Independiente goleó

ALDO VALDEZ SEGURA

El equipo del Independiente no dejó dudas de su supremacía y para dejar las cosas bien en claro derrotaron 4-2 a los Abogados, para así llevarse a casa los puntos que dejó la jornada 22 de la liga Premier de futbol en su categoría máster, acciones llevadas a cabo ayer por la tarde.

Se vieron las caras en el campo 2 de Blanco. Desde el saque inicial, fue el Independiente quien se apoderó de la posición del esférico, ellos tuvieron las opciones más claras y solo fue cuestión de que su artillería afinara bien su puntería para que los goles hicieran acto de presencia.

Una vez que los gatilleros del Independiente le pusieron la suficiente tiza a sus botines, el invitado de honor apareció, José Miranda hizo un triplete, mientras que Lagunas colaboró con una diana, las anotaciones de los Abogados fueron obra de Juan Chávez y José Mendoza.

ESTRICTAMENTE PERSONAL

Quemando las instituciones

Raymundo Riva Palacio

El presidente Andrés Manuel López Obrador requiere que urgentemente alguien en su equipo de arme de valor, se empape de ética institucional y a riesgo de que sea enviado a la congeladora, por contrarialo, tiene que ayudarlo, ayudar a su gobierno, y ayudar al país. Tiene que pedirle que deje de hablar ya de lo bueno que hizo en Culiacán y alejarse por completo del tema de seguridad, dejando a sus colaboradores el manejo de la crisis en la que se encuentra, y desaparecer de las conferencias de prensa a los secretarios de la Defensa y la Marina, general Luis Cresencio Sandoval, y almirante Rafael Ojeda. En el primer caso, si no se sale de la crisis, la crisis lo devorará; en el segundo, va a seguir maltratando su imagen y con ella, la de la institución.

Las Fuerzas Armadas son lo mejor que tenemos. Gracias al trabajo social desarrollado por décadas, el Ejército se mantiene en lo alto de la buena percepción ciudadana, mientras que la Marina, por el éxito de sus operaciones especiales, es altamente reconocida. Durante varios años, personas con renombre dentro de Morena, algunos muy cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador, se dedicaron a destrozar la institución a partir de los abusos, excesos o corrupciones cometidos por militares de diferentes rangos, sin distinguir entre las personas y la institución. Los intentos de demolición han sido derrotados hasta ahora, cuando por la puerta de atrás, el presidente está reavivando el debate.

Que los dos jefes militares aparezcan regularmente en los mensajes de la derrota, aunque la retórica pretenda ser de victoria, con discursos que son defensivos y con declaraciones vitriólicas contra gobiernos anteriores, sin asomo de autocrítica real sobre lo que hicieron y dejaron de hacer en este gobierno, automáticamente está asociando al Ejército y la Marina con los yerros cometidos por los civiles, cuando, en el caso de los soldados, obedecieron las órdenes del único que puede dárselas, el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, que es el presidente de la República.

El general Sandoval ha dicho desde el primer momento que la estrategia seguida en Culiacán el jueves pasado, no tuvo el consenso del gabinete de seguridad. Se puede argumentar que quienes estuvieron en contra de la estrategia fueron los militares, pero obedecieron lo que mandó el presidente. Este quiebre dentro del gabinete de seguridad, nunca expuesto por uno de los afectados, tuvo como secuela la difusión de dos videos de la Secretaría de la Defensa, en donde dejan claro que los militares cumplieron su misión. Por tanto, quienes no la completaron -entregar al capturado, Ovidio Guzmán López a la DEA-, fueron los civiles.

La ruptura interna debe preocupar al presidente, quien el lunes reconoció al Ejército, pero se le olvidó hacer lo mismo con la Guardia Nacional, que se supone no es militar sino civil, que oficialmente fue la responsable de la operación de captura de Guzmán López, y tuvo bajas. El general Sandoval debe estar enfrentando las presiones que tuvieron algunos de sus antecesores, que recibían las quejas intramuros de sus generales porque consideraban que el poder civil estaba desacreditando al Ejército. Al obligarlo a participar en las conferencias de prensa, el descrédito y desgaste lo asume directamente él, como sucede con el almirante Ojeda, que aunque pertenece al gabinete de seguridad, no tuvo un papel en la operación de Culiacán. En su caso, recibe toda la metralla de la opinión pública pese a que tampoco estuvo de acuerdo con lo que hicieron los civiles,  lastimando por tanto a la institución.

Si el presidente quiere blindar a las Fuerzas Armadas, debe dejar de utilizar a sus jefes como voceros que están jugando el inadmisible papel de fusibles. Confunde López Obrador la transparencia de la información, con la persona que debe asumir la tarea de informar. Es un error básico lo que está haciendo. Para problematizar sus consecuencias al extremo, tendría que cesar a los dos militares por la operación fallida en Culiacán, porque no hacerlo, como sucede con el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, le crecerá como una infección que pudra la pierna. El presidente ha permitido que el fracaso de la operación, por cuanto a los resultados, recaiga directamente en él, y en segundo lugar en ellos.

Su incontinencia verbal, que tiene salida en las mañaneras, también debe parar. La seguridad es el tema en donde ningún líder debe intervenir porque es una bomba con la mecha prendida. Cualquier avance importante que se haga, el asesinato de un transeúnte que quiso evitar que lo robaran, por ejemplo, oculta lo relevante. El presidente debe estar por encima de todo porque públicamente nunca se equivoca. Para eso están sus subalternos, y los subalternos de estos, que son los fusibles que se queman primero.

Pero si el presidente asume la vocería y la rendición de cuentas de lo malo, él mismo anula los amortiguadores y se entrampa. Abusa de su popularidad y de su empatía con la gente, pero tiene límites. La seguridad es el primer punto de inflexión y López Obrador no puede seguir extendiendo la magia cristiana de su palabra. La realidad lo embistió en Culiacán, y no puede seguir negándola y buscando que cambie la realidad porque él no piensa hacerlo.

La necedad no ha sido buena consejera a lo largo de su carrera política, pese a que en 2018 se alineó la realidad del país con la realidad que pregonaba desde hacía 18 años. Él no cambiará de manera natural, por lo que necesita quien, dentro de su entorno, tome la iniciativa y lo rescate a él, a su gobierno y al país mismo de este choque de trenes entre sus creencias y la realidad.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa

Editorial

La era de la ira

El mundo se está volviendo loco. Esto es, al menos, lo que percibe una buena parte de mi generación, la que creció sin internet y se encontró con las redes sociales ya entrada en la adultez. A nosotros se nos enseñó que la razón debe embridar a la pasión y guiar las principales decisiones de la sociedad políticamente organizada. Aprendimos que las emociones juegan un papel importante en la vida personal, pero que nunca deben desplazar al raciocinio en el terreno político. Nuestra concepción de la cosa pública se desarrolló antes de que el prefijo “post” se posicionara a empellones frente a palabras axiales como verdad, democracia y liderazgo. A nadie debe sorprender, pues, que nos gane la perplejidad.

Hace falta una reflexión retrospectiva. Ya nadie cuestiona que la corrupción atrofió los mecanismos de representación, desacreditó el discurso racional y, de hecho, desprestigió por completo la ortodoxia democrática. Algunos dudan del agregado que hacemos los socialdemócratas en el sentido de que la indignación se incubó en el aumento de la desigualdad de sociedades globalizadas a las que la democratización del conocimiento ha vuelto más exigentes. Y pocos se atreven a sugerir que los excesos de la corrección política y de la globalización erosionaron el triunfo cultural del derecho a la diferencia y trajeron una resaca de xenofobia y racismo. Pero ni validando todos esos argumentos alcanzamos a explicar lo que estamos presenciando. ¿Donald Trump llegó al poder porque la gente está harta de los corruptos y detesta a los ricos? ¿Jair Bolsonaro es producto de una mayor exigencia? ¿El Brexit fue resultado del rechazo a la inmigración?

Evidentemente hay algo más profundo, quizá escondido tras uno de los movimientos pendulares de la humanidad. Veamos. Hace casi dos siglos Augusto Comte empezó a escribir su Curso de filosofía positiva. Plasmó en esa obra su teoría de los tres estados de la evolución humana, el teológico, el metafísico y el científico o positivo, y de paso fundó la sociología. Su pensamiento tuvo una enorme influencia en el mundo, empezando por América Latina. En México fue uno de sus discípulos, Gabino Barreda, el elegido por Benito Juárez para edificar el proyecto educativo nacional que habría de arraigarse durante el Porfiriato; en esta fuente abrevaron sus principales intelectuales orgánicos, con otro educador –Justo Sierra– a la cabeza de un conspicuo etcétera. Y en Brasil el positivismo llegó aún más lejos: construyó templos y legó al país su lema, “orden y progreso”.

Entre el enojo gregario y la violencia solo media un paso de obnubilación. No es, por cierto, un problema generacional, pues la exasperación se da en todos los grupos demográficos. Lo que debemos hacer los miembros de mi generación que porfiamos en invocar el tamiz de la razón es un mayor esfuerzo para discernir el origen de la locura e ir a la raíz de la crisis. Hay escenarios espeluznantes que podrían hacerse realidad en el futuro previsible. En la película Joker, que pese a deficiencias en su trama rompe récords de taquilla, podemos vislumbrar uno de ellos. Una mezcla de marginalidad, sed de venganza y sociopatía engendra un antihéroe aclamado por la multitud. Quien lo crea una exageración haría bien en observar con atención los estragos de la posverdad, la posdemocracia y el posliderazgo en Estados Unidos y en otros países. Vivimos tiempos indescifrados en que la revancha anárquica y una pulsión nihilista parecen pesar más que el afán de justicia social. Es en serio: urge detener la gestación de la era de la ira.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Ya comenzó la movilización de presidentes municipales, en demanda de mayores recursos al gobierno federal. Una vez que la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Ingresos, y cuando ya se disponen a revisar el presupuesto de egresos para 2020, los alcaldes comenzaron a exponer su necesidad de mayores recursos para obras de infraestructura y seguridad.

El reclamo es bueno, y es justo y necesario que se fortalezca a los municipios, porque desde siempre se ha sabido que a pesar de que las actividades productivas se desarrollan en las demarcaciones municipales primeramente, son el estado y la Federación los que se reparten con la cuchara grande los ingresos por concepto de cobro de impuestos, mientras que a los presidentes municipales les queda la opción de andar mendingando recursos para las obras que les reclaman sus gobernados.

En Zihuatanejo, por ejemplo, cuánto tiempo tuvo que pasar para que la obra del Muelle se atendiera. Gracias a la intervención del gobernador Héctor Astudillo Flores, sobre todo al cambio de gobierno municipal, esta obra fue posible y está programad para inaugurarse en diciembre próximo.

Pero baste este ejemplo para entender cómo los municipios están muy castigados, y la visión administrativa no es para nada municipalista, pese a que los municipios son la célula del país, aunque en esencia el cuarto nivel de gobierno también existe y son las comisarías, cuyos representantes también son electos por voto popular.

No obstante, únicamente 4 de cada 100 pesos que se distribuyen para los tres órdenes de gobierno en el país, llega a los municipios, bajo criterios bastante erráticos.

En este momento, reciben recursos los municipios muy ricos, o los municipios muy pobres. Los primeros por los recursos propios que puedan cobrar, y los segundos porque no cobran nada y tienen graves niveles de subdesarrollo, máxime si cuenta con zonas serranas o pueblos indígenas.

Los municipios intermedios, que son la mayoría, andan a la quinta pregunta.

Ese modelo ha demostrado que es obsoleto, porque los municipios muy pobres, aunque reciben mucho dinero, siguen siendo pobres. Y los municipios ricos, aunque recaudan mucho dinero, siguen con graves carencias.

Entonces, se requiere de una reforma administrativa muy profunda, en la que se fortalezca a los municipios, pero no sólo con dinero, sino también con capacitación en todas sus áreas porque, de verdad, dan pena ajena.

Incluso, se estila en los ayuntamientos que el alcalde en turno nombre a cualquier hijo de vecino en la Tesorería, sin respetar el perfil que éste debe tener, el de un contador con conocimiento de finanzas públicas. Al contrario, se ha visto en las tesorerías a profesores, ingenieros, e incluso analfabetas, que sólo cargan los cheques porque son otros los que manejan todo. ¿Por qué hacen esto? Porque es moda que los ayuntamientos contraten despachos contables, donde se encargan de llevarles sus cuentas, cuadrarlas y resolverles todos los problemas. Obviamente todo por cuantiosos recursos, porque un despacho cobra y cobra bien. Mientras que el tesorero en turno si acaso firma los vales de gasolina, y pone el nombre y el apellido ante los órganos fiscalizadores. En caso de algún desfalco, es el tesorero mentecato el que queda en entredicho, no el despacho contratado por su jefe, y entonces enfrenta el largo brazo de la justicia, quedando inhabilitado para ejercer cargos públicos hasta por 10 años, si bien le va.

Por lo tanto, para exigir hay que primero que ofrecer. Si la Cuarta Transformación trae como política central el combate a la corrupción; luego entonces, está por demás recordarles lo que deben hacer.

Primero, orden; mejor gasto e inversión, supervisión para el rendimiento del recurso público, mejor administración para que alcance para todos, pues difícilmente les serán autorizados presupuestos para privilegios y despilfarros.

«Se equivocaron de ventanilla», dice AMLO a ediles opositores

Tienen derecho a protestar pero que lo hagan de forma pacífica, dijo AMLO a los ediles. Explica que no hay recorte, se da lo que marca la ley

Regeneración, 23 de octubre de 2019. El mandatario de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), expresó en la conferencia mañanera que los presidentes municipales se equivocaron de ventanilla.

Y les recomendó que hicieran lo que practicaba Gandhi, «que apuesten a la no violencia y que no mezclen cuestiones administrativas con cuestiones partidistas».

AMLO explicó que los presidentes municipales son opositores del PAN y del PRD que aprovechan su posición.

Recomendó igualmente que no den mal ejemplo ya que «esto no es como antes, ya cambio esos de los acuerdos en los oscurito».

Expresó AMLO que es importante manifestarse sin violencia y que los de seguridad actuaron para evitar una situación, «la acción del personal quizá evitó algo peor».

Los munícipes se manifestaron por el recorte supuestamente de 5 mil millones del minero, del Fortasec y presupuesto de Pueblos Mágicos.

Dijo claramente que sabe de primera mano que hay derroche en los municipios y que se está haciendo como corresponde.

Hay regidores que ganan 150 mil o 200 mil pesos al mes, para que le aprueben un informe al presidente a veces le tienen que dar dinero adicional, dijo

No hay recorte

Explicó AMLO que no hay recorte, que es lo que establece la ley de coordinación fiscal. No podemos transferir menos de lo que establece la ley, expresó.

De eso que se transfiere a los estados un porcentaje se va a los municipios, por ley, no es una decisión del ejecutivo.

Explicó que en el caso del Fondo Minero, existe un alegato, una controversia en la Suprema Corte de Justicia.

«Porque nosotros sostenemos que esos fondos tienen que ir a los pueblos mineros y que los tiene que entregar la Federación», dijo AMLO.

Ya que ese impuesto se creo hace 4 años y se entregaba a los estados y no bajaba a los pueblos, continuó.

Ejemplificó con una experiencia personal el mandatario «tengo la experiencia de Chihuahua y los ciudadanos no sabían ni siquiera de ese fondo, y nadie sabía.

Ahora, dijo, se entregará de manera directa a los beneficiarios. Esta controversia esta por resolverse, pero no hay legalmente nada.

«Por lo que sostengo que se equivocaron de ventanilla», porque incluso si se le quitaran 5 mil millones la responsabilidad está en el poder Legislativo.

AMLO: Bienestar, estrategia contra la violencia, la gente tiene confianza

AMLO aseveró que la población la respalda y confía en la estrategia del gobierno, pese a lo ocurrido la semana pasada en Culiacán, Sinaloa.

Regeneración, 23 de octubre del 2019. El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que el Bienestarde la población es la clave de la nueva estrategia de seguridad de su gobierno.

El mandatario indicó que en gobiernos anteriores privilegiaron el uso de la fuerza apara combatir la inseguridad.

AMLO reiteró que la estrategia de su gobierno para enfrentar la inseguridad y la violencia es distinta a la de otros sexenios, pues que atiende las causas que ocasionan estas problemáticas.

Esto al ser cuestionado sobre el estatus en el que se encuentra el país, luego que se cumpliera el plazo que el Ejecutivo planteó para terminar con la violencia.

«Vamos bien en general, hay un cambio de estrategia y esto lleva algún tiempo como es natural, pero estamos avanzando en lo que consideramos fundamental para garantizar la paz y tranquilidad»

Además, aseveró el mandatario, que la población la respalda y confía en ella, pese a lo ocurrido la semana pasada en Culiacán, Sinaloa.

“Después de lo de Culiacán, la gente nos sigue teniendo confianza y apoya la estrategia que estamos aplicando”.

Precisó que en términos cuantitativos para vivir en paz se necesita que haya bienestar, lo que representa un 80 por ciento, mientras que el 20 por ciento restante es no permitir la corrupción ni la impunidad.

«La paz es fruto de la justicia’, para la mentalidad autoritaria pues esto es nada, no funciona, nosotros consideramos que sí. Qué se ha logrado, que la gente tenga confianza en esta estrategia».

Salir de la versión móvil