(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
En tremendo lío está metido el fiscal general de la
República, Alejandro Gertz Manero, al saberse que la delegación de la FGR en
Veracruz, liberó hasta en 2 ocasiones a Ricardo Romero Villegas, alias La Loca,
autor de la matanza de ayer en un bar de Coatzacoalcos, que dejó como saldo 26
muertos y una veintena de heridos.
Al menos eso es lo que señala el fiscal de Veracruz, para
defenderse de los señalamientos de colusión y complicidad con La Loca, un
miembro del CJNG quien estaría en disputa con Los Zetas en esa zona del estado
veracruzano.
Al gobernador Cuitláhuac García, el primero surgido de las
filas de Morena en el país, le llueve sobre mojado, pues apenas hace dos meses
sucedió una masacre similar en Minatitlán, cuando sujetos armados irrumpieron
en un bar, en busca de la propietaria, pero arremetieron contra los presentes,
todos familiares que habían rentado el espacio para una convivencia.
Definitivamente Veracruz es un reto para la Guardia
Nacional, lo mismo que Colima, Michoacán, Guerrero y otras entidades del centro
y norte del país, que siguen teniendo altos niveles de violencia.
En ese punto, hace dos semanas, los gobernadores de Puebla y
Veracruz, Miguel Barbosa y Cuitláhuac García, ambos de Morena, se reunieron en
la ciudad de Tehuacán para acordar acciones conjuntas que les permita pacificar
los territorios que gobiernan de manera efectiva. Ambas entidades están unidas
por la Sierra Negra de Puebla, donde se mueven los grupos delincuenciales que
asolan no sólo a estos estados, sino también a la vecina Tlaxcala, Hidalgo,
Oaxaca y hasta la Ciudad de México.
Consideramos que esa es precisamente la estrategia que se
debe seguir, pues hasta ahora los gobiernos estatales trabajan cada quien de
forma aislada en sus territorios, sin coincidir ni consolidar acciones
conjuntas. De modo que si una entidad combate de manera efectiva la violencia,
los que la provocan simplemente se mueven a las zonas vecinas, desde donde
siguen operando.
El caso del ataque al antro en Coatzacoalcos, donde por
cierto murieron 10 mujeres que trabajaban como bailarinas exóticas, así que por
lo menos dos extranjeros de nacionalidad filipina, exhibe como muchos otros las
redes de complicidad de las autoridades policiales y los grupos
delincuenciales.
Por ejemplo, testigos reportan que los hombres llegaron
vestidos con uniformes oficiales, y se pensó que harían una revisión, cuando
ordenaron a todos los presentes que se pusieran boca abajo.
Pero luego entonces entraron otros para rociar gasolina en
el lugar, y enseguida le prendieron fuego, de lejos, con bombas molotov.
Cerraron la puerta trasera del establecimiento y a las personas que querían
escapar del fuego por la puerta principal, las acribillaban.
Previamente, el día 24 de agosto, el propietario del bar
había sido secuestrado con otro hombre, y a ambos los decapitaron, se filmaron
en el macabro crimen y lo divulgaron mediante redes sociales. Presuntamente, el
empresario vendía material de la competencia.
Lo más grave es, sin embargo, el hecho de que el presunto
autor de esta masacre, identificado como Ricardo Romero Villegas, alias La
Loca, un hombre de tan sólo 29 años de edad, fue detenido en dos ocasiones
entre julio y agosto, pero dejado en libertad.
En julio, La Loca había sido puesto a disposición de la
delegación de la Fiscalía General de la República en esa entidad el 18 de
julio. En agosto, nuevamente La Loca fue detenido por elementos de la Marina, y
puesto a disposición de la delegación de la FGR.
En ambas ocasiones fue liberado, pese a que había elementos
suficientes para procesarlo. Por ejemplo, Romero Villegas fue detenido el 18 de
julio en Coatzacoalcos, se le aseguraron 51 dosis de piedra y una motocicleta,
y según lo dicho por el gobernador de Veracruz, se puso a disposición de la
Fiscalía del Estado que más tarde lo liberó.
Aunque el fiscal general del estado niega esto y le pasa la
bolita a la Fiscalía General de la República, circula un documento que
evidencia que un agente del Ministerio Público del fuero común pidió la
libertad inmediata de La Loca, argumentando que su situación legal ya había
sido determinada.
Todo este conflicto tocará desenredarlo a la SEIDO, pues
ayer se anunció que la FGR atrajo el caso, a petición del presidente Andrés
Manuel López Obrador.
Y la perla del día: desde su prisión, el ex gobernador
priísta Javier Duarte, escribió en su red social (se les permite de manera
controlada) “Me dueles Coatza”. Su sexenio fue uno de los más violentos;
Veracruz se plagó de fosas clandestinas, asesinaron a periodistas y finalmente
cayó preso por corrupción.