Ruth Tamayo Hernández
Más recursos a Acapulco:
López Obrador
“Dale
poder a un hombre y lo conocerás”: Carles Marcos.
Mis
estimados, el pasado fin de semana en que el presidente Andrés Manuel López
Obrador, visitó el puerto de Acapulco, al salir del Aeropuerto Internacional ya
lo esperaba una multitud de personas con documentos en mano, para entregarle
por escrito sus peticiones al mandatario. El lugar fue atiborrado por mucha
gente, que se empujaba entre sí, hasta acorralar al mandatario en un círculo
pequeño, que no lo dejaba maniobrar. Fue preocupante, porque eso es muy
peligroso, ya que le puede ocurrir un accidente al mandatario. No toda la gente
está en sus cinco sentidos, siempre surge un trastornado y hasta por agravio a
una promesa incumplida pueden lastimar al presidente de México.
En
lo particular, me sentí angustiada de ver la multitud de gente que cercó al
mandatario. Vino a mi mente y recordé el episodio del asesinato de Luis Donaldo
Colosio, en marzo de 1994. Tal vez me fui muy lejos, pero los tiempos que
vivimos ahora están peor que hace 25 años. Deben tomar medidas de seguridad, necesarias
y suficientes, para el presidente López Obrador.
Deben
tomar esto con mucha seriedad, cuiden la seguridad del presidente de la República.
Aunque él diga que la gente lo cuida, no se confíen. Vale más prevenir que
lamentar. La vigilancia de mujeres responsables de la seguridad del presidente
López Obrador, no es eficaz; ellas no pueden controlar a la gente con su dulce
voz, diciendo “háganse un lado, dejen pasar al presidente”.
Es
una observación meramente personal. Ojalá nunca suceda una desgracia a un
mandatario federal en funciones, porque no quiero ni siquiera imaginar cómo le
va ir al país; por eso, tomen las medidas necesarias para que eviten
desgracias.
A
Dios gracias la visita del mandatario al estado de Guerrero salió avante. Al
mismo tiempo, le fue de maravilla al municipio de Acapulco, ya que el
mandatario federal expresó que en Acapulco se invertirán mil 200 millones de pesos
para el Programa de Mejoramiento Urbano. Sin embargo, el mandatario ya había
hecho esa promesa a los acapulqueños; recuerden que prometió mil millones de
pesos cuando vino al puerto, ya como presidente de México y dijo al gobernador
Héctor Astudillo que le aprobaría mil millones de pesos para programas de
mejoramiento urbano en Acapulco, porque era inconcebible que un destino turístico
próspero agrupara a tantos pobres.
Pues
les cuento que ya cumplió el presidente López Obrador su palabra, y dijo que se
invertirán mil 200 millones de pesos en Acapulco para el Programa de
Mejoramiento Urbano. Expuso que 600 millones de pesos ya están autorizados, y
serán destinados para mejoramiento urbano en este año, y los otros 600 millones
de pesos serán para el 2020, para ayuda de la gente, sobre todo personas
humildes, así como a personas con alguna discapacidad. Asimismo para el campo,
pequeños comerciantes y artesanos, entre otros.
Que
sea para bien de Acapulco. ¿Ya ven? Les dije que fueran a ver al presidente
López Obrador, para que le recordaran de Ixtapa-Zihuatanejo, pero no me hacen caso
y he ahí las consecuencias: nada de inversión federal para el municipio de Zihuatanejo,
al menos por ahora.
Pero
qué bueno que le autorizaron recursos al destino de Acapulco, que es el hermano
mayor, lo necesita en serio.
También
en su primera visita al puerto de Acapulco, el mandatario federal prometió
apoyar la actividad turística en los destinos, y esta vez volvió a repetir el
mismo ofrecimiento: “Necesitamos mantener la actividad turística, es muy
importante porque no sólo genera riqueza, la distribuye, da trabajo a quienes
se ocupan en hoteles, restaurantes, transporte. Por eso tenemos que cuidar
mucho la actividad turística”, recalcó.
En
efecto, señor presidente López Obrador, usted tiene razón; no obstante, su secretario
de Turismo, Miguel Torruco, por si no lo sabe, quitó la publicidad a los
destinos del país; y no sólo eso, sino que desapareció el programa de Pueblos
Mágicos. Eso va a dar en la torre a la actividad turística del país, y se va
reflejar en los bolsillos de centenares de mexicanos.
No
recapacita el titular de la Sectur, insiste que con ferias y su programa de
puerta a puerta van a atraer a turistas del mundo a México. Sueños guajiros del
secretario y con esos desatinos dudo mucho que salga el pueblo de la pobreza. Sin
embargo, el respaldo de mil 200 millones de pesos para el municipio de
Acapulco, para mejoramiento urbano es más que necesario. En verdad, mis
estimados, es deprimente ver al puerto de Acapulco en condiciones desoladoras,
como si fuera un pueblo solo, con edificios vacíos cayéndose, descarapelados,
casas abandonadas, negocios cerrados, avenidas destruidas y sucias, sin agua,
un panorama triste, muy triste.
Sin
embargo, los mil 200 millones de pesos, para el Programa de Mejoramiento
Urbano, es un recurso que está destinado para realizar acciones en viviendas y
mejoramiento de barrios, ya que Acapulco está dentro de las 15 ciudades
turísticas de atención prioritaria en las cuales se va a invertir 8 mil
millones de pesos.
Expuso
el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Román Meyer
Falcón, que el Programa de Mejoramiento Urbano, consiste en atender dos
polígonos del puerto; es decir, 26 colonias, entre ellas Emiliano Zapata,
Unidos por Guerrero, así como Paso Limonero, Lomas Verdes, La Mica y La Venta, y
otras que van a ser beneficiadas con pavimentación de sus calles.
También
dijo Mayer Falcón que van a rehabilitar los 220 mil metros cuadrados del Parque
Papagayo, denominado “Pulmón Verde de Acapulco”, en el cual van a hacer una
inversión conjunta: La Federación aporta 50 millones de pesos y el gobierno de
Héctor Astudillo 150 millones de pesos. Insisto, parecen poco mil 200 millones
de pesos, pues el acapulco viejo necesita mucha inversión. Está despedazado. Caminé
por el Acapulco viejo, y me puse melancólica de ver esa zona destruida, cuando
fue el alma del puerto. Pero la dejaron en completo abandono. En la Costera,
los restaurantes dan una imagen verdaderamente deprimente. Da mucho coraje. De
verdad, qué sinvergüenzas han sido los presidentes municipales que han
gobernado el puerto de Acapulco, ni una manita de gato le dieron, dejaron que
se derrumbara de plano la ciudad. Ahora imagínense cómo está el municipio en su
conjunto. Qué ingratos. Y con esto corroboro lo que dice el refrán, que el
pueblo tiene el gobierno que se merece. Ya ni llorar es bueno, dice otro dicho.
Lo
cierto es que Acapulco se encuentra en terapia intensiva, señores gobernantes,
y tienen que meterle toda la maquinaria para devolverlo a la vida, pues tienen
menos de 15 días para darle otra cara y limpiarlo, si no de los malvados, por
lo menos recojan la basura y pinten las aceras en avenidas, pues inicia el
Tianguis Turístico, un evento internacional importunísimo tanto para el estado
de Guerrero como para el país, y no pueden iniciarlo con el puerto de cabeza.
Sean
serios, señores funcionarios, no son tiempos de campañas políticas, déjense de
meter zancadillas ustedes mismos disputándose el puerto, que hasta ridículos se
ven. Los que ya lo gobernaron, están buscando otro cargo público, y eso es no
tener vergüenza. El que fue funcionario de Acapulco, tiene culpa de la caída
del puerto y entonces, como dicen en mi rancho, calladitos se miran más
bonitos, y es mejor que apoyen a la presidenta Adela Román, porque el bien es
para los acapulqueños, no para ella. Y no olviden que las traiciones en
política se pagan al doble en esta vida, no hay otra. ¡Feliz inicio de semana,
mis estimados!