Los brotes de aguas negras que se hicieron la
mañana de este martes a raíz del colapso de las coladeras que se ubican sobre
la avenida 5 de mayo en la colonia Centro en Zihuatanejo, además de provocar
afectaciones al mercado de artesanías “La Marina” y ser un foco de infección,
provocó el asombro de turistas al ver que solo los locatarios se preocupaban
por remediar la situación.
Como ya es costumbre en esa avenida, cada que
llueve, la gran cantidad de agua pluvial ocasiona que las coladeras colapsen,
provocando que cientos de litros de líquido contaminado salga a la vialidad;
situación que desde hace varios años aqueja a los locatarios del mercado de
artesanías, quienes en repetidas ocasiones han solicitado a las autoridades un
proyecto para evitar que eso siga sucediendo.
Sin embargo, en esta ocasión, las cámaras no
apuntaron hacia los locales, sino a las decenas de turistas que circularon por
la avenida mientras el agua negra brotaba de las coladeras; muchos visitantes
se mostraron incrédulos al ver lo que sucedía, sobre todo el señor, Norberto
Benavides, proveniente de Celaya, Guanajuato, que cuestionó la ausencia de la
autoridad, en este caso de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de
Zihuatanejo (CAPAZ).
Una opinión similar, dio la señora, Norma Avendaño,
originaria de Morelia, Michoacán, mientras le explicaba a su hija que se
trataban de aguas del drenaje, a tiempo de que la infante cuestionaba a la
madre sobre por qué había personas teniendo contacto con el líquido (los
locatarios) y ella simplemente le respondió “porque no tienen de otra, nosotros
sí” y siguieron caminando por la acera.
Los locatarios del mercado de artesanías, desde
hace varios años atrás adoptaron estrategias para evitar inundaciones en sus
locales y por ende afectaciones a su mercancía, sin embargo, también se ven en
la necesidad de poner sobre la vialidad sillas o muebles con la intención de
que los automovilistas disminuyan su velocidad y no los salpiquen con el
líquido contaminado.
Al cuestionar a algunos locatarios, manifestaron
que no es grato que los turistas se acerquen a sus negocios para comprar algún
souvenir y que se encuentren con los brotes de drenaje, que además de dar un
mal aspecto, también desprende un fétido aroma, que ahuyenta a los
vacacionistas.