Editorial


Los gazapos de Bartlett

En medio del diferendo con las trasnacionales energéticas contratadas para construir y operar siete gasoductos para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el Poder Judicial dio un revés a esa empresa productiva del Estado en su pretensión de obligar la entrada en operación del Gasoducto Morelos –el octavo conflictuado—y con eso la termoeléctrica en Huexca.

Parte vital del Proyecto Integral Morelos (PIM), el gasoducto mencionado seguirá inoperante y con ello, mantendrá la parálisis de todo el conflictivo megaproyecto que, herencia de pasadas administraciones, desnuda la negligencia en la gestión de Manuel Bartlett como ocurre también con los siete gasoductos que intenta, a fuerza de declaraciones, renegociar.

Los siete gasoductos de la polémica de esta semana, tienen en común con el Gasoducto Morelos (que atraviesa municipios de Tlaxcala, Puebla y Morelos), la arbitrariedad de origen, la imposición de las obras planeadas sobre comunidades que, siendo sujetas a derechos, no fueron tomadas en cuenta para su invasión y, cuando se atrevieron a protestar, se enfrentaron a un proceso represivo brutal.

El caso del PIM, como el de los siete gasoductos, tiene cierta complejidad, pero en cualquier caso las dificultades que los mantienen fuera de operación son imputables al Estado.

Fue el pasado fin de semana cuando el juez noveno de distrito en Morelos, otorgó la suspensión sobre el Gasoducto Morelos al ejido Amilcingo que, siendo una de las comunidades más activas en la oposición al megaproyecto desde 2012, se volvió emblemática tras el asesinato del dirigente indígena Samir Flores Soberanes, perpetrado el 20 de febrero pasado.

Como muchos asuntos en el arranque de la administración, el PIM se colocó en la agenda presidencial con la información surgida de la CFE de Bartlett, funcionario que ha insistido en justificar toda acción en la idea de “soberanía energética”, expresión esta que sonaría muy bien, excepto porque el proyecto está concesionado a puras trasnacionales como lo son Abengoa, Bonatti, Elecnor y Enagás.

Con prisa, de manera atropellada, Bartlett y Rocío Nahle,  pusieron las condiciones para que la naciente administración obradorista quedara en entredicho, primero con la declaración del presidente en su arenga contra los opositores el 10 de febrero, cuando los calificó “radicales de izquierda” ergo “conservadores”, provocando que inclusive dentro de su base de apoyo, así como de los izquierdistas que le son cercanos desde los tempranos dosmiles, quedaran en un predicamento.

El momento político empeoró por las consideraciones que apenas días antes le había dispensado a la familia Zapata, descendiente del caudillo, que terminaría distanciándose acusando al mandatario de violar acuerdos, particularmente, en relación con la consulta sin asideros legales que impuso.

Tras el asesinato de Samir el momento político se complicó más con la torpe intervención de Hugo Eric Flores Cervantes, el virrey de Morelos, que terminó por distanciar al movimiento opositor al PIM de la llamada “Cuarta Transformación”.

Quizás la peor parte de todo es que López Obrador y sus colaboradores no tenían responsabilidad política ni legal respecto al PIM, que fue planeado durante la gestión de Alfredo Elías Ayub, e iniciado por Antonio Vivanco, en su respectivo paso por la CFE en tiempos de Felipe Calderón. Por lo tanto, ellos, sus equipos y quienes les sucedieron, tendrían que responder por la falta de deber de cuidado, la negligencia y el daño patrimonial a la hacienda pública derivado de no haber considerado litigios ni conciliaciones necesarias antes de arrancar la obra lo mismo que ocurre con los otros siete gasoductos conflictuados.

Hasta donde se sabe, la secretaría de la Función Pública no tiene abiertos expedientes, ninguno de los involucrados ha sido expuesto por López Obrador ni sus colaboradores que, en su afán de agilizarlo todo, terminaron asumiendo los costos políticos propiciando lo que simple y llanamente es impunidad para “el antiguo régimen”.

López Obrador fue más cuidadoso el 1 de julio al referirse al asunto cuando prometió no imponer el PIM en su mensaje en el Zócalo. La declaración expresa en general la idea de respetar los 15 amparos existentes contra la obra, la mayoría obtenidos el sexenio pasado. Se trata pues de una aparente rectificación, dado el rumbo de tomó el asunto, después de ser arrastrado por los gazapos bartlianos.

La dupla Nahle-Bartlett va de mal en peor, en el caso de ella por la impericia, de él por sus formas en desuso frente a nuevas realidades. En ambos, un talante autoritario que para concretar decisiones dejan muchas lesiones al paso.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

¿Qué sucedió en la Policía Federal, que devino en ruptura con el régimen lópezobradorista?

La pregunta pesa porque no es posible que al presidente y sus colaboradores, comenzando por el Secretario de Seguridad Pública federal, Alfonso Durazo Montaño, se les haya pasado ese pequeño gran detalle de sujetar a los elementos de la Policía Federal a los nuevos lineamientos.

Lo que podemos deducir, es que los policías federales pensaron que su pase a la Guardia Nacional sería automático, y cuando se enteraron que tendrían que pasar por las pruebas del polígrafo, entre otros exámenes de control y confianza, se fueron a encabezar un movimiento nacional alegando violaciones a sus derechos laborales, que son aspectos meramente administrativos.

Lo peor, es que se llevaron patrullas y armas de cargo. Luego entonces, tenemos en las calles del país a un ejército de policías federales armados y con capacidad de movilización, y en caso de que no lleguen a algún acuerdo con el gobierno federal –toda vez que ayer reventaron la mesa de negociación que encabezó el subsecretario Ricardo Mejía Berdeja-, el riesgo es que se queden por ahí dispersos, en calidad de desertores.

Con sus movilizaciones y paros, los policías federales pusieron sobre la mesa un pliego petitorio de 15 exigencias, pero mezclando lo laboral, que tiene que ver con sueldos, prestaciones y antigüedades. Pero el mismo presidente de la República dijo que no se les conculcarían esos derechos, sino que todo a aquel que pase a la Guardia Nacional, le serán respetados todos sus logros laborales.

Luego entonces, ¿por qué los policías federales continúan con su protesta?

Aquí viene el “pero”. Es que no quieren, de entrada, tener un mando militar, mucho menos ser evaluados por militares, con el argumento de que estos no conocen la función policial.

“No seremos evaluados y pasaremos en automático a la Guardia Nacional y el mando saldrá de las filas de la Policía Federal sin parentesco con la escala de mandos”, expusieron.

Con la pena pero esto es un descaro. Como policías, están sujetos a un régimen de obediencia; y por ley, todo aquel que repruebe los exámenes de control y vigilancia pueden ser despedidos sin cargo para la parte patronal. Porque éste es el requisito primordial para formar parte de todo cuerpo de seguridad, desde el nivel municipal hasta nivel federal y simplemente no pueden borrarlo de un plumazo, porque es una disposición legal incluso para las policías civiles, mucho más para la Guardia Nacional, que nace como un cuerpo de seguridad debidamente acreditado y saneado.

Ricardo Mejía Berdeja ha atendido las mesas de diálogo con los representantes de la Policía y dijo que se sigue estando la disposición de atender todas las quejas, pero obviamente una cosa son quejas y otra cosa son caprichos.

Ellos piden:

1.- Respeto a la dignidad de todos los que conforman la Policía Federal.

2.- Respeto a la antigüedad laboral.

3.- Respeto a las prestaciones laborales.

4.- Devolución de la operatividad de 9 mil 800 pesos, cada 25 días laborados.

5.- Rechazo a la evaluación por parte de personal militar porque desconocen la función policial.

6.- Rechazo a ser trasladados administrativamente a la Secretaría de la Defensa Nacional.

7.- Rechazo a vivir en cuarteles militares.

8.- Exigen sueldo quincenal mínimo de 15 mil 000 pesos libre de impuesto, a partir de la segunda quincena de julio de 2019.

9.- Exigen la desaparición del sueldo base de 2 mil 300 pesos.

10.- Exigen la desaparición de la prueba del polígrafo.

11.- Exigen respeto a los horarios establecidos en la Ley Federal del Trabajo.

12.- Exigen la renuncia de los mandos medios, desde comandantes hasta directores, que estén relacionados con actos de corrupción y con el crimen organizado.

13.- Instalación de una oficina de derechos humanos para los policías en el Centro de Mando.

14.- Los policías federales quien conformar un sindicato.

15.- Entrega de uniformes dos veces por año.

Como podemos observar, hay por lo menos 2 exigencias que pueden ser la verdadera causa de la revuelta de policías federales; a saber: Eliminación de la prueba del polígrafo y rechazo a la evaluación policial.

Se suman otras descabelladas como el cubrir horarios regulares, previstos en la Ley Federal del Trabajo (de 8 horas), pues ellos están bajo un régimen distinto; y la libertad para constituirse en un sindicato.

Veremos en qué para todo este desaguisado. Lo cierto es que el plan es la desaparición de la Policía Federal para 2020, dando 18 meses a sus integrantes para que se agreguen a la Guardia Nacional –sólo 10 mil ya lo hicieron-, o bien optar por la policía aduanal o la policía migratoria.

PUERTO MORELOS, PRIMER MUNICIPIO DE MÉXICO CON GEOMEMBRANAS PARA EL DEPÓSITO DEL SARGAZO

Puerto Morelos, Quintana Roo, .- El gobierno de la presidenta municipal Laura Fernández Piña inició los trabajos topográficos y de movimiento de tierra y compactación para colocar el geotextil y las geomembranas que evitarán la filtración de lixiviados en los predios de depósito de sargazo, ubicados al sur de Puerto Morelos.

Al respecto, la alcaldesa destacó que Puerto Morelos se convertirá en el primer municipio del país en tener un lugar destinado específicamente para la macro alga que se retira en el mar y las playas del destino, con esta infraestructura que protegerá los recursos hídricos de la localidad.

“Puerto Morelos seguirá siendo un referente en la atención del fenómeno del sargazo, desde su recolección hasta su destino final. Somos un destino sostenible que trabaja en el cuidado del medio ambiente, por lo que nos enfocamos todos los días en la generación de políticas públicas que nos ayuden en este sentido”, indicó

Acompañada por funcionarios municipales, Laura Fernández realizó un recorrido de supervisión, a fin de atestiguar la llegada de las geomembranas a los terrenos que contarán con pilas de lixiviados y planchas de escurrimiento y secado de la planta marina.

“Se está preparando el lugar con desniveles para el escurrimiento de líquidos y lixiviados. Hay que destacar que la geomembrana que vamos a colocar tiene doble vulcanización, lo que garantizará que no haya filtraciones al subsuelo”, mencionó la también presidenta de la Conferencia Nacional de Municipios de México (Conamm).

Asimismo, la alcaldesa adelantó que luego del secado y compactación del sargazo en esta zona, Puerto Morelos tendrá un lugar más para su depósito final, que ya no significará ningún riesgo para el medio ambiente, ya que la planta llegará libre de humedad.

Por su parte, Luis Cardeña Peña, director de Proyectos del municipio, detalló que habrá dos pilas de lixiviados, la primera con capacidad para 1 millón 200 mil litros y la otra de 800 mil, además de tres planchas de escurrimientos de 40 por 90, 120 por 25 y 40 por 103 metros cuadrados.

“Estimamos que en un lapso de tres a cuatro semanas esté todo operando al 100 por ciento en los 10 mil metros cuadrados de superficie”, apuntó el funcionario municipal, quien destacó que las playas del destino lucen una nueva imagen gracias a la atención que se le ha dado al fenómeno del sargazo, en un trabajo conjunto con la Federación y el Gobierno del Estado, además de la iniciativa privada, académicos, científicos y comunidad en general.

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