Aprueban exhorto al estado y municipios para la actualización y promoción de los atlas de riesgos

CHILPANCINGO. El Congreso del Estado aprobó un exhorto al titular de la Secretaría de Protección Civil en el estado y los ayuntamientos de Acapulco, Chilpancingo y Zihuatanejo, para que actualicen periódicamente sus Atlas de Riesgos y realice diversas actividades que promuevan y alienten a la población en el uso adecuado de este mecanismo de prevención.

Esto durante la sesión de la Comisión Permanente de este miércoles, donde además se exhortó al resto de presidentes municipales de la entidad para queelaboren sus respectivos Atlas de Riesgos y los registren ante el Sistema Nacional de Protección Civil, para los efectos correspondientes.

En el dictamen que fue fundamentado por la diputada Norma Otilia Hernández Martínez, en su calidad de integrante de la Comisión de Protección Civil, se establece que dicha Comisión queda constituida como vigilante y garante de la elaboración y/o actualización de los Atlas de Riesgos estatal y municipales, según sea el caso.

Cabe mencionar que estos instrumentos emergieron predominantemente en el contexto de la normatividad en protección civil, la cual fue vista en las últimas décadas desde una perspectiva reactiva ante las amenazas de diversos fenómenos naturales.

Sobre el tema intervinieron los diputados Heriberto Huicochea Vázquez (PRI), Carlos Cruz López y Alfredo Sánchez Esquivel (Morena), quienes coincidieron en la importancia de que la entidad y los municipios cuenten con un Atlas de Riesgos porque con éste se previenen o minimizan los desastres naturales.

Plantearon, además, la asignación de una partida presupuestal para dicho fin, ante la escasez de recursos de muchas administraciones municipales, y que se busquen mecanismos que garanticen que los municipios harán cumplir la Ley de Desarrollo Urbano, evitando los asentamientos en zonas de alto riesgo, como cauces de ríos y laderas.

Dictámenes

De primera lectura quedaron los dictámenes por el que se emite juicio en contra de Ana Farías Ramírez, regidora del Ayuntamiento de Atlixtac, para que desempeñe funciones docentes y edilicias, y por el que se deja sin efectos la licencia por tiempo indefinido de Armando Rosales Tolentino al cargo y funciones de regidor del Ayuntamiento de Huitzuco de los Figueroa, a partir del 18 de febrero de 2020.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Tremendo regalo le dio el gobierno de los Estados Unidos al presidente AMLO. Justo en el marco de su visita de Estado a Washington, fue detenido en Florida el ex gobernador priísta de Chihuahua, César Duarte, quien fue acusado por su sucesor, el panista Javier Corral, de un desfalco de 6 mil millones de pesos al erario público, así como el desvío de otros 50 millones.

Sobre Duarte (el otro Duarte es Javier, el de Veracruz, también priísta) pesaban unas 10 órdenes de aprehensión, pero como se fue a refugiar a los Estados Unidos, y el gobierno mexicano había enderezado mal la petición de detención y extradición, no se le pudo detener hasta que el actual gobierno volvió a hacer todo el procedimiento.

Así, mientras que el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno alias Alito, se llenaba la boca diciendo que el pueblo de México extrañaba a los priístas -por lo cual lo tundieron en redes sociales-, los policías gringos preparaban la detención del ex gobernador chihuahuense.

Luego, Alito se tuvo que desdecir, y señaló que su partido no solapará a nadie que haya traspasado los principios legales que nos rigen.

Alito deben entender que su pasado lo persigue, pues él mismo, como ex gobernador de Campeche, tendrá sus cosas por las cuales responder.

Pero también olvida que el presente no se corrige con discursos, sino con hechos. Si Peña Nieto hubiera permitido, como se lo pidió Manlio Fabio, que se le diera cacería a todos los gobernadores de su camada que se pasaron de lanza, estaríamos contando tal vez otra historia. El PRI entonces podría enarbolar el discurso de apego a la ley.

Sin embargo, es ahora que están como lazo de cochino cuando quisieran retroceder en el tiempo, pero ya es demasiado tarde. La historia juzga a todos, y el tiempo no perdona, es implacable.

En cuanto a la gira del presidente López Obrador por los Estados Unidos, podemos afirmar que le fue de plácemes. No fue un encuentro apoteósico, como a los que estamos acostumbrados, sino al contrario, fue muy modesto y ecuánime.

El presidente durmió en la casa de la Embajada de México en Washington, y ayer tuvo actividades privadas, para al medio día reunirse con el presidente Donald Trump, en la Casa Blanca, en medio de muestras de apoyo de la comunidad chicana-mexicana. Claro, también hubo manifestaciones en contra, pero fueron mínimas, y sin fundamento, pues acusaban a AMLO de comunista, en el marco de la firma de un nuevo tratado de libre comercio con América del Norte.

Pero lo más interesante fue lo que sucedió durante la declaración conjunta y también ya por la noche, en la cena que Trump le ofreció a AMLO, a sus colaboradores y a los empresarios que lo acompañaron.

El discurso de Trump fue ligero, muy preciso, en el que señaló que el presidente AMLO es su amigo, que existe entre ellos una buena colaboración y entendimiento, que están trabajando en asuntos vitales, como la contención de la pandemia por el Covid-19 -Estamos salvado vidas, dijo-, en el combate al narcotráfico, y desde luego en asuntos económicos.

Trump reconoció, sobre todo, el aporte económico de los 36 millones de mexicanos en los Estados Unidos, y dijo que a ambos países los une la familia, la fe, la historia y el comercio. ¿Qué tal?

¡Ah!, y lo más importante es que todo fue aterciopelado, sin las esperadas humillaciones de Trump contra AMLO, sin sacar a relucir el muro fronterizo, ni los asuntos de migración que son cosas que limitan la relación entre ambas naciones.

AMLO, por su parte, se explayó. Le dio a Trump y sus oyentes una lección de historia, una lección de economía hablando de la aportación económica de América del Norte en el mundo, una lección de civismo y buena vecindad, al recordar la buena relación de Juárez con Lincoln, y de Roosevelt con Cárdenas.

Sobre todo, no perdió la oportunidad de exaltar a las familias migrantes de México en Estados Unidos, gente trabajadora, entusiasta, que soporta en gran manera la economía estadounidense.

AMLO agradeció a Trump su apoyo en la pandemia por Covid 19, y sobre todo que respete a México como una nación independiente y soberana.

Y culminó comuna “¡Viva México!”, tres veces, dijera el del chiste.

Por la noche, en la cena con empresarios, Trump remató lo que parece ser un tórrido y prometedor romance: “Su presidente es el mejor presidente que han tenido. Es duro, audaz. Y quiere mucho a su país”, dijo Trump sobre López Obrador. ¡Zas! ¿Así o se los envuelvo?

AMLO se arriesgó y lo logró. Hoy vuelve a México, con honor y gloria. Y ya puede decir: “Vini vidi vici”.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Guerrero a centímetros de regresar a semáforo rojo

“Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad”: Simón Bolívar.

Mis estimados, a Guerrero nomás falta que un perro lo orine. Neta, como reza el dicho popular, todo acontece al estado suriano: tormentas, dengue, zika y temblores. El estado suriano, además, está centímetros de volver al semáforo rojo, pues los fallecimientos y contagios por el Covid-19 crecieron de forma exponencial y llevamos 2 días rompiendo nuestro propio récord en contagios.

Bien pronto el estado suriano sumó 6 mil 698 casos confirmados de Covid-19, según la Secretaría de Salud, estatal del gobierno del estado.

Sin embargo, la cifra puede aumentar en los próximos días, ya que hay un total de 2 mil 357 pacientes considerados sospechosos. Por esos datos, el estado de Guerrero, se ubica en riesgo de volver al confinamiento y que el gobierno declare el cierre de negocios no esenciales, así como el cierre de las playas.

El panorama para los guerrerenses es oscuro, pues Guerrero ya rebasó los mil fallecidos. Es una cifra escalofriante para un estado que cuenta con al menos 3 millones 533 mil habitantes.

No es nada alentador para ningún sector volver al encierro, pero principalmente a quienes vivimos en los destinos turísticos, que es también donde hay más casos de fallecidos. Por ejemplo, el muncipios de Acapulco, que tiene 3 mil 935 casos acumulados y 543 muertes. Pese a ello, los ciudadanos no respetan las reglas sanitarias. Sí arribó turismo al destino, pero no respetan las reglas oficiales sanitarias, andan por la calle sin cubrebocas, se juntan varios en la playa y entran a bañarse.

Incluso reportan algunos ciudadanos que hay bares abiertos, gimnasios, entre otros negocios que venden bebidas embriagantes, y por eso los turistas compran y llevan a la playa.

Incluso, hay denuncias que restauranteros y hoteleros están vendiendo bebidas y comida a los turistas.

En general, los visitantes no respetan las reglas, se llevan todo a la playa. Incluso, los gobiernos estatal y municipal están gastando mucho dinero en cubrebocas y geles, porque ni eso traen los visitantes.

Por eso el mandatario estatal insiste en que si los prestadores de servicios turísticos no ponen de su parte, podría haber un rebrote de coronavirus.

Y lamento decirles que ya lo hay. Entonces, el mandatario estatal se verá obligado a ordenar de nuevo el cierre de las playas, y negocios no esenciales.

Y va a valer chichi de iguana todo el esfuerzo que se ha venido haciendo, para que pudieran abrir los destinos turísticos de la entidad.

El municipio de Chilpancingo también camina como los cangrejos, para atrás, pues ya cuenta con 681 casos y 100 defunciones. E Iguala tiene 231 casos y 81 fallecidos.

Estos municipios son los que registran menor cumplimiento de la medida de restricción de movilidad.

En el municipio de Zihuatanejo, sorpresivamente -y digo sorpresivo, porque es un puerto pequeño, en donde la sociedad había guardado bien la cuarentena-, en menos de un mes se dispararon los contagios por Covid-19 de forma grotesca. En este momento el destino cuenta con 183 casos y 29 defunciones.

Es espantoso cómo avanza este virus, mis estimados. En serio, ponga cuidado, pues el coronavirus no mide estatus social, ataca parejo.

Les decía que los puertos del estado se encuentran en peligro de volver a ser cerrados, pues el coronavirus sigue pegando a la entidad, la pandemia está en todo su apogeo.

Y no crean que sólo el comercio y la pequeña empresa están en desobediencia, sino que también hoteles y restaurantes se están saltando las reglas sanitarias.

Mucha gente no acepta someterse a la nueva normalidad y se les dificulta cumplir con los requisitos planteados por la Secretaría de Salud, para evitar que se propague el virus. Principalmente, sana distancia y el uso de cubrebocas, así como con la compra de material sanitizante para sus negocios. Se resisten a comprarlos, aunque es un bien para el negocio, pues muchas personas, si no ven el sello de “negocio limpio”, no entraran a ellos.

Dejemos de ser testarudos, pues. Sobre aviso no hay engaño, señores. Si no entendemos y corregimos el camino, vamos a regresar al confinamiento, pues el coronavirus tiene al filo de la navaja a los guerrerenses y estamos pisando nuevamente la raya roja, mil fallecidos, reaccionemos, por piedad, pensemos un poco en los demás. Además, y por si no han pensado, a los únicos que perjudica todo esto, es a los ciudadanos; no al gobierno.

Así que póngase trucha, porque si regresamos al confinamiento -vamos que volamos al semáforo rojo-, nos vamos a lamentar después, como lo ocurrió a varios prestadores de servicios turísticos en otros destinos, que al ocurrir un rebrote del virus, los gobernadores de esas entidades decidieron regresar al semáforo rojo para tratar de contener la pandemia de nuevo.

No contribuyan a que cierren las playas en Guerrero de nuevo. Guardemos la sana distancia y no dejemos que los turistas echen a perder el esfuerzo de los locales. Auxiliemos y cuidemos el destino todos por el bien del puerto.

Si bien es cierto que al municipio de Zihutanejo le llegaron los contagios del virus por la vecindad de Lázaro Cárdenas, eso ya no importa. Lo importante es que ya está aquí el Covid 19 y hay que cuidarnos.

El primero en recibir muchos contagios fue el municipio de La Unión; no obstante, el municipio unionense logró bajar los contagios.

Pero Zihuatanejo resultó ser el más perjudicado, por ser la principal ciudad de toda la Costa Grande. Los contagios y fallecidos por el virus pueden crecer y poner en riesgo la apertura del destino.

No estamos cumpliendo con las reglas sanitarias.

Y es que, mis estimados, no hagan caso a los políticos que están en contra de todo y a favor de nada, pues algunos políticos sinvergüenzas -aunque usted no lo crea- están señalando y culpando al gobierno municipal y estatal de la calamidad que vive este municipio por el coronavirus.

Los políticos engatusan a la gente y les dicen que los únicos culpables de todo este desastre que hizo el virus, y que incluye muerte y quiebra de negocios, son los gobernantes en turno, porque no debieron enviar al confinamiento desde marzo, que debieron mandar a la gente a encerrarse a sus casas en mayo, pues no había contagiados y menos muertos. Pero no lo hicieron así, sino que mandaron desde marzo al confinamiento, y ahora están en quiebra muchas empresas.

Y lo peor es que hay varios fallecidos por el virus, y que el único culpable de tanta muerte y quiebra de negocios es el gobierno. ¡Increíble! ¿Cómo puede haber mentes tan perversas y macabras? Nadie es culpable de nada; el Covid-19 es una pandemia mundial, para la que ningún gobierno estaba preparado para contenerla. Y quien mandó al confinamiento el 23 marzo fue la Secretaría de Salud Federal, no fue el gobierno municipal ni estatal, ellos acataron la orden federal.

¡Caray!, cómo hay gente malvada. Señores, no hagan caso de gente injusta, que por conseguir el poder son capaces de decir y hacer cosas que los dañen.

Figúrense, que hay personajes oscuros que le dicen a la gente que no crean en nada del virus, que en dónde han visto que un político que se contagie de coronavirus, y que tampoco los chicos malos que andan en la calle se contagian, que es puro cuento.

¡Imagínense! En plena pandemia y con la cifra de mil fallecidos, estos perversos dudan del coronavirus. Estoy de acuerdo que duden de otras naciones, pero en México, Guerrero y principalmente Zihuatanejo, que es un municipio pequeño donde muchos nos conocemos, y donde más de uno de nosotros tenemos un familiar, amigo, conocido o vecino, que se contagió del virus, algunos sanaron otros murieron, no entendemos cómo siguen dudando.

Simple. Si usted no está enterado del tema, salga y platique con los pescadores, con los trasportistas y con los comerciantes, para que se dé cuenta de lo que le digo. No se quede con los cometarios de los políticos arribistas y vividores, esos sólo engañan mienten como es su costumbre.

Por cierto, con tanta información que hay a través de redes sociales, bien pocos van a ser engañados, por políticos arribistas, felizmente, vivimos otros tiempos.

Cooperemos todos para que bajen los contagios por el coronavirus en Zihuatanejo. Si queremos seguir con la apertura del destino turístico y las playas abiertas; no importa que sea al 30 por ciento de su capacidad, pero ya caen recursos, hay circulante en la ciudad. Entonces, participemos con la parte que nos corresponde a cada uno, para que vuelva a la normalidad el puerto de Ixtapa-Zihuatanejo. ¡Feliz jueves para todos!

Construir la ciudadanía

En todos los medios de información que existen hoy; digítales, impresos, de boca en boca y hasta en el propio silencio, permea un desasosiego general en la sociedad de nuestro país. De hecho, como nos gusta _y acostumbramos_ a ser sectarios, ya ni eso despunta, existe una hemiplejia social.

Particularmente lo veo como una parálisis generalizada, un stand by obligado porque no sabemos a donde ir y dudo, que racionalmente sepamos. De mis referentes formativos y de cajón, Antonio Gramsci escribió en toda su vida prolífica de escritura, un texto titulado Odio a los Indiferentes; cruel y subversivo suena el nombre, qué a más de uno espanta u opta por no proseguir a su lectura. Pero en estos tiempos volátiles, líquidos, de pandemia, de violencia, de crisis financiera y sanitaria _que ningún país del mundo se escapa_ vale la pena retomar textos, que nos hagan repensar el concepto de ciudadanía, y el valor que se tiene dentro de una democracia representativa y más aún, participativa.

“La indiferencia es apatía, es parasitismo, es cobardía, no es vida (…) la indiferencia es el peso muerto de la historia, es la materia inerte que ahoga los entusiasmos más brillantes, es el pantano que rodea a la vieja ciudad y la defiende mejor que la muralla más sólida (…) la indiferencia opera con fuerza en la historia, opera pasivamente, pero opera. Es la fatalidad, aquello que no se puede contar, lo que altera los programas, es la materia que se rebela contra la inteligencia y la estrangula (…)”

Lo anterior es una pequeña síntesis de la obra de Gramsci. Sí, violento el nombre, pero también rebelde y revolucionario. Lo que dice no es más que el deseo de que todos, como noble incitación, a realmente participar activamente como ciudadanos, y eso implica tres acciones; primero ser solidarios y preocuparse por los problemas que en general atañen a la sociedad, segundo, preocuparse por los aparejos individuales y de familia que indirectamente repercuten en la sociedad y tercero; emitir un voto justo y razonado como parte de la democracia representativa en la que vivímos _aunque se sabe que el voto generalmente no se formula con el cerebro_. Sin tanto detalle, sucintamente, con esas tres acciones, comenzaríamos a construir ciudadanía.

Particularmente, creo que hoy el ciudadano ya no es un hombre libre, porque vivir en comunidad, es un reflejo de vivir en libertad. Con justa razón a mucho les causa nausea la política, pero lo que no se sabe es, que la política no se enseña, se conquista. No construimos ciudadanía porque las calles, producto de la globalización, se han convertido en calles de tiendas abiertas a todas horas, en programas de televisión, en donde un imbécil es más popular que una crítica con fundamento y constructiva.

Por otra parte, en el segmento educativo, ya no se enseña o se forma, ni siquiera se preocupa en construir ciudadanos. En la educación _en todos los niveles_ solo sí acaso, se ha convertido en un mero aprendizaje de conductas ciudadanas “correctas”, que solo son variaciones vacuas de ciudadanía.

Ante esto ¿Porqué? ¿Porqué mantener esa palabra tan valiosa que poco a poco le ha quitado todo valor político?

Porque hoy ser ciudadanos nos vacía y nos conmina a lo que se espera de nosotros: trabajar, consumir, volver a consumir, divertirnos…  ah! Y a votar si es que se quiere o se puede cada determinado número de años por “nuestros representantes populares”.

Desgraciadamente no lo sabemos, pero el ciudadano es el que piensa, no es el que cree. Por último, cabe resaltar que el ciudadano, es la pieza fundamental, de todo lo que tenga que ver con lo democrático, y hoy, en nuestro país es sinónimo de control y dominio.

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