto de 2021. En el caso de su sorpresiva participación en el proceso interno de Morena, afirma que “Andrés no se ha metido en esto para nada. Yo no he tenido un telefonazo con él; yo estoy actuando por mi cuenta. Hay que salvaguardar al partido. No puede haber un caciquismo”.

Polémico y apasionado, Porfirio Muñoz Ledo sabe que no dejó indiferente la escena política nacional, mucho menos a los miembros de Morena, el partido que pretende “dirigir críticamente”, luego de que en la primera encuesta realizada por el INE superara sobradamente con el 41.7 por ciento de las preferencias internas a Mario Delgado, quien porcentualmente obtuvo apenas el 27.1 de los votos. La segunda encuesta, con cinco finalistas, inició el pasado 2 de octubre y terminará antes de concluir esta semana.

Desde su adhesión crítica a la Cuatroté, en general, y al Poder Legislativo, en particular, desde hace dos años Muñoz Ledo no ha dejado de ser foco de atención mediática, pasando por los severos cuestionamientos al Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, debido a sus presuntas conspiraciones migratorias en favor de Trump, que incluso involucran a Honduras como “enclave de Estados Unidos” en la región, y a su esposa Rosalinda Bueso –“bella y recta persona”–, pero a quien posiblemente se le ofrezca ser candidata a la Presidencia de ese país. “Va a ser toda una operación Honduras-Estados Unidos, que tiene como gran conducto en los dos lados a Marcelo Ebrard. No es una incidencia, no es una especulación”, puntualiza y critica también a Gobernación, en manos de la exministra Olga Sánchez Cordero: “Es totalmente tramposo lo que están haciendo, es bárbaro y cruel lo que está haciendo Gobernación en el sur del país, aunque van a dejar pasar la caravana porque esto lo ordena Donald Trump”.

Acusa a Ebrard por su adelantada y “peligrosa” ambición en el tema de la sucesión presidencial. “Con Marcelo he tenido diferencias fuertes en el tema migratorio. Ahora se va a prestar, te lo aseguro, a la caravana de migrantes que está organizada por Trump, para que llegue días antes de las elecciones y le pueda decir al pueblo norteamericano que están a punto de invadirlo. Dentro del partido lo que estoy proponiendo es que no haya un asunción anticipada. Mario (Delgado, su oponente interno) está actuando mal, pero está actuando por consigna. Si tuviera alguna autoridad política o moral con Marcelo lo podría disuadir, pero no la tiene, porque él es un enclave”, dice.

Denuncia que incluso Mario Delgado y el grupo de Ebrard “ya tienen ofrecidos gobernadores en cada estado en que habrá elecciones, incluidos algunos del PAN”, y Chihuahua, según comenta, no escapa a esa ecuación. “A lo mejor es una jugada, cierto, pero la sucesión anticipada sólo tendría, o puede tener, el acortamiento del periodo presidencial de AMLO. No puede haber un caciquismo. A Marcelo le mandé un mensaje en broma: le dije, ‘oye, quítale un problema al Presidente, compra el avión presidencial y luego vete a volar’”.

Durante la semana pasada el icónico líder de la ruptura priista en 1988 al lado de Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez entre muchos otros, y luego pieza clave en la construcción del antiguo PRD, lanzó duros mensajes al Gobernador de Chihuahua y esta vez no fue la excepción: “Mira, Javier, en vez de estar jugando por el agua, estás jugando con fuego. El agua es un problema federal, no local. Hay disposiciones legales que concilian los intereses de los municipios, las alcaldías, los gobernadores con el Gobierno federal. El agua, para que lo sepas, es un tema federal. Lo que tu pretendes es otra cosa muy peligrosa: romper el Pacto Federal”.

Finaliza con voz contundente: “La militancia debe entender que no estamos defendiendo sólo a López Obrador, estamos defendiendo un proceso histórico, y si no ganamos con cierta continuidad las elecciones, no va a poder hacerse la Cuarta Transformación. Este peligro es un peligro real, que se interrumpa el nuevo curso del desarrollo que estamos promoviendo”.

Jessica y Diego: la historia detrás del crimen

Martín Moreno

La llamaremos Verónica, para proteger su verdadera identidad.  Se ha enamorado de Diego Urik Mañón Melgoza, de 18 años de edad, cumplidos el 2 de enero pasado. Los embrujos del amor juvenil la ciegan. Corazón de mujer. Pronto los abusos llegan. Y una tarde, la encierra por la fuerza dentro de la cajuela de su auto y le da vueltas por la ciudad para que ella sepa quién es el que manda.

La demostración de poder le gusta a Diego, nacido en Morelia. Repite violencia con otra chica. La somete, colocándole una navaja en el cuello. Fueron los vaticinios de la tragedia mayor.

Otra jovencita asegura que a Diego le gustaba tener relaciones violentas.

Así vivía Diego Urik. Alto –1.80 metros-, fuerte, jugador de futbol americano, bien parecido. Junior con dinero que vivía en Altozano, zona donde se asientan los fraccionamientos de los ricos de Morelia, en la parte alta y boscosa de la zona sur de la capital. Mirrey, les dicen.

Diego transitaba entre el futbol americano, el estudio, los amigos, la fiesta, y la violencia. Jugaba en los Borregos Salvajes del Tec de Monterrey. Joven de familia disfuncional. Sus padres divorciados. Su madre se volvió a casar con un hombre adinerado. Empresario. En lo económico, Diego no tenía ninguna carencia. En lo emocional, allí está su breve historia.

Hace un par de años -todavía menor de edad-, Diego Urik conoció en un baile –un toquín-, a Jessica González Villaseñor, entonces de 19 años. Futura profesora, hija de familia trabajadora que se dedica al negocio de venta de pollos. “Pollos estilo Sinaloa”, es el eslogan del negocio familiar. Y ambos se flecharon.

De acuerdo a información de la Carpeta de Investigación del caso, cuyos detalles fueron revelados por el Ministerio Público durante la audiencia celebrada el pasado jueves uno de octubre y que fueron conocidos por esta columna, Jessica le confesó a sus amigas que su primera relación íntima fue, precisamente, con Diego.

Con base en lo declarado por amigas cercanas a Jessica y que por razones de seguridad personal se omiten identidades, su historia fue así:

Tras conocerse, Jessica y Diego comenzaron a salir y a tener relaciones. Algunas ocasiones, según se los comentó Jessica, en casa del estudiante, y una más en un hotel.

Diego ocultaba a su madre la relación que mantenía con Jessica (tal vez por la desigualdad de clase social). Sin embargo, la chica también era reprendida por sus padres a quienes Diego no les inspiraba confianza. No lo querían para su hija.

Por eso, el día de su desaparición, Jessica dijo en su casa que iba a ir con una amiga cuando, en realidad, tenía otra cita con Diego Urik.

La relación de Jessica y Diego era consensuada, según relatan las amigas de la maestra.

Jessica estaba enamorada de Diego, a quien le pedía formalizar su relación. Él se resistía, lo cual causaba molestia en la chica.

*¡Tú eres mi puta!-, le llegó a espetar Diego, según narró una de las amigas y contado en su momento por la propia Jessica.

Llegó el lunes 21 de septiembre cuando, a las 5 de la tarde, Diego Urik, en su auto marca “Polo”, recogió a Jessica. “Voy con Renata”, dijo ella en casa.

Transcurrieron las horas y no aparecía, lo cual causó extrañeza entre su familia. Sus padres. Su hermano Cristo. Jessica no era una chica irresponsable ni acostumbraba faltar a su casa. Su celular enmudeció.

Entonces se le llamó a la amiga con la cual Jessica, supuestamente, había quedado de verse.

*No la he visto desde hace varios días-, fue la respuesta de Renata. La preocupación aumentó.

Otra amiga les dijo que Jessica había salido también con el dueño de un Uber, a quien se pudo localizar. Acompañado de un abogado y sin ninguna resistencia, declaró y pudo comprobar que la tarde del lunes 21 de septiembre estuvo trabajando y en ningún momento vio a Jessica.

Pero otra amiga confió a la familia que Jessica le había dicho que esa tarde de lunes, vería a Diego Urik. Lo llamaron.

*Sí, la vi, pero la dejé cerca de su casa a eso de las seis y media de la tarde…-, respondió.

Al discurrir las horas, se presentó la denuncia sobre la desaparición de Jessica González Villaseñor. Su hermano comenzó a mover las redes sociales para dar la alerta y asegurar, sin ninguna duda, que el último que había visto a Jessica había sido Diego Urik Mañón.

Cuatro días después de haber desaparecido, el cadáver de Jessica fue localizado en la zona boscosa de Altozano. No tenía pantalón y la blusa estaba arriba de sus pechos. Tenía semen en su zona vaginal, que está siendo analizado para determinar si le corresponde a Diego Urik.

El presunto asesino desapareció desde el viernes 25 de septiembre.

*Es que no sé lo que hice… No te quiero involucrar-, confesó Diego a su amiga Hanna, quien, de acuerdo a lo divulgado en la audiencia por el MP, fue testigo de cómo él se deshizo de algunas pertenencias de Jessica.

El miércoles 30 de septiembre, nueve días después de la desaparición de Jessica, Diego fue detenido en un hotel de tres estrellas en Cihuatlán, Jalisco. Al parecer, se encontraba solo. Según el Fiscal General de Michoacán, Adrián López Solís, la captura fue gracias a la labor policiaca realizada.

Empero, abogados cercanos al caso confiaron que, en realidad, Diego Erik Mañón se entregó de manera voluntaria, tras establecerse un acuerdo con su familia. La defensa busca que el delito se juzgue como homicidio, pero no como feminicidio.

Según relata uno de los amigos de Diego a quienes pidió ayuda para deshacerse del cadáver, él tenía rasguños en los brazos y en los hombros.

Diego fue vinculado a proceso.

El MP pidió al Juez un plazo de 4 meses para realizar la investigación.

El plazo fue concedido.

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En México, durante 2019, fueron asesinadas alrededor de 4 mil mujeres. En lo que va del 2020: 645. Las marchas y protestas públicas ante la pasividad del Gobierno federal, cada vez son más fuertes y enérgicas.

“Manipulan el tema (de feminicidios) para perjudicarnos… Que no nos pinten las puertas, ni las paredes… No estoy de acuerdo con lo que le hicieron a la fotografía de Madero…”, ha sido la respuesta timorata e insensible de López Obrador.

Morelia se incendió por el asesinato de Jessica. La presión pública ha ido en aumento. En este caso, sí cayó su verdugo.

Es Jessica. Y es Yesenia. Alondra. Isabel. Ingrid. Fátima. Carolina. Susana. Danna. Fernanda. Xitlali. Y así…

(Para escribir esta columna, colaboró el periodista Miguel García Tinoco, director de NotiVideo en Morelia).

La extinción de fideicomisos

Siguiendo los dictados de Palacio Nacional, la mayoría en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión aprobó ayer en lo general -y hasta el momento de cierre de esta edición- el proyecto de decreto mediante el cual se extinguen 109 fideicomisos que sirvieron hasta ahora para garantizar el financiamiento de actividades específicas.

La discusión sobre el particular ha sido larga y, en general, reviste una complejidad técnica que impide la socialización más amplia de los argumentos porque se trata de mecanismos para garantizar que ciertas responsabilidades del Estado Mexicano se cumplan.

La simplificación discursiva, característica de esta administración, ha vendido la idea de la liquidación de los fideicomisos con su argumento favorito: se trata de combatir la corrupción que ha caracterizado el ejercicio del poder público en nuestro país.

El problema es que el asunto no es tan simple.

Por un lado, es preciso reconocer que la hipótesis de Andrés Manuel López Obrador -que los fondos de tales fideicomisos no se han manejado con honestidad y transparencia- es plausible, es decir, que no puede desechársele sin más.

Pero, por el otro, también es obligado señalar que todas las generalizaciones conducen, por regla general, al error. En otras palabras, aunque es posible que puedan detectarse casos de malos manejos o ejercicio indebido de los recursos, no puede afirmarse que esa es la regla y, en consecuencia, es motivo suficiente para desaparecer mecanismos que garantizan recursos para proyectos tan relevantes como la investigación científica, el arte o el deporte.

Por otra parte, como se ha dicho a propósito del discurso manido del Presidente de la República sobre la corrupción, la solución al problema no puede ubicarse en la desaparición de aquellos espacios de la vida pública en donde se detecten prácticas ilegales.

Si alguien -quien sea- se ha beneficiado indebidamente de los recursos que se encuentran en los fideicomisos, lo que corresponde es abrir las investigaciones correspondientes, perseguir a los responsables de tales conductas y castigarles conforme a la ley.

Por desgracia, como lo hemos atestiguado en múltiples ocasiones, el presidente López Obrador prefiere la técnica que, de acuerdo con los historiadores, se atribuye a Alejandro Magno cuando fue enfrentado al problema del nudo gordiano: sacar la espada y cercenar el problema porque “es lo mismo cortarlo que desatarlo”.

Pero a ese paso, es necesario decirlo, habría que desaparecerlo todo, ya que difícilmente puede encontrarse un espacio gubernamental libre de corrupción, pues la perversión de los mecanismos de la vida pública será siempre una tentación para quienes tienen su control.

El ruido que la confrontación política genera hoy impide ver con claridad los efectos nocivos que puede tener la desaparición de los fideicomisos públicos que ayer votó el Congreso de la Unión. Pero, para infortunio colectivo, lo más probable es que no tardemos mucho en comenzar a percibirlos con dolorosa claridad.

ESTRICTAMENTE PERSONAL

La Guardia Nacional al Ejército

Raymundo Riva Palacio

La renuncia de Alfonso Durazo a la Secretaría de Seguridad Pública para buscar la gubernatura de Sonora, es el momento para que se concrete el nuevo sueño del presidente Andrés Manuel López Obrador: que la Guardia Nacional pase a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional. No es que Durazo fuera un obstáculo, sino porque puede darse como paquete y distraer lo que hoy es una realidad de facto, que la seguridad pública pase a manos militares. 

Hace poco más de dos meses, López Obrador le encargó a la Conserjería Jurídica de la Presidencia que preparara la propuesta, y está prácticamente lista para presentarse. No ha sido fácil la conciliación y reformulación con los artículos constitucionales, pero en Lomas de Sotelo están de plácemes. Los generales no ocultan su satisfacción por que creen es un cambio de óptica del Presidente, que antes de asumir el cargo quería desaparecer a las Fuerzas Armadas porque México no enfrentaba ningún riesgo de seguridad. 

Una vez en el poder, ha hecho de ellas su pilar, trasladándole responsabilidades fuera de su ámbito y mucho dinero. A cambio, el general secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, se ha convertido en el único miembro en el gabinete que siempre le dice que sí al Presidente sin importar que esté o no dentro de la ley, que lo hace muy funcional para quien no cree en la ley. Legalmente es su cómplice.

Pero de todo aquello que le ha sumado a los militares, la Guardia Nacional es lo que sienten más de ellos,. Siempre enfatizaron las simulaciones del gobierno de tener un cuerpo que dice es civil, pero tiene doctrina militar, entrenamiento militar, estructura militar y jefes militares en activo –otra violación constitucional a la que a nadie parece importarle- como sus comandantes. Lo que no tenían era el mando, que fueron tomando rápidamente a costa de Durazo.

El momento más importante de este golpe al interior del gabinete fue el culiacanazo el 17 de octubre del año pasado, donde la operación para capturar a Ovidio López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, fue un desastre de planeación del Estado Mayor de la Defensa Nacional, y causó que el Presidente, violando una vez más la ley, ordenara que lo liberaran para evitar, dijo, un baño de sangre. El jefe de la Guardia Nacional, el general de brigada, Luis Gutiérrez Bucio, también ha respondido desde que asumió el cargo a las instrucciones provenientes de Lomas de Sotelo, donde le dan instrucciones o reprimendas.

Durazo es un cero a la izquierda con respecto a la Guardia Nacional, y suele ser maltratado en las reuniones del gabinete de seguridad por los jefes militares, generales y almirantes, y como por el general retirado, Audomaro Martínez, director de la Agencia Nacional de Investigación, que de todo ese grupo, es quien peor relación tiene con él. Durazo lleva meses pensando en Sonora, y en menos de tres semanas estará allá. No se ha decidido aún quién lo releva, pero junto con dos descartes de civiles, hay un militar retirado que ha emergido en la prensa como el potencial sustituto.

El Presidente quiere su policía militar, y policía militar tendrá para la seguridad pública. No hay que confundirse con la Policía Militar, el ente dentro de las Fuerzas Armadas, que hace cumplir con la jurisdicción castrense y aplica orden y disciplina interna. López Obrador quiere su cuerpo policial militarizado, con lo que dará un paso más en la desnaturalización de las Fuerzas Armadas, y que requiere varias reformas constitucionales, como el 21, que señala que las instituciones de seguridad pública, la tarea de la Guardia Nacional, “serán de carácter civil”, sujeto a bases mínimas que incluyen la ley que determinará la estructura orgánica y dirección de la Guardia Nacional, que estará adscrita a la Secretaría de Seguridad Pública, y que generen y preserven el orden público y la paz social. También implicará que se modifique la Constitución que establece responsabilidades para las Fuerzas Armadas, y se incluya que la seguridad pública será responsabilidad de militares y no de civiles.

El general secretario, con tantos recursos que le están dando, no parece haberse dado cuenta de esta desnaturalización de las Fuerzas Armadas, el rediseño estratégico que se está realizando frente a sus ojos, ni el grado de compromiso que ha ido adquiriendo no con el Presidente de la República, sino con López Obrador. Tampoco parece importarle, porque no ignora lo que ha hecho el Presidente en otras áreas, quien esté utilizando a militares para fines para los cuales las Fuerzas Armadas no están diseñadas. 

Una de ellas, lo más importante, por su trascendencia, es la Fiscalía paralela que se ha creado en la Agencia Nacional de Investigación, al incorporarle ministerios públicos que acompañen los casos de inteligencia. Esa Fiscalía alterna, que no se llama de esa forma, es paralela a la Fiscalía General que encabeza Alejandro Gertz Manero, y es utilizada para judicializar sin necesidad de pasar por las áreas competentes y existentes, los casos políticos que le encarga investigar López Obrador a su amigo, el general retirado Martínez.

Los militares están al servicio de López Obrador, lo cual no es una obviedad. Las Fuerzas Armadas tienen como comandante supremo al Presidente de la República, pero en este caso se ha construido un apéndice con su complicidad. No es sólo el compromiso constitucional al que se obligan, sino por fuera de la ley y de la normatividad, están respaldando a López Obrador en el levantamiento de un andamiaje paralegal. 

¿Qué quiere de ellas? No se sabe en el largo plazo, pero podrá utilizarlas para lo que desee, incluso una extensión de mandato, como a veces parece anhelar. Todo por el poder y el dinero son efímeros, pero el resplandor ha hecho olvidar al general Sandoval a quien realmente se deben las Fuerzas Armadas.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa

LA DEMOCRACIA GOBERNABLE

POR JULIO CESAR HERNANDEZ MARTINEZ

La gobernabilidad ha sido un tema central en las discusiones políticas desde que los filósofos griegos y romanos debatieron en torno a cuál de los tipos principales de gobierno (monarquía, oligarquía o democracia) era preferible. En especial, dos elementos han sido incluidos en las discusiones sobre la gobernabilidad: la legitimidad y la eficiencia. La argumentación ha sido paralela, así que la falta de cualquiera de los dos provocaría ingobernabilidad, disturbios y, lo más probable, un cambio de régimen, si no del sistema gubernamental en su totalidad.

Filósofos como el francés Montesquieu (1689-1755) y el suizo Jean Jacques Rousseau (1712-1778), dedicaron sus trabajos al asunto de cómo garantizar un régimen legítimo. Las ideas de los filósofos ilustrados se basaban en la separación del concepto de gobierno del de Estado (en este sentido la sociedad). Esa innovación fundamental del pensamiento político abriría el camino para llegar al componente analítico más importante para la teoría ilustrada: el ciudadano individual. De ahí viene la idea esencial de la democracia liberal: un gobierno es legítimo únicamente cuando obtenga su derecho para gobernar a los ciudadanos que constituyen la sociedad. La legitimidad sería asegurada mediante la inclusión horizontal de ciudadanos iguales que se manifiesta en los derechos y libertades políticos.

Manuel Alcántara sostiene que puede entenderse “por gobernabilidad la situación en que concurren un conjunto de condiciones favorables para la acción de gobierno que se sitúan en su entorno (de carácter medioambiental) o que son intrínsecos a éste”. Ángel Flisfisch, concibe a la gobernabilidad democrática, como “la calidad en el desempeño gubernamental a través del tiempo donde se deben considerar las siguientes variables: capacidad de respuestas eficaces, aceptación de dichas decisiones por la sociedad y coherencia de las decisiones a través del tiempo, de manera que no produzcan efectos contradictorios”. 

La gobernabilidad democrática ha cobrado importancia en México,  en el sentido que se considera una forma o manera de ejercer el poder, donde los encargados de tomar las decisiones públicas, hayan sido seleccionados a través de limpias, honestas y periódicas elecciones, pero que además dicha relación no se extinga aquí, sino que continué en el entendido, que dichos individuos tomen las decisiones e implementen acciones considerando prioritariamente las voluntad de sus electores teniendo repercusiones benéficas a la mayor cantidad de ciudadanos.  Bajo un equilibrio constate entre las demandas y las respuestas satisfactorias que implemente la acción gubernamental. Propiciando siempre la armonía en las relaciones políticas.

En este sentido se concibe a la gobernabilidad democrática como: La capacidad de procesar y aplicar institucionalmente decisiones políticas sin violentar el marco de derecho y en un contexto de legitimidad democráticadebido a que la implementación de acciones por parte del gobierno, se efectúa en diversas áreas, pero que en todas aquellas presenta la característica en común de requerir el consenso entre los actores de poder y por tanto su legitimación por parte de la ciudadanía.

Es importante que los diversos ordenes de gobierno en México generen políticas públicas que tengan como propósito fundamental es de resolver los problemas que aquejan a la ciudadanía y el de generar condiciones necesarias para el desarrollo económico, político y social. Los difícil situación que ha recrudecido la pandemia del covid 19, ha propiciado un pandemia en la económia de nuestro país. El Gobierno de AMLO debe impulsar la conciliación política. Los desencuentros con muchos Gobernadores de las entidades federativas han salido a flote y requerimos a un Ejecutivo Federal que sea factor de unidad. Las críticas al Instituto Nacional Electoral, Poder Judicial Federal, Partidos Políticos, Medios de Comunicación, Empresarios, Organizaciones Sociales solo han propiciado la crispación y polarización política. Es momento de hacer menos tensa la política. Gobernantes, actores políticos y ciudadanos tenemos el enorme desafío de consolidar a nuestra democracia y hacerla gobernable.

Estudiante del Programa Educativo de TSU en Procesos Alimentarios de la Universidad Tecnológica de la Costa Grande de Guerrero, cursará de manera virtual la asignatura “Análisis de Alimentos II” en nuestra universidad hermana, la UT de Oriental.

Como parte del convenio de vinculación establecido entre la Universidad Tecnológica de la Costa Grande de Guerrero (UTCGG) y la Universidad Tecnológica de Oriental, y con el interés de establecer una movilidad estudiantil nacional; nos complace informar que Elizabeth Gallardo Irra, estudiante del Programa Educativo de TSU en Procesos Alimentarios de la Universidad Tecnológica de la Costa Grande de Guerrero, cursará de manera virtual la asignatura “Análisis de Alimentos II” en nuestra universidad hermana, la UT de Oriental. Esperamos que estos lazos de vinculación fortalezcan el aprendizaje de nuestros estudiantes y faciliten el intercambio de experiencias académicas, vivencias culturales y nuevas amistades. ¡Enhorabuena!

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