Después de haber sido reportada como desaparecida por tres
semanas, Marlen Ochoa Uriostegui, joven de 19 años con 9 meses de embarazo, el
15 de mayo fue encontrada sin vida en Chicago, donde forenses revelaron que le
habían cortado el vientre para extraer a su bebé.
Ayer, el gobierno de Guerrero informó que
externó su apoyo a la familia de la fallecida. Fue la Secretaría de los Migrantes y Asuntos
Internacionales de Guerrero (SEMAI) quien ayudó al traslado de los abuelos de
la joven de la ciudad de Tecpan de Galeana, Guerrero, a Chicago, Illinois, para
poder asistir al funeral de Marlén.
Con indicaciones del gobernador del
estado, Héctor Astudillo, pidió al secretario de SEMAI, Fabian Morales Marchan,
ofreciera su ayuda a lo que necesitara la familia de la joven, a lo que los
padres de Marlen pidieron el traslado de los abuelos de la joven para asistir a
la misa.
El crimen
Marlen desapareció tras salir de su casa para recibir los
artículos para bebé que una mujer, a la que conoció por Facebook, prometió
regalarle, sin embargo, apareció tres semanas después sin vida en el mismo
barrio donde fue citada.
Se cree que la mujer ofrecía ropa de bebé recién nacidos,
como una trampa para poder sacarle a su bebé y posteriormente matar a la joven.
El día de la desaparición, una mujer llamó a servicios de
emergencia diciendo que acababa de dar a
luz, pero que enfrentaba problemas de postparto. Poco tiempo después, los
paramédicos hospitalizaron al bebé, pues estaba débil y registraba pocos signos
vitales.
La criatura fue hospitalizada y esa misma mujer inició
después una campaña online en GoFundMe, para recaudar fondos para el funeral de
su bebé, alegando que estaba muy enfermo y a punto de morir.
El 15 de mayo, en la misma dirección de la llamada, la
policía identificó el cadáver correspondiente a la joven, donde se determinó
que fue un asesinato y su bebé había sido arrancado de su vientre
Hasta ahora se encuentra detenidas tres personas por el
asesinato, entre ellos está incluida la persona que llamó asegurando que había
“dado a luz”; Clarisa Figueroa, de 46 años de edad, su hija Desiree Figueroa de
24 años, ambas acusadas de asesinato de primer grado y asalto agravado de un
menor; también fue detenido el novio de
Clarisa, Piotr Bobak, quien fue acusado de ocultar el hecho.
Por su parte, los padres de Marlen estaban desesperados por
conocer paradero de su hija; su madre, Raquel Urióstegui, ofreció una
recompensa de 25 mil dólares para quien brindara información, mientras que el
padre Yiovani López se declaró “desesperado”.