Imperio Ixtapa goleó

ALDO VALDEZ SEGURA

Con autoridad demostrada dentro del terreno de juego y reflejado en la pizarra, el equipo de Imperio Ixtapa le puso un baile al Cruz Azul, terminaron goleando 8-0 para así hacerse de los puntos que dejó la jornada número nueve de la liga municipal de futbol en su categoría poni.

De lo sucedido fue testigo el campo 4 de la unidad deportiva. Desde que el árbitro dio la orden para que la redonda se pusiera en movimiento, fue la Monarquía quienes dominaron, tuvieron en su poder y fabricaron las opciones más claras, solo fue cuestión de tiempo para que el invitado hiciera acto de presencia.

Una vez la defensiva celeste aflojó en la marcación se convirtieron en un espectador más, no hicieron el más mínimo esfuerzo para incomodar al rival, los delanteros “purépechas” salieron inspirados y estando frente al objetivo no perdonaron, jalaron metralla y acertaron.

Los Súper Campeones se quedaron vestidos y alborotados

ALDO VALDEZ SEGURA

Los Súper Campeones no pudieron tener actividad en la fecha nueve de la liga infantil de futbol en su categoría poni, debido a que sus rivales en turno; CF Victoria no se presentaron a su comprimo, así que se quedaron vestidos y alborotados, sin jugar sumaron puntos y escalan posiciones.

La cita era en el campo 3 de la unidad deportiva, sería el escenario que albergaría las acciones. Los Súper Campeones llegaron puntuales a su cita, realizaron ejercicios de estiramientos, para entrar al terreno de juego a darlo todo, pero sus rivales jamás llegaron.

CF Victoria brilló por su ausencia, ni un solo jugador estaba presente, ante esta situación, el director técnico de los Súper Campeones decidió que sus jugadores entraran al terreno de juego para el protocolo inicial y que el silbante diera por terminado las acciones.

Restaurant Otilia goleó y avanzó a la gran final

ALDO VALDEZ SEGURA

Restaurant Otilia no dejó dudas de su supremacía, en la primera parte de esta serie de semifinales de la liga Premier de futbol en su categoría máster habían perdido 1-2 ante el Coacoyul, pero en la vuelta todo fue diferente, no solo le dieron la vuelta a la pizarra, lo hicieron por medio de goleada de 4-0, para dejar el marcador global 6-1.

Dicho cotejo se celebró ayer por la tarde en el campo 1 de la Puerta. El balón se puso en movimiento, los “restauranteros” sabían que necesitaban goles, así que se fueron con todo al frente, insistieron en repetidas ocasiones pero la defensiva rival estaba haciendo bien su trabajo.

Quien sabe que le paso al Coacoyul, pero aflojaron en la marcación y bajaron sus revoluciones, esto fue bien aprovechado por los gatilleros de Restaurant Otilia, quienes hicieron los goles, Bernardo Valencia tuvo una excelente participación marcó un triplete, mientras que Mario Mendoza, colaboro con una diana.

Sólo queda la renuncia de Rosario Piedra

Ricardo Raphael

Tremendo desastre, por donde se le mire. María del Rosario Piedra Ibarra tendría que dimitir y punto. Es alta la pila de agravios que ha provocado su nombramiento al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Comienza esta mala historia con una idea peregrina del presidente Andrés Manuel López Obrador: que la hija de Rosario Ibarra de Piedra, una de las líderes sociales más respetables en la historia de México, era la candidata idónea para dirigir la Comisión.

Según su argumento es justo que sea una víctima quien encabece esta institución autónoma del Estado mexicano.

¿Qué tan justo es lo que él llama justo? Los hijos no son sus padres, ni los padres sus hijos. Por eso se apellidan distinto, para escapar al destino de una herencia que cada cual debe ganarse, en una era donde el mérito habría de tener mayor peso que la genética.

Warren Buffett, millonario estadunidense, tiene una metáfora para reflexionar sobre casos como este: ¿cuán justo sería que los hijos de los atletas que ganaron medallas de oro en la Olimpiada de 1968 hubiesen sido enviados, en automático, a competir en las Olimpiadas de 1986?

Es ridículo en estos tiempos, pretendidamente republicanos, suponer que, por vía de la herencia, puedan transmitirse las mejores reputaciones.

No es científicamente cierto que el hijo del tigre nazca pintito, ni que la hija de Rosario Ibarra de Piedra merezca, por mera obra de la cigüeña, la honorabilidad que con tanto esfuerzo obtuvo su madre.

Tampoco es justo el argumento de que Rosario Piedra sea la presidenta de la CNDH por el mero hecho de ser hermana de Jesús Piedra Ibarra, joven guerrillero de la Liga 23 de septiembre, desaparecido en 1974.

En México hay más de 60 mil desaparecidos, solamente durante la última década. Si, además, se suman todas aquellas personas que, desde la Guerra Sucia de los setenta, sufrieron una suerte similar, esa cifra crece en, al menos, un tercio.

Habría por tanto 90 o quizá 120 mil hermanas y hermanos de personas desaparecidas con derecho a reclamar la presidencia de la CNDH.

Lo erróneo del argumento de Andrés Manuel López Obrador radica, de un lado, en asumir que la herencia política de Rosario Ibarra de Piedra puede ser transferida, por mero decreto presidencial, a Rosario Piedra Ibarra.

Rosario, la hija, jugó históricamente un papel muy menor en el colectivo Eureka y por tanto no sería adecuado asumir que ese desempeño le entrega el mérito que la genética no resuelve, por sí misma.

Es aquí donde la militancia política de Rosario Piedra entra en la ecuación. Ella es fundadora del partido Morena y ha participado en la construcción de esa fuerza electoral.

Ha sido funcionaria de partido e integrante del órgano ejecutivo en Nuevo León. Más importante todavía es el cargo que hasta hace unos pocos días ostentaba en el Consejo Nacional de Morena, cuyo mandato comenzó en noviembre de 2011.

Mientras no sesione, el Consejo Nacional es la máxima instancia de dirección de esa fuerza política. Los estatutos de Morena lo distinguen como un órgano de conducción y recibe una serie de facultades que son relevantes para liderar tareas muy importantes del partido.

Hay quien dice que no es lo mismo conducir que dirigir, pero la Real Academia de la Lengua advierte que ambas palabras son sinónimas.

Luego entonces, María del Rosario Piedra Ibarra, al ser consejera nacional, es dirigente de partido. La prueba de esta afirmación es un documento público, actualizado el pasado 24 de octubre, donde Morena informa al Instituto Nacional Electoral los nombres de sus principales dirigentes, y el suyo aparece entre sus páginas.

El problema surge cuando la Ley de la CNDH, en su artículo 9º, establece que quien aspire a presidir tal órgano no puede haber sido dirigente de partido durante los 360 días previos al nombramiento.

Esto quiere decir que María del Rosario Piedra Ibarra ha sido todo el tiempo inelegible para el cargo. Hasta aquí van dos argumentos de peso para implorarle a la señora Piedra Ibarra que honre la memoria de sus muertos, así como la reputación de sus vivos: ella no cuenta con méritos propios para ostentar un cargo tan fundamental para la pacificación del país, y tampoco cumple con los requisitos de ley para aspirar al cargo.

A estos dos razonamientos se suma la tragedia senatorial que convirtió a la Cámara Alta en una cañería subterránea.

De acuerdo con la evidencia reconocida, inclusive por el partido mayoritario, Rosario Piedra resultó electa por 76 votos cuando la Constitución preveía, de acuerdo con la circunstancia precisa, al menos 78 votos. En efecto. Piedra Ibarra no alcanzó la mayoría necesaria de sufragios.

Por tanto, la terna que la llevó al pleno debió regresarse a comisiones. Pero no sucedió así. Con tal de resolver el desaguisado, el senador Ricardo Monreal Ávila, líder de la bancada de Morena en el Senado, propuso reponer la votación conservando la terna original.

Se encontró sin embargo con que una parte de la oposición exigió que el voto fuera abierto, público y exhibido en la pizarra, hipótesis que habría inhibido a algunos senadores, sobre todo del PRI, para que votaran por la candidata morenista.

Esta crisis se resolvió peor de lo que la imaginación podía permitir: la iniciativa de Monreal fue combatida y la mayoría decidió confirmar el resultado de la votación previa, a pesar de los cuestionamientos fundados que pesaban sobre ella.

El agravio más reciente de esta historia percudida lo aportó de nuevo el presidente López Obrador, cuando durante la conferencia mañanera del pasado jueves declaró que, según su parecer, “independientemente de la legalidad, no sería justo (quitarle a Rosario Piedra la CNDH)”.

Ha claudicado a su propio discurso el líder de la Cuarta Transformación, quien reiteraba cada vez que podía la importancia de que nadie se coloque por encima de la ley.

Es ella, Rosario Piedra Ibarra, la única que puede salvar a la República de este penosísimo trance y, en particular, a la lucha por los derechos humanos.

Su renuncia sería digna de esa herencia a la que dice pertenecer, pero, sobre todo, digna de las expectativas sembradas por el liderazgo presidencial.

Editorial

Una semana intensa

La semana pasada estuvo marcada por momentos críticos que aumentaron el estrés de la nación; los conservadores encontraron muchos argumentos que, desde su óptica, descalifican al Gobierno electo, como el nombramiento de Rosario Piedra a la presidencia de la CNDH y el asilo otorgado al Presidente de Bolivia, Evo Morales, que añadieron tensión a la que viene creciendo desde los hechos de Culiacán y la tragedia de la familia LeBarón.

La Derecha rápido se lanzó a la batalla digital y, como los malos ejemplos rápido encuentran repetidores, la reacción se sintió inspirada y alcanzó niveles de histeria en contra de la Cuarta Transformación, llegando a sembrar dudas en muchos simpatizantes del nuevo Gobierno.

Pero tratemos de reflexionar sobre algunas de estas actitudes reaccionarias; estos son hechos de distintas categorías, que deben mirarse con diferentes lentes; los referidos a la Seguridad Pública no aceptan racionalmente la contaminación partidista, porque el enemigo es la delincuencia y descalificar sólo al Gobierno Federal, sin evaluar los gobiernos locales o estatales, envía un mensaje a la delincuencia que los anima y los fortalece.

Todos los que de alguna manera tenemos que ver con el sistema de Gobierno, estamos obligados a identificar y confrontar unidos al enemigo común, claro, usando las armas de la crítica para consolidar el frente necesario contra los adversarios de la ciudadanía, que es la que sufre los embates de los malvivientes. Y también es necesario que el régimen sea autocrítico y dé resultados concretos y creíbles ante el alud de acontecimientos que impactan al país.

Estamos en guerra y se debe apoyar críticamente a quien encabeza las responsabilidades de confrontar al adversario común, mientras quien dirige la batalla debe generar unidad, abriendo los canales eficaces para ello.

Es tiempo de que los mexicanos aprendamos a vivir una guerra, independientemente de nuestras filias o fobias y de quién la empezó o quién la continua; a veces da la impresión de que los adversarios del Gobierno celebran los avances de las fuerzas enemigas, y eso, en otras circunstancias, equivale a traición.

Todo esto a contrapelo de políticos que, de cuando en cuando, suelen creerse los salvadores de la patria, cuando sólo son representantes de intereses económicos de las élites financieras que promueven su fortalecimiento sin importar los costos humanos y sociales.

Ciertamente, debiéramos estar unidos en este conflicto, pero los argumentos ideológicos y el deseo insaciable de retomar el poder al final han terminado por dividirnos, y eso no nos ayuda a salir del atolladero.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Si la situación económica no mejora en el país, los diversos sectores productivos de la nación tendrán que buscar alternativas, y para eso se necesita que los líderes trasciendan sus diferencias político-ideológicas, y que se reeduquen, alejándose de las redes de manipulación política, para que comiencen a pensar en términos económicos y productivos.

La verdad es que no hay de otra. La rebatinga por el presupuesto federal de 2020, nos indica que nadie quedará satisfecho; ni el sector oficial, ni los sectores productivos, pues son pocos los recursos que se tienen y muchas las necesidades a resolver.

Lo más importante es que el presidente AMLO ha decretado una política de austeridad que pocos entendemos, pues se trata de salir adelante con lo que cada quien tenga, sin recurrir a la deuda.

Y es correcto eso, pero se corre el riesgo de resbalar hasta una crisis económica nacional. Por lo pronto, la recesión es evidente y sólo explorando los nichos económicos que todavía tenemos, podremos escribir de esto como una mera anécdota. De lo contrario, el destino pasa al terreno de lo incierto.

Es el caso del turismo nacional, que en general está muy subdesarrollado. El potencial turístico del país no se ha explotado del todo, ni siquiera el tradicional de sol, arena y mar, mucho menos los demás segmentos que están en pañales, en comparación con otros países que desde hace mucho comenzaron a explotarlos.

Por ejemplo, el ecoturismo sigue siendo entre nosotros una moda aburrida, mientras que para otras entidades y países es una realidad.

Ni siquiera los municipios que están en procesos de desarrollo turístico, han podido conciliar el concepto ecoturístico, encaminado a preservar la belleza rústica y natural de las playas y manglares, y lo que sucede es que se van llenando de construcciones de concreto, asentándose en lugares vírgenes que en pocos años quedan inservibles, contaminados y convertidos en cloacas.

La necesidad económica de las familias que habitan en playas, los ha obligado a crecer sin ninguna planificación, pues es notorio que la política estatal de turismo está centrada en el Triángulo del Sol y unos cuantos destinos que vienen repuntando por sí mismos. Pero nada de organizar, nada de planificar, nada de conciliar intereses personales con los intereses ambientales.

Pero el ecoturismo no es la única modalidad turística que podemos emprender. Se tiene la experiencia de Taxco, como pueblo mágico, pero Guerrero es mucho más que eso. En la entidad, por ejemplo, se tienen asentamientos arqueológicos inexplorados, como Piedra Labrada en Ometepec, que sería el mayor en su tipo, perteneciente a la cultura Teotihuacana.

Es tanta la desidia, que hay gente viviendo en ese lugar, cultivando entre los cientos de estelas de piedra labradas. El gobierno municipal carece de recursos para hacer los trabajos de exploración y rescate. El gobierno estatal no está interesado, y el gobierno federal simplemente se ha olvidado del tema. Y si bien el Instituto Nacional de Antropología e Historia acudió al lugar para delimitar la zona, tales límites que por cierto no han sido respetados.

Hace unos 15 años se tenían ambiciosos proyectos en torno a Piedra Labrada, y se pensó que llegando Ángel Aguirre al poder se podría hacer algo por su natal Ometepec. Pero simplemente todo quedó en la nada.

Hay otro segmento turístico que está creciendo de manera increíble. Se trata del turismo de aventura y naturaleza, tan explorado en otros países. Este año, por ejemplo, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) turístico ya muestra un decremento de -0.3% o, las empresas del sector que todavía son muy pocas y pequeñas, trae un aumento ¡del 12%!

Pero obviamente los esfuerzos en este sector son marginales e individuales o familiares, pues el gobierno ni se ha dado por enterado.

Si acaso Chiapas ha estado explorando un poco este vasto sector, por sus zonas arqueológicas y por la Selva Lacandona, pero México es una cajita de sorpresas, pues aquí se tienen todos los climas, además de bosques, montaña y valles, playas y volcanes.

El turismo mexicano tiene mucho campo de acción todavía. Pero definitivamente tendrá que crecer por esfuerzos individuales y con sus propias uñas, pues lo más seguro es que el gobierno seguirá en su modelo tradicional, y ahora sin promoción.

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