Jorge A. Meléndez Ruiz
Vivimos en la era de la disrupción, del cambio constante.
Las ventajas competitivas duran poco, gigantes caen súbitamente y son
desplazados. Netflix, Uber, Tesla, Facebook, Apple, Waymo, AirBnb y Amazon son
pruebas fehacientes de la velocidad del cambio.
La receta organizacional para enfrentar este retador
panorama incluye: prestar atención a clientes, competencia y tecnología,
contratar (y dejar trabajar) a talentosos, debatir bien ideas, fracasar bien
(temprano y aprendiendo), experimentación constante, corregir rápidamente y
apostar en grande a lo que funcione.
Profundicemos hoy en el tema con una perspectiva más
amplia. Según el estudio de McKinsey, “Triunfando en la era de la
disrupción”, cuatro fuerzas transformarán el escenario global:
1. Cambios en las dinámicas de crecimiento.
* El centro de gravedad económico se desplaza a Asia.
* Habrá 2,400 millones nuevos consumidores de clase media
entre 2015 y 2030, 90% en Asia y África.
* 60% de la población vivirá en ciudades en 2030 (vs. 42%
en el 2000).
* Para el 2025, 46% de las compañías con ventas
superiores a mil millones de dólares estarán en países emergentes.
* Se requieren inversiones anuales en infraestructura de
3.7 millones de millones de dólares hasta el 2035.
* Entre el 2015 y el 2050, el planeta requerirá producir
más comida que la de los 10,000 años anteriores.
* Para el 2025, la demanda de agua global será 56%
superior a la oferta.
2. Aceleración en la disrupción industrial.
* Se incrementa la velocidad del cambio tecnológico.
Ejemplo: iPhone X es 210 veces más rápido que el primer iPhone.
* Se han generado más datos en los últimos 2 años que en
toda la historia. Solo 0.5% de se analiza.
* 30,000 millones de aparatos conectados para 2020.
* 13 tecnologías disruptivas: internet móvil,
automatización del trabajo intelectual, internet de las cosas, almacenamiento
en la nube, robótica avanzada, vehículos autónomos, genómica, almacenamiento de
energía, impresión 3D, materiales avanzados, exploración avanzada de petróleo y
gas, energías renovables y tecnologías de blockchain y criptomonedas.
* El laboratorio on-line no es EU, es China.
* Cambios tecnológicos constantes: toda tu vida será
registrada y analizada, inteligencia artificial, pantallas en cualquier
superficie, información y servicios personalizados y bajo demanda.
3. Envejecimiento de la población.
* Para el 2050: habrá dos veces más adultos de 65 y más;
y cuatro veces más de 80 y más.
* Por primera vez en la historia habrá más personas en el
mundo de 65 y más que de 14 y menos.
* Enorme presión sobre finanzas gubernamentales.
* Grandes oportunidades para atender a una población más
vieja.
4. Cambios en dinámicas sociales.
* Cuatro fuerzas clave: desplazamiento de comercio por tecnología,
polarización, inestabilidad geopolítica y creciente desigualdad (¡los 62 más
ricos tienen la misma riqueza que el 50% más pobre!).
* El crecimiento tecnológico genera valor pero sin
empleo. Ejemplo, Detroit 1990 vs. Valle del Silicio 2016: 30% más ingresos, 45
veces más valor de mercado, ¡pero apenas 20% de los empleos!
* 30% de las actividades del 60% de los empleos pueden
ser automatizables.
Un coctel retador con una implicación para las empresas:
adaptarse o morir. Específicamente de 6 formas: claridad de propósito, visión
de largo plazo, inversión en educación y capacitación, administrar riesgo
cibernético, lograr que todos crezcan y repensar la red de protección para los
más pobres.
Finalmente, los líderes del siglo XXI deben tener metas
ambiciosas, gran manejo de personas y algunas habilidades clave.
Sin duda tiempos interesantes, llenos de oportunidades. o
amenazas.
Posdata. Vuelve la burra al maíz. AMLO no quiere
inversión privada en líneas de transmisión eléctrica. ¿Tienen el dinero que se
requiere para estas millonarias inversiones? ¿Pueden producir al mismo nivel de
costo de operación que la IP? Lo dudo. En lugar de bajar tarifas, las van a
subir. o se comerán pérdidas operativas. Que triste.