Ruth Tamayo Hernández
Coparmex exige seguridad
a AMLO
“La
excelencia de un líder, se mide por la capacidad para trasformar los problemas
en oportunidades”: Peter Drucker
Mis
estimados, los índices delictivos elevados en nuestro México lindo y querido,
tienen nerviosos a empresarios, organizaciones civiles, así como también a gran
parte de la sociedad, sobre todo jóvenes, los cuales son víctimas de grupos
criminales que los persiguen para que participen con ellos en actos delictuosos,
o como víctimas de otras atrocidades.
Son
profusas las noticias en redes de los actos delictivos en Guanajuato, Puebla,
Querétaro, Tapachula, Ciudad Juárez, Tamaulipas, Guerrero, entre otros estados,
en donde la violencia está imparable, pues las cifras recientes sobre la
percepción de inseguridad en las principales ciudades del país, refieren que 7
de cada 10 mexicanos viven con temor.
La
alarma la reflejan algunas entidades, pues el 90 por ciento de la población
viven atemorizada, debido a la inseguridad y la violencia; sin embargo, lo más
grave del drama lo reveló el Sistema Nacional de Seguridad Pública, institución
que expuso que 95 personas son asesinadas diariamente; esto es, 4 cada hora.
Refiere
el estudio que mostró el gremio empresarial, que cuatro son víctimas de
secuestro, 27 choferes son despojados diariamente con violencia de su mercancía
y sus camiones; cada 24 horas 150 negocios son asaltados a mano armada.
El
hampa está desatada y esta ola de inseguridad está generando un fuerte impacto
en la desconfianza, en la inversión y en el consumo; es decir, en el dinamismo
de la economía.
Los
empresarios pegaron el grito al cielo y exigieron al presidente Andrés Manuel
López Obrador, que garantice la seguridad que prometió, pues por más de un año
ha dispuesto de mecanismos que su gobierno diseñó para hacer frente a la
inseguridad, pero los resultados no han llegado.
Y
con la pena, señores empresarios, tampoco van a llegar pronto, pues ya dijo el
presidente AMLO que hasta diciembre podrán ver resultados en materia de
seguridad, así que a seguir apechugando el golpe, ¿qué tanto es tantito?
El
presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex),
Gustavo de Hoyos, exhibió las cifras de la percepción de la inseguridad y
violencia que dio el Sistema Nacional de Seguridad Pública, para evidenciar los
pobres resultados del gobierno federal y poder decirle al presidente AMLO, que
es necesario que deje la cobardía y los pretextos, que cambie el modelo actual
de combate a ese flagelo, ya que la violencia se disparó a cifras nunca antes
vistas.
El
gremio empresarial, ante semejante panorama delictivo, pretende colaborar con
el gobierno federal. Ellos dicen que cuando lo que está bajo amenaza es la vida
y el patrimonio de las personas, los pretextos y justificaciones sobran.
Se
requiere con urgencia un planteamiento de la estrategia y un giro de timón
inmediato, y presentaron, cuatro propuestas para hacer frente a la inseguridad
y a la violencia. La primera, mejores policías; segunda, prevenir el delito;
tercera, garantizar el estado de derecho; cuarta, colaboración institucional.
Sin
duda que en este tema tan grave como es la inseguridad y la violencia, toda
propuesta debería ser permitida y viniendo del gremio empresarial, es
fortificante porque empresarios y gobierno están ligados, aunque las propuestas
que propone el gremio empresarial ya las han puesto en práctica el gobierno, sólo
que no ven resultados porque todos jalan la panga para lados diferentes, no se
coordinan, no caminan en la misma dirección. Unos van para un lado y otros para
otro, y así no funciona ningún modelo de seguridad. Por eso no hay resultados
en esa materia y no los habrá ni ahora ni en diciembre, como prometió el
mandatario federal, pues pareciera que los criminales retan a los gobernantes
realizando actos terríficos, como los sucedidos en Guanajuato, en donde los
malvados asesinaron a más de 24 personas en menos de 24 horas.
Es
inimaginable lo que pasa en ese estado, pues no se habían presenciado
semejantes sucesos en esa entidad gobernada por el PAN. Pero no sólo en ese estado
el diablo anda suelto, casi es general en el país, con excepción de Yucatán,
única entidad que no ha presentado actos delictivos tan graves.
A
Dios gracias, en el estado de Guerrero han bajado los homicidios, pero parece
que eso no les gusta a los criminales, que luego cometen atrocidades y aplastan
a la entidad. Este fin de semana, los malvados pusieron al estado suriano hasta
el fondo del infierno, pues asesinaron a diez integrantes del grupo Sensación Musical
en Chilapa, Guerrero. Los músicos, choferes y técnicos fueron atacados por
hombres armados. Los criminales atacaron a balazos las dos camionetas donde
iban los músicos, y no sólo los asesinaron sino que también los quemaron, así
que los cuerpos están irreconocibles, tanto que la Fiscalía apenas entregó
cinco de ellos.
El
panorama es desgarrador, pues los músicos asesinados en su mayoría eran jóvenes
de 15, 20 24, 27 años de edad. El mayor de ellos tenía 42 años.
Ese
multihomicidio, dejó en la orfandad a 23 menores, unos recién nacidos, así como
a dos madres abandonadas, ocho viudas, padres, e hijos y esposos. Es
desgarrador. No hay palabras para interpretar semejante acto.
Les
contaré el drama de dos de los asesinados. El primero, de nombre Israel
Tolentino Ahuelicán, tenía 24 años; ya no radicaba en Alcozacán, pues al igual
que su mamá fueron a radicar a Cuernavaca, Morelos, para una mejor vida. Pero a
Israel lo llamaron los usos y costumbres de su comunidad, pues fue elegido en
asamblea para presentar servicio como topil durante un año, eso le ganaba
méritos al joven, que al terminar su servicio se convertiría como principal colaborador
de la comisaría.
El
muchacho conoció y se casó con Feliciana, de 21 años, con quien tuvo dos hijos.
El joven casi cumplía su mandato y se regresaría a Cuernavaca, eso le prometió
a su madre; sin embargo, la muerte lo alcanzó el pasado viernes, pues era el
joven el chofer de una de las dos camioneta del grupo musical.
El
otro músico asesinado era un niño de 15 años, Israel Mendoza Pasado, y sabía
tocar un instrumento musical, tocaba la batería.
El
chico era hijo único de la dueña de las camionetas y el equipo que se perdió al
ser calcinado por los agresores.
Lo
triste de todo esto, es que el padre de este chico fue quien fundo la
agrupación, aunque su mamá dijo que el padre de Israel Mendoza Pasado, se fue
de la casa y de la comunidad y nunca más supieron de su paradero, y su menor
hijo le ayudaba coordinando los traslados del equipo.
El
ataque armado a los músicos ha sido una de las peores noticias para el estado, así
lo describen los medios.
En
otro escenario, los sucesos delictivos y los desplazados por la violencia de la
comunidad de San Rafael, municipio de Zirándaro, volvieron a encender la alarma
y a poner al estado suriano en el ojo del huracán.
Se
informa del desplazamiento de al menos 143 personas de la comunidad de San
Rafael, hacia la cabecera municipal de Zirándaro y la comunidad de Guayameo, en
la Tierra Caliente. Ahí están siendo atendidos, por las autoridades
municipales.
Sin
duda los datos alarman a cualquiera, pues pareciera que el tema de la
inseguridad y violencia rebasó al gobierno, pero las autoridades refieren que
el modelo de seguridad que está en marcha va a funcionar, que no hay porque
dudar; sin embargo, las cifras de homicidios, desdice la versión oficial.
¡Feliz martes, para todos!