El presidente Jorge Sánchez Allec a través de la Dirección de Salud Municipal y en coordinación con personal de Vectores de la Secretaría de Salud del estado, llevaron a cabo los trabajos de nebulización por la colonia Lázaro Cárdenas (La Noria), esto como parte de la campaña Dale la vuelta al mosquito y así evitar la propagación del mosquito transmisor del dengue, zika y chikungunya. Cabe mencionar que además de esta colonia se han realizado dichos trabajos en otros sectores del municipio.
Día: 28 mayo, 2020
Confirman 4 casos de coronavirus en Petatlán
El director del Hospital Básico Comunitario de la cabecera de Petatlán, Sergio Ríos Solís, confirmó el cuarto caso positivo de Covid-19 originario de aquel municipio; se trata de un masculino de 41 años de edad que se encuentra siendo atendido en el Hospital General de Reconversión “Dr. Bernardo Sepúlveda Gutiérrez” con sede en la cabecera municipal de Zihuatanejo.
Vía telefónica, Sergio Ríos Solís, informó que hace aproximadamente nueve días el paciente acudió al Hospital Básico Comunitario de Petatlán con fuerte dolor de cabeza, fiebre y dificultad para respirar, por lo que inmediatamente fue trasladado al Hospital de Reconversión de Zihuatanejo, ahí se le aplicó la prueba Covid-19 además de internarlo en el área especializada en calidad de sospechoso, hasta este miércoles 27 de mayo que el análisis arrojó un resultado positivo.
Actualmente, el hombre de 41 años se encuentra internado en el área Covid-19 del Hospital de Reconversión, tiene un estado de salud estable, sin embargo está conectado a una máquina que le provee oxígeno, pero no ha requerido de un ventilador mecánico que haga el proceso de respiración artificial.
El director del Hospital Básico Comunitario, Sergio Ríos Solís informó que sus contactos se encuentran en vigilancia epidemiológica y añadió que este fue un caso comunitario porque el paciente positivo no tiene antecedentes de haber viajado a otro estado o al extranjero, por lo que invitó a la población a seguir las recomendaciones para evitar la propagación y contagio del virus.
Suben a 5 casos de Covid-19 en Tecpan y Atoyac
PEDRO PATRICIO ANTOLINO, CORRESPONSAL.
TECPAN. Luego de que este municipio contara con un solo caso de coronavirus, el gobernador Héctor Astudillo Flores confirmó otros dos casos para sumar 5 casos de coronavirus y otro más de Atoyac, donde también suman 5.
Es por eso que el alcalde de Tecpan, Yasir Deloya Díaz, informó en su cuenta de Facebook que hay tres nuevos casos positivos de coronavirus.
En su publicación, el edil expuso que este miércoles la Secretaría de Salud del estado confirmó tres nuevos casos positivos, sin precisar la edad, lugar ni género.
Es por eso que hizo un llamado y reiteró a las familias tecpanecas que se mantengan en sus casas y atiendan todas las recomendaciones de precaución, prevención e higiene, ante nuevos contagios
Por su parte la presidenta municipal de Atoyac de Álvarez, Yanelly Hernández Martínez confirmó el quinto caso positivo en su municipio, el cual corresponde a una mujer de 54 años de edad, quien padecía enfermedades crónicas.
En su cuenta de Facebook el gobierno municipal también reiteró a la población el llamado a mantenerse en casa y seguir las recomendaciones de higiene del sector salud.
Además, indicó que reforzó la sanitización en los establecimientos públicos de la cabecera municipal, así como en la comunidad de Cacalutla una de las más grandes de la zona baja del municipio.
Entrega Adela Román equipo especial para traslado de pacientes con síntomas de COVID-19
*La alcaldesa entregó trajes de protección, camillas y cápsulas de aislamiento a la Coordinación de Protección Civil y Bomberos
Edwin López
ACAPULCO. Para proteger la salud de paramédicos y personal que atiende emergencias, la presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo, entregó este miércoles 50 trajes protectores y tres camillas con cápsulas de aislamiento, para el traslado de pacientes con síntomas de COVID-19.
“Ya vimos que la situación está cada vez más difícil y debemos tomar todas las precauciones, para que nuestro el personal cuente con la protección adecuada y que se preste el servicio sin miedo, sin temor”, expresó la alcaldesa durante la entrega del equipo al coordinador de Protección Civil y Bomberos de Acapulco, Cuauhtémoc Gayosso Pérez.
Román Ocampo resaltó el compromiso del personal encargado de atender emergencias, quienes además de prestar servicios de atención médica, también participan activamente en la dispersión de grupos ciudadanos, que de manera irresponsable participan en reuniones sociales, con la finalidad de proteger la salud pública.
Durante el acto que tuvo lugar en el estacionamiento del Palacio Municipal, los paramédicos presentes agradecieron que la presidenta municipal se preocupe por proteger a quienes están expuestos a contagios y arriesgan sus vidas al servicio de la población.
En nombre de los trabajadores municipales, el coordinador de Protección Civil y Bomberos reconoció la sensibilidad humana de la alcaldesa Adela Román, quien no dudó en adquirir el equipo necesario para proteger a los paramédicos y personal encargado de atender emergencias.
“Reconocemos que nuestra presidenta está ocupada y preocupada por atender a la población, y en preservar la integridad física de las personas que prestan un auxilio o una emergencia médica, dijo Gayosso Pérez en nombre de sus compañeros trabajadores.
El Gobierno Municipal reitera así su compromiso con la ciudadanía y con el personal encargado de atender rescates y emergencias, a su vez hace el llamado a todos los residentes en el municipio de Acapulco a no relajar las medidas de la jornada nacional de sana distancia, uso de cubrebocas, desinfección de manos con agua y jabón o con gel antibacterial, para evitar más contagios de COVID-19.
Aumenta el número de camas para pacientes Covid-19 en Guerrero: HAF
* Agradece el Ejecutivo estatal el apoyo del Presidente de la República en proporcionar más camas para enfrentar la pandemia
* Sube a mil 463 los casos positivos por coronavirus, 198 decesos y 49 los municipios con contagios: Salud estatal
CHILPANCINGO.- El gobernador Héctor Astudillo Flores informó que gracias al apoyo de la federación, se incrementó el número de camas para atender a pacientes con COVID-19 en los hospitales con mayor demanda como Acapulco y se hará lo mismo en Chilpancingo e Iguala.
En su mensaje diario a la población a través de redes sociales, junto a la enlace del Gobierno de México en Guerrero, Rocío Bárcena Molina, el Ejecutivo guerrerense agradeció al presidente Andrés Manuel López Obrador por el respaldo que ha dado a Guerrero.
Refirió que se logró ampliar de 48 a 77 las camas en el Hospital General de Acapulco, en el Quemado en donde además se instalaron 20 ventiladores, bajando su ocupación a un 55.8 por ciento. En el Hospital de Ciudad Renacimiento de 18 camas, se aumentó a 30 con 5 ventiladores más.
Sobre este punto, Astudillo Flores, precisó: “Pero todo lo que se ha hecho en Acapulco y lo que se está haciendo en el estado, por supuesto, ha recibido el apoyo del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que hoy por la mañana hizo esta referencia, cosa que agradecemos y nos compromete mucho, mucho a seguir en coordinación, estamos coordinados, estamos coordinados trabajando, pues para que las cosas salgan bien”.
Mencionó que con los planes DN-III de la Sedena y el Plan Marina, se están abriendo hospitales en algunas de sus instalaciones para ayudar al sistema de salud estatal como en Acapulco, Chilpancingo y Chilapa.
El gobernador indicó que sostuvo un diálogo con los directores de los hospitales para conocer el estatus de cada nosocomio en cuanto a insumos médicos, equipo de protección, ocupación de camas.
“No podemos de ninguna manera decir que estamos saliendo, creo que estamos en la parte más delicada del aumento de contagios y lamentablemente, de fallecimientos. Mi reconocimiento a todos los que han puesto de su parte y a los que no han puesto de su parte para quedarse en casa, por favor escuchen y estén atentos recomendación que le hacemos”, insistió Astudillo Flores.
Al presentar la actualización del desarrollo del COVID-19 en el estado, el secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, informó que hay mil 463 casos positivos en 49 municipios y 198 defunciones.
Apuntó que en los últimos 20 días se registraron mil 50 nuevos casos, lo que representó un 72 por ciento de aumento y de las 556 camas COVID-19, 284 están ocupadas, lo que corresponde a un 51 por ciento.
EDITORIAL
Reducir la desigualdad
Afirmar que la desigualdad social es el mayor problema de un país como el nuestro no es ninguna novedad. Se trata de un problema sobre diagnosticado para el cual los gobiernos de todos los signos políticos no han sabido construir respuestas eficaces.
Lo anterior es una realidad en múltiples países del mundo, no solamente en México, pero hace décadas está claro que América Latina es la región más desigual del planeta y por ello el tema cobra especial relevancia aquí.
Pero lo importante no es tener clara la existencia de la desigualdad sino diseñar e implementar estrategias capaces de reducirla de forma eficaz. Y ciertamente el simplismo a la hora de hacer propuestas no contribuye en lo más mínimo a nutrir una discusión que demanda seriedad.
El comentario viene al caso a propósito del planteamiento divulgado por el presidente Nacional del partido Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, a través de su cuenta de Twitter, según el cual un paso necesario para combatir la desigualdad es dotar al Instituto Nacional de Estadística y Geografía de atribuciones para “entrar, sin ningún impedimento legal, a revisar el patrimonio inmobiliario y financiero de todas las personas”.
La idea es que este grupo que concentra el 50 por ciento de la riqueza nacional… se solidarice, coopere, apoye, los gastos para financiar un estado de bienestar que tanto necesitamos”
El propósito de esta medida, de acuerdo con Ramírez Cuéllar, sería que cada dos años, el INEGI de cuenta de “los resultados que arroja el total de los activos con los que cuenta cada mexicano”.
Y hasta ahí la propuesta, es decir, el dirigente nacional del partido del Presidente -razón por la cual no puede considerarse el posicionamiento un hecho anecdótico- no precisa cuál sería el propósito de que el INEGI acopiara tal información.
En entrevistas concedidas a diversos medios, Ramírez Cuéllar solo ha dicho que la intención de su propuesta es que el grupo de mexicanos “que concentra el 50 por ciento de la riqueza nacional… se solidarice, coopere, apoye, los gastos para financiar un estado de bienestar que tanto necesitamos”.
¿Qué significa esto último? resulta muy difícil saberlo porque los dichos del dirigente nacional de Morena han sido vagos y no es posible deducir de ellos el objetivo específico detrás de su propuesta.
Esa vaguedad, sin embargo, es lo que resulta peligroso, pues lejos de contribuir a que se registre un debate informado y serio respecto de un problema real y evidente como es la desigualdad, lo que provoca es una mayor polarización social e incertidumbre en un sector cuyos recursos resultan indispensables para hacer crecer nuestra economía.
Los “escopetazos al aire”, al estilo del que acaba de realizar Alfonso Ramírez Cuéllar, alimentan la polémica respecto de que este Gobierno es “enemigo” de los empresarios -exista o no razón para realizar tal afirmación- y lo peor es que lo hace en uno de los momentos más inoportunos.
La desigualdad social es una herida lacerante en el cuerpo social mexicano, de eso no hay duda. Pero plantear ocurrencias como fórmula para combatirla no ayudará en nada a disminuirla y, acaso, lo que logre sea profundizarla aún más.
ESTRICTAMENTE PERSONAL
La tacañería del Presidente
Raymundo Riva Palacio
A cinco días de iniciar la reapertura económica y social en el país, México se encuentra peor sanitaria, política y económicamente, que el 13 de mayo, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó el plan de retorno a “la nueva normalidad”. Todas las variables se han movido desde entonces, salvo una: su tacañería. López Obrador, no el subsecretario de Salud, Hugo Lopez-Gatell, es el principal responsable de que no se hagan pruebas. No quiere gastar en ellas, por lo cual, contra las recomendaciones internacionales, las exigencias nacionales y las experiencias de otros países, México se adentra al regreso a la normalidad sin herramientas ni instrumentos de navegación. Literalmente, a ciegas.
México es el único país que camina en esa ruta sin que el número de contagios y muertes haya tocado techo y empiecen a decrecer. Cuando presentó López Obrador el plan, hace 14 días, había mil 997 casos por día, y el lunes pasado hubo tres mil 455. Se habían registrado tres mil 465 decesos, y el lunes sumaron siete mil 733. Se suponía, porque así lo habían dicho el Presidente y el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, que el pico de la pandemia de covid-19 sería entre el 1 y el 8 de mayo. Desde entonces, ha habido más de 47 mil nuevos contagios. La metáfora del momento es el zar del coronavirus con cubre bocas, cuando se había negado a usarlo y había insistido no sólo que era innecesario sino que, en ocasiones, contraproducente.
Políticamente hay un caos ante la inexistencia de un plan coordinado y armonizado con los gobernadores para que una vez enterrada la jornada de la Sana Distancia el próximo domingo, el país empiece a prender sus motores sociales y económicos. Las contradicciones también abundan por parte del gobierno federal. El lunes, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se negó a aceptar su propuesta de semáforos regionales, pero no dijo nada cuando la semana pasada la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, anunció un semáforo, distinto al federal, para esta capital.
Lo único que han acordado los poderes son en el desacuerdo, pero el Presidente reiteró ayer que cada uno hará lo que considera conveniente en sus estados. Volvemos al principio. Y entonces, ¿para qué tanta reunión y discrepancias? Sánchez Cordero lo resolvió comiéndose sus palabras de la víspera. El semáforo epidemiológico está a cargo del gobierno federal, dijo, pero opera de manera regional.
Económicamente, las estimaciones de crecimiento para este año se han ido corrigiendo a la baja, con una caída promedio de 9.7%. El Banco de México alertó ayer sobre el peor escenario que podría tener el crecimiento para este año, cuya contracción sería la peor desde hace 88 años. La pérdida de empleos también sería peor a lo previsto, y podría ascender a un millón 400 mil, 800 mil puestos de trabajo más de los estimados. El gobierno espera que con la reapertura de la industria de la construcción se impulse el empleo, pero el Seguro Social prohibió que reinicie actividades el lunes, como quiere el Presidente.
Hay una urgencia real para se restablezcan las actividades productivas, lo cual puede hacerse, como lo han hechos otros países, incluido Suecia, que nunca las cerró, mediante pruebas masivas de coronavirus. Los suecos quieren aplicarlas en el 50% de su población, con lo cual les dará confianza en la ruta hacia la normalidad plena. En Wuhan, la ciudad china donde inició oficialmente la pandemia en diciembre, se plantearon hace dos semanas para evitar un rebrote, aplicar pruebas a sus 11 millones de habitantes, de los cuales ya las hicieron a 6.5 millones.
Las pruebas han sido fundamentales en todos los países para generar confianza entre sus habitantes de que el retorno a la normalidad puede ser seguro, aunque no deja de haber temores. En Estados Unidos, donde se están aplicando cientos de miles de pruebas para su reactivación gradual, el 60% de padres de estudiantes dicen que aún cuando se reanuden las clases en el otoño, no enviarán a sus hijos a las escuelas, y el 20% de los maestros dicen que no regresarán a los salones. La incertidumbre es amplia en los países donde se han tomado todas las previsiones posibles ante una enfermedad para la cual no hay vacuna aún.
México no se comporta diferente al resto del mundo, pero su líder sí, refractario a las críticas porque no se hacen pruebas para tener más información sobre el comportamiento de la covid-19 y una mejor proyección sobre contagios. Una vez más, la tozudez de López Obrador está por encima de todo. Pero junto con ello, su tacañería. La razón por la cual no se aplicaron las pruebas –sólo a menos de una persona por cada mil habitantes- es porque López Obrador, de acuerdo con personas que conocen sus argumentos, es que no quiere gastar dinero en ellas. La instrucción fue ahorrar lo más que se pudiera, a lo que se añade que también se han comprado insumos y equipos al costo más barato en el mercado. No siempre lo que cuesta más es mejor, pero en este caso hay quejas de que equipos e insumos adquiridos en el exterior, resultaron muy deficientes.
Las instrucciones presidenciales están en línea con su racional de no gastar. López Obrador dice que aplica la austeridad, pero ha rebasado esos márgenes. La decisión de no aplicar las pruebas no parte de una recomendación científica, sino de una voluntad política. No es algo inusual que confunda la gimnasia con la magnesia, pero en casos donde las vidas están en juego, esa actitud tendría que modificarse. Él no lo va a hacer. Esperaríamos que en el Consejo de Salubridad General le pierdan el miedo, lo hagan rectificar y se salven más vidas.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
twitter: @rivapa
SOS COSTA GRANDE
(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
Pese al Covid-19, a nivel nacional se están gestando cambios muy profundos, en materia administrativa y que tienen que ver con el combate a la corrupción. Los mexicanos no estamos enterados, por ejemplo, de cuánto dinero se mueve a través de unos 380 fideicomisos aún vigentes en el país, heredados del viejo régimen, pero de los cuales únicamente 19 cuentan con controles suficientes para seguirle la ruta al dinero (6 por ciento del total). Es decir, 94 por ciento de estos fondos se maneja en forma discrecional por funcionarios y beneficiarios del dinero que es público.
Cuando se nos dice que el Fondo Nacional de Atención a Desastres Naturales (Fonden), va a desaparecer, no es así. La intención del gobierno federal no es suprimir los fondos, y menos cuando se trata de algo tan importante como la atención en caso de desastres naturales, sino regularlos, según lo explicó el diputado federal por el Distrito 08, Rubén Cayetano García.
El caso llama la atención, desde que el presidente de la República anunció la revisión de los fideicomisos ¿Por qué tanta polémica? ¿Por qué tantas medias verdades y medias mentiras? ¿Qué es un fideicomiso y qué es un fondo? Casi no sabemos nada del asunto y, por lo tanto, nos vamos con la finta de lo primero que dicen en redes sociales.
El tema tiene muchas aristas. Primero, entender que un fondo de recursos es una bolsa de dinero que se destina para determinado fin, generalmente bueno. En cambio, un fideicomiso es una figura administrativa que permite que los fondos sean manejados, sean por entidades públicas e incluso por particulares.
En el caso de Fonden, sepamos que también es un fideicomiso. En resumen, fondo es dinero y fideicomiso es un instrumento de control financiero de ese dinero.
Hablemos primero de la parte buena de los fideicomisos: Permiten destinar bienes y recursos para fines como la construcción de proyectos de infraestructura, otorgar apoyos a pequeños productores, financiar causas sociales, fortalecer la defensa a los derechos humanos; todo esto sin que estos puedan ser tocados por otras entidades ni utilizado para otros fines, aun en procesos de transición.
Al transferirse bienes a una institución financiera para que los administre, permite que estos tengan rendimientos y se incrementen, generando un patrimonio autónomo.
Los recursos públicos que están integrados en un fideicomiso no tienen que ejercerse en el mismo año que ingresaron, lo que permite que la proyección del gasto sea mejor planeada. Es decir, hablando del Fonden, que en caso de que no se ejerzan todos los recursos, tampoco se reintegran a la Federación, sino que el fondo se va acrecentando y generando intereses.
Un fideicomiso permite flexibilidad para la realización de distintos negocios y contratos, sin importar si se cumplen los fines por los cuáles se crea.
Lo malo de los fideicomisos públicos es la forma como se usan y se abusa de éstos. Sólo 19 fideicomisos públicos a nivel federal cuentan con controles propios de vigilancia. Pero 360 de ellos no tienen estos controles.
Crearlos es muy fácil, pues basta un simple contrato entre distintas entidades, en donde se diluyen las responsabilidades y se dificulta el seguimiento del gasto y de la información.
Existe mínima información que explique y justifique su ejercicio. La mayoría sólo tiene disponible información general de los montos de sus ingresos, egresos y contrato de creación, pero no tienen disponible información detallada del destino de los bienes o los negocios que se realizan, ni mucho menos si existe seguimiento sobre el cumplimiento de sus fines.
Lo feo, según la organización Fundar México, es que a pesar de que está prohibido el secreto bancario o fiduciario respecto al ejercicio de recursos públicos, los fidecomisos públicos -que por cierto son administrados por instituciones financieras privadas-, tienen la posibilidad de resguardar la información de las operaciones que realizan como confidenciales.
A través de los fideicomisos, las entidades públicas evitan regresar a la Tesorería de la Federación lo que no gastaron de su presupuesto, sin señalar a qué fideicomisos ni la justificación de ese gasto. De esa forma podrían crear nuevos fideicomisos sin ninguna utilidad social o transferirlos a fideicomisos privados, en donde no existe la posibilidad de seguir el destino final de estos.
Cada año se destinan del presupuesto montos a las entidades públicas para que éstas los transfieran a los fideicomisos que administran, pero estas transferencias se sobre-ejercen de manera exponencial sin que exista justificación de dicho sobre-ejercicio y sin que se especifiqué a cuáles fideicomisos van esos montos. “Por ejemplo, en 2017, se aprobó en el presupuesto que 42 mil millones pesos de destinarían para fideicomisos, sin embargo, las dependencias en realidad transfirieron 310 mil millones pesos, es decir 600% más. Lo cual muestra un problema de control presupuestario en estas figuras”.
No hay seguimiento del cumplimento de sus fines y su utilidad. A pesar de que la Auditoría Superior de la Federación ha hecho diversas observaciones sobre los riesgos de discrecionalidad que permiten los fideicomisos y las afectaciones que pueden generarse en las finanzas públicas, siguen las prácticas de opacidad y no se vigila su uso. Éste es el punto. Al conocer tantos detalles, la discusión termina. Los fideicomisos deben regularse.