Se repartieron los puntos

ALDO VALDEZ SEGURA

Empate a un gol fue el saldo que dejó el enfrentamiento que sostuvieron Mirmon y Real 11, así que no tuvieron de otra más que repartirse los puntos que dejó la jornada número dos de la liga Premier de futbol en su categoría súper máster, enfrentamiento llevado a cabo en el campo en el campo 1 de Viticos.

Los dos equipos tuvieron muchas imprecisiones a la hora de buscar al compañero para para el balón, así que este cambio de dueño constantemente, pocas fueron las oportunidades que se le presentaron a los gatilleros para hacer de las suyas, sin hacer daño se fueron a descansar.

Para la parte complementarían, por fin los espacios se dieron, los delanteros ahora con la puntería afinada y la suficiente tiza a sus botines acertaron, por Mirmon anotó Miguel Gutiérrez, mientras que por Real Once Omar Pineda.

Los Achotes se llevaron a casa los puntos

ALDO VALDEZ SEGURA

Los Achotes se llevaron a casa los puntos que dejó la jornada número dos de la liga Premier de futbol en su categoría súper máster al imponerse de manera clara y contundente 3-1 al Azul Ixtapa, encuentro llevado a cabo en el campo 1 de Viticos.

Desde que el balón se puso en movimiento, fue el equipo de los Achotes quienes establecieron su condición, ellos tuvieron en su poder la redonda y fabricaron las opciones más claras, aunque todavía no podían concretar debido al buen trabajo que estaba haciendo a la defensiva los “hoteleros”.

Una vez que la retaguardia de Azul Ixtapa parpadeó, fue más que suficiente para que los delanteros de los Achotes hicieran acto de presencia, Marcelino Conde, Agustín Barreto y Jaime Hernández fueron los encargados de enviar el balón al fondo de la red, el único tanto del Azul Ixtapa lo hizo; Abel Jiménez.

ESTRICTAMENTE PERSONAL

Hasta a los de casa muerde

Raymundo Riva Palacio

La Fiscalía General de la República es tan autónoma, tan independiente, que hasta a los de casa muerde. El fiscal general, Alejandro Gertz Manero, da muestras inequívocas de su poder y lleva algunas cosas hasta lo inverosímil. De esta manera, se le fue encima a la Secretaría de Hacienda y quiere llevar a la cárcel dos funcionarios y dos ex funcionarios del Instituto de Administración de Avalúos Nacionales, porque se negaron entregarla sin sustento legal seis inmuebles que la vieja Procuraduría General de la República puso a su disposición tras los sismos de septiembre de 2017, porque no estaban en condiciones de seguir siendo utilizados y el riesgo que significaba para cientos de personas.

Gertz Manero quiso forzar las cosas mediante el amedrantamiento que, para algunos, puede convertirse fácilmente en terror ante la posibilidad de ir a la cárcel. Cuando el INDAABIN, el acrónimo del Instituto, se negó a restituir por la fuerza y al margen de la ley los inmuebles, la Fiscalía General inició de oficio la carpeta de investigación FED/SEIDF/UNAI-CDMX/0000397/2019, y giró citatorios a cuatro personas para entrevistarlos en calidad de testigos -una categoría donde no pueden dejar de ir a comparecer porque entonces violarían la ley-, y quería imputar a dos altos funcionarios del instituto quebrantar los artículos 214 fracción IIII y el 217, fracción I del Código Penal Federal.

El primero se refiere a que conociendo por razón de su empleo que pueden resultar gravemente afectados el patrimonio o los intereses de alguna dependencia o entidad de la administración pública federal, por cualquier acto u omisión no informe por escrito a su superior jerárquico o lo evite si está dentro de sus facultades. El segundo al servidor público que ilícitamente otorgue, realice o contrate obras públicas, adquisiciones, arrendamientos, enajenaciones de bienes o servicios, con recursos públicos.

A quien tiene en el umbral de la imputación es al director general de Administración del Patrimonio Inmobiliario Federal, Alan Daniel Cruz Porchini, y al ex presidente del INDAABIN, Julio César Guerrero Marín. Los dos fueron citados a comparecer el jueves pasado -aunque se suspendió la audiencia-, junto con Luis Gregorio Ojinaga de la Luz, director de Gestión de Uso de Inmuebles, y a Angélica Vargas Béjar, en ese entonces subdirectora de Evaluación y Usos Alternos del instituto. De la lectura de la documentación del caso, se puede argumentar el uso abusivo de la autonomía del fiscal, al grado de que pueda criminalizar a funcionarios porque cumplieron con la ley.

Todo comenzó el 1 de febrero de 2018, cuando la extinta PGR puso a disposición del INDAABIN de manera voluntaria seis inmuebles porque no podían seguir siendo utilizados, luego que los dictámenes estructurales realizados tras los sismos de septiembre de 2017 establecieron que no podrían seguir ocupados y sugerían su desalojo. Entre estos se encontraban los edificios principales sobre Paseo de la Reforma, otro más donde estaban áreas sensibles de investigación e inteligencia, y tres adicionales, todos ellos en la alcaldía Cuauhtémoc. La puesta a disposición y la entrega recepción de los inmuebles se hicieron conforme a la Ley General de Bienes Nacionales. La entrega física de los inmuebles se concluyó en octubre y noviembre del año pasado.

La extinta PGR propuso su venta y que los recursos se le etiquetaran, pero al no tener facultades sobre ese tipo de decisiones, no procedió. Entonces, en acatamiento de las normas, el INDAABIN notificó a todas las instituciones del gobierno federal sobre los inmuebles para conocer si había interés en alguna de ellas para que le fueran transferidos. Al no existir interés alguno, conforme a la norma de que en ese caso dictaminara el mejor uso y aprovechamiento de los inmuebles, concesionó cuatro de ellos a privados que invertirían en ellos y los rehabilitarían, sin que dejaran de ser patrimonio federal.

En marzo comenzaron los problemas. Francisco Sáenz de Cámara, coordinador de Planeación y Administración de la Fiscalía, le pidió a la Oficialía Mayor de Hacienda que se le restituyeran los inmuebles y solicitó al INDAABIN que evaluara la solicitud. El 15 de abril, la oficial mayor de Hacienda, Raquel Buenrostro, le envió a Sáenz de Cámara la respuesta del INDAABIN, donde detallaba los resultados de los dictámenes estructurales, las recomendaciones de desalojo y los procesos de concesión, por lo que concluían que “no resulta procedente atender de manera favorable la solicitud”.

La respuesta de la Fiscalía por no enajenarles los inmuebles fue ir tras los que consideraba responsables. Gertz Manero no actuó en contra de Buenrostro o del presidente del INDAABIN, Luis Mariano Cortés, sino contra su antecesor y contra funcionarios de segundo nivel del gobierno actual, y omitió incluir en la carpeta de investigación las respuestas de Buenrostro y de Cortés a la Fiscalía, con lo cual el Ministerio Público Federal, obtuvo información parcial, donde se puede argumentar manipulación de la justicia.

La audiencia original para los testigos y los imputados fue diferida para el 1 de agosto, porque el juez consideró que la Fiscalía General incumplió el Código Nacional de Procedimientos Penales al no proporcionar en tiempo copias de la carpeta de investigación a los imputados, con lo cual no podían armar una defensa adecuada. Se desconocen las razones por las que el miércoles pasado se dio un nuevo aplazamiento de la audiencia.

La actitud de Gertz Manero recupera sus batallas intramuros en el gobierno de Vicente Fox, por lo cual abrir fuego amigo contra Hacienda no es algo insólito en él. Hace unos 15 años ganó en primera instancia su pleito, pero después lo perdió. Aquello debería haber sido una lección, para recular hoy en su pretensión y buscar una forma no arbitraria de salirse con la suya.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa

Editorial

Los bienes de Elba

         La Fiscalía General de la República ha devuelto a Elba Esther Gordillo los bienes que le fueron asegurados tras su detención en 2013. El anuncio ha generado protestas airadas. La escritora y activista Lydia Cacho escribió en Twitter: “Es bestial que se premie a alguien que hizo tanto daño al país. Componendas políticas y judiciales con tufo a pasado. Regresan bienes a quien solo dejó males. Corruptocracia”.

         En la conferencia de prensa de este 22 de abril un reportero le preguntó al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre “la percepción de partidos de oposición respecto [a] que hay un acuerdo del gobierno federal con un juzgado para regresar bienes a Esther Gordillo y que eso es parte de una corrupción”. La respuesta fue: “Esa es una volada del Reforma, de la prensa fifí. Nosotros actuamos a partir de principios, tenemos ideales, tenemos autoridad moral. No hacemos acuerdos en lo oscurito”.

         La realidad es que Reforma publicó la primicia de la devolución de bienes a Elba Esther, cosa que nadie ha negado, por lo que no hay “volada” o difusión de información falsa. Posteriormente dio a conocer opiniones de líderes de la oposición, entre ellos Fernando Rodríguez Doval del PAN y Ángel Ávila del PRD, que cuestionaron la presunta “alianza entre López Obrador y Elba Esther”. Tampoco hay en ello volada, sino la simple expresión de posiciones críticas de líderes de la oposición, lo que la prensa libre difunde en cualquier país democrático. Tan generalizada es la crítica sobre una supuesta componenda que la ha denunciado también Lydia Cacho.

         La devolución de los bienes a la maestra, sin embargo, es jurídicamente inevitable. Cuando los tribunales exoneraron a Gordillo de las acusaciones presentadas por la Procuraduría de Peña Nieto, la nueva Fiscalía General no tenía más opción que devolver los bienes asegurados.

         Lo peor es que no se requería mucha sapiencia jurídica para entender que la maestra iba a ser exonerada y que los bienes asegurados tendrían que ser devueltos. La PGR demostró que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación le había entregado a Elba Esther cerca de 2 mil millones de pesos que ella usó para gastos personales. Pero ante la negativa del SNTE de presentar una denuncia por fraude o malversación, el gobierno de Peña Nieto optó por recurrir a las acusaciones que se usaban para todo: operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada. Mala idea. Los jueces las descartaron.

Hubiera sido mejor acusar a la maestra por defraudación fiscal, ya que recibió 2 mil millones de pesos para uso personal sin pagar impuestos. Pero la PGR solo presentó una acusación por defraudación fiscal por 4.3 millones de pesos y aun en ese caso los tribunales exoneraron a la maestra, por una situación de forma, ya que el SAT no le notificó la omisión antes de proceder jurídicamente contra ella.

         Por supuesto que es “bestial” que se le devuelvan a Elba Esther los bienes asegurados, pero no hay indicios de componenda. Lo que es claro es que el gobierno de Peña Nieto tomó malas decisiones al acusar a Gordillo. Si el SNTE se negaba a presentar una denuncia, entonces no había operaciones con recursos de procedencia ilícita, pero sí ingresos multimillonarios por los que ella nunca pagó impuesto sobre la renta. El que hoy se le devuelvan los bienes que se le aseguraron por una acusación falsa no es componenda sino la simple aplicación de la ley.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

La matanza en un centro comercian de El Paso, Texas, en la que cayeron 6 mexicanos y 6 más resultaron heridos, de un total de 20 asesinados y 26 heridos, así como la posterior matanza en Ohio, también en la Unión Americana, donde cayeron 9 muertos y 26 heridos, pone por enésima ocasión bajo la lupa la política armamentista de los Estados Unidos, tanto hacia fuera de sus fronteras como hacia dentro.

Es hora de que los congresistas y senadores del vecino país respondan por esa política tan abierta en cuanto a la producción y venta de armas a civiles, y que tomen el ejemplo que desde 1996 adoptó Australia, tras un hecho similar, restringiendo la compra-venta de armas única y exclusivamente para asuntos militares, de defensa nacional y seguridad pública.

Ahora les tocó poner los muertos a los americanos que cayeron víctimas de un joven supremacista que viajó desde Atlanta, Georgia, hacia El Paso, Texas, para perpetrar la masacre en un centro comercial de la ciudad fronteriza, donde hay una amplia comunidad latina.

Esta masacre, por cierto, es considerada la peor en la historia de los Estados Unidos, en su tipo.

En Ohio el homicida es un joven de 24 años, que habría tenido también motivos racistas para masacrar a la gente que esperaba entrar a un bar.

Ante las masacres y la detención del joven criminal de Texas (el de Ohio fue abatido por policías), políticos de Estados Unidos hicieron un llamado a no quedarse como espectadores, pero ninguno tocó puntualmente la regulación de las armas a la sociedad estadounidense, que prácticamente no tiene restricciones para comprarlas y usarlas.

En Australia, tras una masacre similar registrada en 1996, comenzó un duro proceso para prohibir la venta de armas semmiautomáticas y de asalto, y regular aquellas que se venden para deportes.

El 28 de abril de 1996 fue un día triste para los australianos: 35 personas vieron la muerte y otras 20 resultaron heridas. Un hombre de 28 años llamado Martin Bryant, con un rifle semiautomático en la localidad histórica de Port Arthur, en Tasmania, abrió fuego sin mediar provocación en contra de las personas ahí presentes. Minutos antes realizó la misma acción en el café donde almorzó tranquilamente, dando muerte a 18 personas.

Esta tragedia no solo causó conmoción entre los australianos sino en todo el mundo. Por eso, los líderes políticos del país oceánico comenzaron un proceso de reflexión donde el centro de la discusión fue el extendido uso de las armas y la facilidad para adquirirlas en el mercado local.

En consecuencia, a pocas semanas de este hecho, las autoridades regionales presionadas por los jefes de policía local, instaron al Primer Ministro a que prohibiera el uso de armas, principalmente las semiautomáticas y aquellas fabricadas para la guerra.

La primera medida adoptada por el entonces primer ministro, John Howard, fue suspender la importación de armas. A esto se sumó que el Parlamento australiano acordó un generoso programa para la devolución de las armas, así también revisar la legislación existente en la materia.

Sin embargo, con el correr de los meses, la medida adoptada por el gobierno liberal fue la creación del Acuerdo Nacional de Armas de Fuego orientado a regular la portación y uso de armamento en todo el territorio y brindar un marco legal adecuado para prohibir cualquier tipo de importación de armas semiautomáticas.

Pero al contrario, en Estados Unidos ninguna medida de éstas ha prosperado porque hay una asociación que es tan poderosa, que siempre logran cancelar cualquier acción encaminada a legalizar la venta de armas a ciudadanos.

Esta asociación, la National Rifle Association, defiende el derecho de todo ciudadano estadounidense de poseer armas, tanto para la defensa personal como para actividades recreativas. Se fundó en Nueva York en 1871, por lo que se considera la organización de derechos civiles más antigua de los Estados Unidos. El club posee 5 millones de socios.

A este club se enfrentan los políticos cuando piensan siquiera en una regulación como la que se tiene en Australia, y como la que se adoptó en México durante el gobierno de José López Portillo, como parte de su política de pacificación del país luego del periodo de la Guerra Sucia y de la persecución de la izquierda política y la guerrilla. El derecho a poseer armas en Estados Unidos es parte de la segunda enmienda a la Constitución, y desde entonces se vigila celosamente. Gracias a este derecho, los dos jóvenes homicidas de este fin de semana tuvieron acceso a rifles automáticos que usaron contra la población civil indefensa.

Pero estos no son los únicos tiroteos que se han registrado en Estados Unidos. Son más comunes, de hecho, en escuelas, como en la secundaria de Columbine, Colorado, en abril de 1999, cuando 12 estudiantes y profesores fueron asesinados por dos alumnos, y lesionaron a 24 personas.

Digamos que ese fue el primer caso que pudo propiciar la regulación de las armas para civiles en Estados Unidos. Y ayer, Donald Trump únicamente ordenó luto nacional y puso las banderas a media asta. Pero hasta ahí.

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