(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
A nivel local, Morena es el partido con más notas negativas,
y menos positivos, según un estudio del Instituto Electoral y de Participación
Ciudadana. Pero a nivel nacional, Morena no ha bajado de la preferencia del
electorado, y sobre todo algunos de sus miembros.
De acuerdo con la cuarta
encuesta de México Elige, la diputada Tatiana Clouthier la mejor calificada por
los electores, seguida de la jefa de gobierno del Distrito Federal, Claudia
Sheimbaum, y en tercer lugar está el canciller Marcelo Ebrard, aunque de este
personaje se dice que es antipático para la esposa del presidente Andrés Manuel
López Obrador, porque ha filtrado asuntos delicados, entre otros asuntillos de
control y vigilancia del que fue coordinador de la campaña del ahora presidente
de la República.
Seguimos con el listado de los políticos mejor calificados a
nivel nacional. En cuarto lugar está la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez
Cordero; le sigue en quinto lugar el senador morenista Martí Batres.
En sexto figura el senador Ricardo Monreal, también de
Morena. En séptimo, Esteban Moctezuma, secretario de Educación Pública. En el octavo
sitio de popularidad está el diputado federal Mario Delgado; en noveno Porfirio
Muñoz Ledo.
El secretario de Seguridad Pública, el ex colosista Alfonso
Durazo está en el décimo sitio. Le sigue el jefe de la presidencia, Alfonso
Romo. Y en el décimo lugar la dirigente de Morena, Yeidckol Polevnsky.
¿Qué tal?
Ahora bien, hasta aquí, la calificación va de casi 49 puntos
con Tatiana Clouthier, a los 16.9 de Yeidckol Polevnsky.
Pero de ahí para abajo, los que siguen o pasaron de panzazo,
como el priísta José Narro, que goza de 6.5 por ciento de simpatía, siendo el
mejor calificado del tricolor, hasta el 2.6 por ciento del ex gobernador de
Guerrero, René Juárez Cisneros, o el 4.3 de Miguel Ángel Osorio Chong.
Y es obvio que si alguien tiene tan pocos positivos, tendrá
muchos negativos. Como Osorio Chong, quien tiene 53.3 de puntaje como “pésima
imagen”, seguido de Claudia Ruiz Massieu, quien tiene 51.1 de puntos en contra,
y apenas 5 puntos a favor.
En resumen, el PRI a nivel nacional está por los suelos,
comenzando por aquellos que pretenden dirigir los destinos del ex partidazo,
así que más les valiera buscar por otro lado.
Revisando a los aspirantes a la presidencia nacional del
PRI, descubrimos que de verdad se cumple a cabalidad eso de que “la caballada
está flaca”, y el escenario es muy oscuro para un partido que aspira a salir de
la era paleozoica.
Al oaxaqueño Ulises Ruíz lo repudia 59.2% de la población
(75.7% efectivo)
Al guerrerense René Juárez Cisneros lo repudian58% (70.2%
efectivo)
Al gobernador campechano Alejandro Moreno “Alito”, lo
repudia 38.6% (63% efectivo)
A la ex gobernadora de Veracruz, Ivonne Ortega, la repudia
el 41.3% de la población (55.4% efectivo)
Al ex rector de la UNAM José Narro lo repudia el 46.3% de la
población (51.3% efectivo).
Lo anterior contando los calificativos de malo, regular y
pésimo.
Panistas y perredistas ni siquiera pueden cantar victoria,
mucho menos el líder del MC, Dante Delgado Ranauro, quien apenas tiene 1 por
ciento de salud política, o el priísta Ulises Ruiz, quien ni siquiera alcanza
el 1 por ciento de aprobación.
¿Qué sigue para el PRI en este contexto? Seguramente sacar
fuerzas de flaqueza. Ellos afirman que las derrotas no son para siempre, y así
es. En Guerrero un escenario similar se vivió en 2005, pero lo peor fue para
2012, cuando de plano la bancada priísta en el Congreso era de caricatura. Pero
de esa bancada minúscula salió el actual gobernador del estado, Héctor
Astudillo Flores. Cuestión de tiempo, de esperar nuevos escenarios. No
olvidemos que al paso de los burros, se acomodan las calabazas.